Guía de Barcelona para 1847
Me entero por El Periódico de Catalunya que la Universidad de Toronto ha escaneado y colgado en la red, para su consulta gratuita, una de las guías de Barcelona más antiguas que se conservan, la llamada Guía Dubà, llamada así por su autor, Miguel Dubà i Navas, decano de los maestros de las escuelas públicas de la ciudad, pero también novelista, autor de almanaques y de un ensayo de antropología y pedagogía.
En el curioso prólogo de Miguel Dubà califica a Barcelona como “La perla de la Corona de España”, por su acusado “ingenio industrial”. Además de las tarifas de los viajes en coche de caballos a otras poblaciones, llaman la atención los precios de los nichos y tumbas del cementerio. Junto al listado de farmacias, hay un relación de los medicamentos y pócimas más populares de la época, como el “bálsamo acústico” para la sordera, “el agua de África”, para usos cosméticos, o los habituales tónicos y purgas. Por cierto, sobre un vino tónico y un misterioso polvo que salvó muchas vidas les recomiendo entrar en los enlaces de este blog que les señalo abajo.
El publicista Dubà, para asegurar al turista que esta era una ciudad tranquila y laboriosa, no duda en poner ejemplos que hoy podrían levantar ampollas. Dice que “no hay tantos vagos como en Madrid”, “ni tantas desgracias como en Sevilla y Zaragoza”, también habla de la propensión a las armas en Valencia (?) y del contrabando en Málaga. El alcalde de entonces era un militar nombrado por Real Decreto, Tomàs Metzger i Milans, aunque estuvo en el cargo poco más de un año.
Una curiosidad, hay una referencia a la fiesta de Sant Jordi, pero habla de flores y juguetes como regalos, no de libros. Los libros empezaron a regalarse entre los enamorados ese día (23 de abril) a partir de 1930, que se empezó a celebrar el Día Internacional del Libro, en conmemoración de la muerte de Cervantes y Shakespeare.
Y además: Barcelona, guías urbanas, 1766-2004