Hoy es 25 de noviembre: una mujer asesinada cada 10 minutos
Por Cristina Ridruejo*
Lo más difícil de esta lucha por algo tan básico como que NO NOS MATEN, que no nos maltraten ni nos violen, es que consiste en luchar contra una hidra de millones de cabezas. ¿Cómo luchar contra esto? No hay un enemigo, porque el enemigo es toda la estructura social
Según la ONU, en el mundo el 35% de las mujeres sufren o han sufrido algún tipo de violencia de género, porcentaje que se duplica en situaciones de conflicto o crisis humana, llegando hasta un 70%. Cuando hablamos de violencia contra las mujeres, estamos hablando de asesinatos, del asesinato de sus criaturas por violencia vicaria, de malos tratos, de mutilación genital, de violaciones y agresiones sexuales, de trata de personas y de explotación sexual.
Tasa de feminicidios en el mundo
Hay muchas más cosas que se consideran violencia en otros grados aunque, yo personalmente, igual que Miguel Urbán insiste en que no se debería llamar fascista a cualquier cosa, para no difuminar la palabra y por respeto a las víctimas de los fascismos de los años treinta y cuarenta, prefiero acotar. Prefiero dejar para otras categorías los micromachismos, la discriminación laboral y demás, por no difuminar el sentido de lo que es “violencia” y por respecto a las millones de mujeres víctimas de la violencia física.
Las diferencias de unos países a otros son muy grandes y, sin embargo, la violencia contra las mujeres es un problema universal, ocurre en todas partes del mundo en mayor o menor grado. Y quiero dar algunos datos para que tengamos en mente la magnitud del problema, porque muchas veces estamos enfrascadas en nuestra percepción local de la situación de las mujeres y se nos olvida que el mundo es muy grande y muy diverso.
«Cada 10 minutos, una mujer murió a manos de su pareja o de un familiar en 2023», según ONU Mujeres. Durante el año pasado, la cifra total de mujeres asesinadas fue de 89.000, de las cuales casi 49.000 a manos de su pareja o de un familiar (1).
Según Feminicidio.net (2), en el estado español llevamos 83 feminicidios en lo que va de 2024. En 2023 hubo 103 (de las cuales solo UNA no conocía a su asesino), lo que me lleva a pensar que si se analizaran más detalladamente los datos mundiales, de esas 89.000 habría que ver cuántas no conocían a su asesino. En cualquier caso, estamos en el grupo de los países con una tasa de feminicidios más baja, hay países cuya tasa es diez veces mayor que la nuestra, por ejemplo Sudáfrica, Namibia, Myanmar, Jamaica, México. Entre los peores hay países por todas partes del mundo y de diferentes niveles de ingresos. Por ejemplo la tasa de feminicidios en EEUU no es de las peores, pero es el doble que la de Tanzania o Bolivia (3). También es cierto que las comparativas mundiales tienen la dificultad de que cada país recuenta a su manera, facilitan datos solo cada X años o directamente no facilitan datos. Pero de los datos que sí tenemos, esas son las conclusiones.
En resumen, aunque con grandes diferencias, esto ocurre en todos los países, en todas las franjas de edad y en todas las situaciones económicas. Igual que los malos tratos y las violaciones. En el estado español se denuncian 14 violaciones con penetración al día, es decir, una cada dos horas, y 55 agresiones sexuales al día. Unas agresiones que no dejan de aumentar, según el Balance de Criminalidad de Interior, que señala un aumento de casi cinco puntos respecto a 2023. Entre enero y junio de 2024 el total de denuncias por delitos contra la libertad e indemnidad sexual han crecido un 4,8 % hasta las 10.010, es decir, más de dos denuncias por agresión sexual a la hora (con y sin penetración). (4).
Quiero mencionar también un tema del que no se habla tanto aquí porque no es un problema propio de nuestro país, pero que es brutal y marca la vida para siempre: la mutilación genital femenina. En los últimos 25 años se ha reducido bastante la práctica, pero como en todos los demás avances, en los últimos 2-3 años está habiendo un repunte y se estima que cuando acabe 2024, habrán sufrido la mutilación genital unos 4,5 millones de niñas (5), lo cual no solo es una atrocidad al cometerlo, sino que conlleva secuelas para la salud y la psicología que duran toda la vida.
No voy seguir con la ristra de datos sobre todos los tipos de violencia a nivel mundial, pero creo que todas somos conscientes de la gravedad del problema.
¿Por qué ocurre esto? Obviamente hay muchos factores, pero creo que este es uno de los importantes. Todas estas formas de violencia parten de la idea, que debería ser caduca pero está vigente, de que la mujer es una propiedad del hombre. ¿Y cómo definimos la propiedad? En derecho habitualmente se considera que el derecho de propiedad pleno comprende tres facultades principales: uso (ius utendi), disfrute (ius fruendi) y abuso (ius abutendi), distinción que proviene de la interpretación medieval del derecho romano. En filosofía se suele abreviar en las dos principales: derecho de uso y abuso. Es decir, cuando un objeto es de tu propiedad, puedes hacer con él lo que quieras, incluyendo dañarlo o destruirlo. Esta es la lógica, que viene de la Edad Media, rige nuestra sociedad en mil aspectos, y ahí podríamos hablar de cuestiones sociales, económicas, extractivas, ambientales: puedo destrozar esto porque es mío, puedo cargarme estos recursos naturales porque son míos, y en lo que respecta a las mujeres, el tristemente famoso “la maté porque era mía”.
