Homenaje al alcalde republicano de Vallekas: NO todo vale
Por Iñaki Alrui. LQSomos.
Se ha celebrado en Vallekas un homenaje a Amós Acero, alcalde vallecano durante la II República, en coincidencia con el 81 aniversario de su fusilamiento, precisamente en el parque público que lleva su nombre. En el acto, que han organizado diversos colectivos y organizaciones sociales, políticas y memorialistas de Vallekas, también se hacía extensivo el homenaje a los miles de personas que fueron represaliadas por el régimen fascista. Recordemos el ensañamiento de la represión de los militares sublevados y de la dictadura franquista con este popular barrio.
Hasta aquí, todo bien, en esta misma página se anunció el acto, enmarcado en la lucha por la justicia memorialista. Y es un hasta aquí, pues justo el día anterior, la agrupación socialista de Puente de Vallecas sorprendía a los colectivos organizadores con el nombre del ponente que intervendría en el acto en su representación: Cándido Méndez…
Me hubiera gustado hablar en esta nota únicamente del acto, del homenaje, de las dialécticas, de las historias contadas, pero no he podido. Y eso que las intervenciones son de amigos, de compañeros de luchas. Pero la batalla del relato, es muy importante, y NO todo vale.
El exsecretario sindical
Cándido Méndez, exsecretario de UGT, no puede hablar en nombre de las víctimas del franquismo porque en su día escogió, libremente, ser cómplice de los criminales, cosa que éticamente se lo impide… Otra cosa es la falta de ética y de honradez del personaje.
NO todo vale, no vale el recuerdo de la memoria como algo que ya pasó, a olvidar, NO. La memoria democrática en el Estado español sigue luchando a día de hoy por la Verdad, la Justicia y la Reparación. La memoria está llena de víctimas, de familiares de desaparecidos y asesinados, de torturados, represaliados.
Cándido Méndez fue uno de los firmantes de la carta de apoyo y alabanzas hacia Rodolfo Martín Villa, que publicaron dos días antes de que prestara declaración, vía consulado, ante la jueza Servini de Cubría, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 1 de Argentina, que instruye la causa criminal 4591/2010, en el que se investigan los crímenes internacionales cometidos durante la dictadura franquista y la Transición (Querella Argentina). En dicho escrito, realizado con el objetivo de presionar a la jueza de manera tosca y burlesca, se alababa la labor política desarrollada por Rodolfo Martín Villa durante la Transición española. Las firmas de aquella carta, vergonzosa para la democracia española, estaban encabezadas por cuatro expresidentes de gobierno, otros tres ex secretarios de sindicatos y una lista de sirvientes lacayos del reino, fieles al régimen del 78.
Breves para Martín Villa
Martín Villa fue ministro de Relaciones Sindicales, integró el Consejo de ministros y ocupó una posición preponderante en esa estructura organizada de poder durante la época de la matanza de Vitoria en marzo de 1976. Luego desempeñó el cargo de Ministro de la Gobernación (Interior), máxima autoridad de la estructura jerárquica del Orden Público, para el tiempo en que tuvieron lugar los hechos de los Sanfermines de Pamplona, el 8 de julio de 1978.
La jueza argentina María Servini de Cubría considera a Martín Villa en primera vista, responsable penal del delito de homicidio agravado, reiterado en al menos cuatro oportunidades, del que resultaran víctimas los asesinatos cometidos en los sucesos de Vitoria en marzo de 1976: Pedro María Martínez Ocio, Rotulado Barroso Chaparro, Francisco Aznar Clemente, y en los Sanfermines de Pamplona, el 8 de julio de 1978, en los que fuera asesinado Germán Rodríguez Saiz.
Y en cuanto a otros delitos, la jueza sigue recabando pruebas para establecer la responsabilidad penal de este siniestro personaje. Servini de Cubría tiene solicitado a los tribunales españoles copias de los sumarios relativos a las muertes de Rafael Gómez Jáuregui, que se produjo en Rentería durante la represión que llevaron a cabo las fuerzas de seguridad en la Semana Pro Amnistía; de José María Zabala Erasun, que falleció en Hondarribia durante una manifestación; y de María Norma Menchaca, asesinada por grupos parapoliciales durante una marcha. Y también las actuaciones instruidas por el asesinato en Pamplona de José Luis Cano Pérez y copia de la historia clínica de Francisco Javier Núñez, ingresado en mayo de 1977 tras una brutal paliza recibida a manos de los antidisturbios en una manifestación en Bilbao; de Arturo Ruiz García, asesinado en la mañana del día 23 de enero de 1977, en la ciudad de Madrid, por un grupo de ultraderechistas identificados como Guerrilleros de Cristo Rey, mientras asistía a una manifestación convocada para reclamar la amnistía de los presos políticos de la dictadura franquista.
Ética para Amós Acero
El 16 de mayo de 1941 la dictadura franquista fusilaba a Amós Acero, maestro y alcalde de Vallecas en la II República, su delito fue el común de todos los represaliados, ser fiel a la Constitución Republicana, fiel a su pueblo, trabajar en la mejora de las condiciones de la vida de vecinas y vecinos de Vallecas, luchar contra el analfabetismo, contra el hambre… Amós Acero mantuvo su compromiso hasta el final y con su trabajo nos dejó un mensaje cargado de ética y honradez. Amós Acero era miembro del Partido Socialista que lideraba Largo Caballero. Cuesta mucho imaginar, a día de hoy, que Amós Acero se sintiera honrado con la presencia de un personaje que, amparándose detrás de unas siglas, apoya a un destacado miembro del franquismo. Porque eso es lo que hizo Cándido Méndez, el día que decidió firmar esa carta de apoyo a Martín Villa: ponerse de su lado. Y en ocasiones así, o se está con la víctima o con el verdugo… a este último abrazó Cándido Méndez en septiembre de 2020.
El legado de Amós Acero está muy por encima de siglas o de personajes oscuros, el histórico alcalde de Vallecas es patrimonio de todas las personas de bien que defienden el progreso social y la libertad, de todas las que nos reivindicamos como republicanas desde el convencimiento de transformar la sociedad en un mundo más justo. El legado de Amós Acero es también parte de todos los luchadores y luchadoras por la libertad asesinados durante la transición, a cuyos asesinos, ya fueran bandas fascistas, parapoliciales o fuerzas del ‘orden’ les cubría el manto de la impunidad tejido entre otros por Martín Villa, ideólogo y cómplice de la represión contra la disidencia en la transición.
Tal vez hoy hubiera acudido a este homenaje Ángel Almazán Luna, vecino del barrio asesinado en 1976 a palos por la policía en la calle Fuencarral, o Vicente Cuervo, asesinado por fascistas a 500 metros del parque donde se celebraba el homenaje, o Yolanda González Martín que estudiaba en el barrio, quien sabe si también se hubieran acercado esa treintena de jóvenes asesinados en los años sangrientos de la transición en las calles de Madrid: Carlos González Martínez, Arturo Ruiz García, María Luz Nájera Julián, Ursino Gallego-Nicasio, Andrés García Fernández, José Prudencio García, José Luis Alcazo, Emilio Martínez Menéndez, José Luis Montañés Gil, Jorge Caballero Sánchez, Arturo Pajuelo Rubio, Juan Carlos García Pérez… Todas y todos se comprometieron con su momento histórico, como lo hizo Amós Acero…
“Sabemos que frente al pelotón de fusilamiento franquista, se negó a que le colocasen la venda sobre los ojos, supo mirar de frente a los desconocidos ejecutores de una venganza, con la misma solidez y claridad de espíritu con que había mirado siempre a la vida durante 47 años.”
Tristeza, con toques de rabia, para esta nueva manipulación sobre el relato de la memoria colectiva, enturbiando con la participación de personajes como Cándido Méndez la digna historia del alcalde Amós Acero.
Seguimos. Verdad, Justicia, Reparación.
Texto leido por la Plataforma de Vallekas por la Escuela Pública, clic aquí
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Es indignante ver la insistencia de querer aparecer como víctima y verdugo a la vez, y más en un asunto que no se puede.
Los firmantes del Pacto de la Moncloa, firmaron la Ley de Punto Final, una ley, que los milicos argentinos quisieron copiar para salir indemnes de la masacre cometida contra su propio pueblo y no coló por los Tribunales Internacionales.
Aquí en España, que se las dan de más listos que el hambre los que firmaron el Pacto de la Moncloa, quieren vender esa bajada de pantalones como la más honrada de las cuestiones, e insisten.
Ya vimos en aquellos años que es lo que les pasó a esos partidos PSOE y PCE, los más relevantes en la izquierda y sus centrales lecheras, correas de trasmisión, CCOO y UGT.
Lo que pasó fue que los viejos que venían de los partidos originales de antes de la guerra civil, se desvincularon de estos partidos “modelnos” de amplias tragaderas, formados por gente más bien de manos largas, en las que su honradez y la de sus organizaciones han quedado enfangadas hasta los ojos y hoy día dan paso a vox en su feudo andaluz. Que en el de Vallekas ya lo dieron contra Carmena en favor del “carapolla”, como se conoce al Alcalde por estos lares, que en cuestión de la Memoria Histórica ya quitó la placa de los fusilados del cementerio de la Almudena (Amós Acero incluido) que la anterior alcaldía había puesto.
Hay que tener un rostro de hormigón armado para jugar con los muertos de esa manera.
¿Por eso es por lo que tanto insistían ya desde el exilio estos partidos, en que no hubiese venganza en caso de llegar a un acuerdo con el régimen fascista? Presionando así a los demás grupos antifascistas. Porque por parte de los grupos fascistas sí que ha habido venganza, y muchas. Vamos, que aún no han parado.
¿O era todo por la pasta?
Va a ser eso. Porque por dignidad no es.
Estoy totalmente de acuerdo con el texto que habéis escrito y apoyo el que se impidas Cándido Méndez tener el mínimo protagonismo en el homenaje al alcalde Amós Acero. Por dignidad!