Esto del concepto de propiedad me lleva a un caso concreto que este año en particular, en este 25N, tenemos que mencionar: el caso de Gisèle Pelicot. Este personajucho infame se sentía propietario de su mujer, con derecho de uso y abuso.
Dominique Pelicot dijo el otro día, en su último alegato ante el tribunal: “Si llegué a hacer lo que hice a través de personas que voluntariamente aceptaron lo que propuse, admito que fue para someter a una mujer rebelde“. Ojo al dato, porque esto lo dice él mismo como defensa (!!!) porque piensa, él o su abogada, que ese argumento hará que empaticen con él, como si decir que Gisèle era una rebelde fuera un argumento que justificara esa tortura a la que la ha sometido durante años. Pero lo más terrible no es que este señor piense que ese argumento le va a granjear simpatías, lo más triste es que probablemente lo haga, independientemente de que la condena no se la quita nadie.
Y lo creo porque veo cómo se desarrollan las cosas. Sabemos que Gisèle decidió que el juicio no se celebrase a puerta cerrada, para que su caso sirviera para poner este tema sobre la mesa e impulsar un cambio social en su país. Valiente Gisèle. El lema de la movilización feminista en Francia al hilo de este caso ha sido: “Que la vergüenza cambie de bando” (“La honte change de camp”). Sin embargo, hay que decir que en la mayoría de los medios de comunicación, los rostros de los 52 violadores entrando o saliendo del tribunal se pixelan, incluso los de aquellos que se han confesado culpables. ¿Se pixelan para proteger su intimidad? ¿De verdad? ¿La intimidad de unos violadores que han despedazado la intimidad de Gisèle? Y por otro lado, del marido, Dominique Pelicot apenas se difunden imágenes, salvo retratos de juicio hechos a la acuarela. Para que la vergüenza cambie de bando, se tendría que difundir a todas horas el careto de este torturador y de sus secuaces, en cambio buscas en Google Imágenes el nombre del marido (Dominique Pelicot) y te salen doscientas fotos de ella, no de él.
Y es que en este momento concreto estamos en pleno retroceso. Hemos vivido una era de grandes avances para la igualdad y el feminismo, muchas luchadoras progresando en ciencia, cultura, deportes, política, activismo, en todos los campos. Y la reacción violenta del patriarcado ante el auge del feminismo era de esperar: confirma que estamos dando en la diana. Si el patriarcado no se revuelve, es que no le estás haciendo daño. Ahora tenemos que acorazarnos y superar esta reacción.
Lo más difícil de esta lucha por algo tan básico como que NO NOS MATEN, que no nos maltraten ni nos violen, es que consiste en luchar contra una hidra de millones de cabezas. ¿Cómo luchar contra esto? No hay un enemigo, porque el enemigo es toda la estructura social que lleva a muchos hombres a considerarse amos (y a muchas mujeres a aceptar una posición secundaria). Por eso el cambio es tan complicado, porque es un cambio sistémico.
Hay dos frentes claros:
∗ IGUALDAD. Luchar contra todas las formas de discriminación es fundamental porque el objetivo es una sociedad en que no se considere a la mujer una propiedad ni un ser de segunda, sino una igual, y es entonces cuando los hombres dejarán de ejercer violencia. Es decir, no se puede luchar únicamente contra la violencia sin lidiar con las discriminaciones en todos los ámbitos, porque esa es una de las principales causas de que haya violencia. Buscar sociedades más justas y con igualdad salarial, igualdad de prestigio social, igualdad en los cuidados, libres de micro y macro machismos. Todo lo que se reclama cada año el 8M (y durante todo el año, por supuesto), es crucial para el 25N, para acabar con la violencia contra las mujeres.
∗ PEDAGOGÍA, educación, no solo en la escuela, a todos los niveles: para la población infantil, juvenil y adulta. Incluyendo iniciativas de prevención y pedagogía dirigidas a hombres y niños. Según ONU Mujeres, en su análisis de todas las leyes, políticas e iniciativas que toman los países en todo el mundo para frenar la violencia contra las mujeres, solo una de cada diez iniciativas se dirige a los hombres o niños, y así no vamos a ninguna parte. Hay que subir al carro a los hombres.
Recordar que hoy lunes 25N tendrán lugar manifestaciones por todo el mundo. Una de ellas será la convocada por la Comisión 8M (a las 19h de Atocha a Cibeles-Alcalá), bajo el lema JUNTAS EL MIEDO CAMBIA DE BANDO: Contra el sistema patriarcal y todas las violencias machistas.
Notas:
1. ONU Mujeres, campaña 25N
2. Datos de feminicidios en el estado español, con registro detallado de casos y circunstancias
3. Mapa interactivo. Tasa de feminicidios por país
4. Datos violencia sexual en el estado español
5. Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, 6 de febrero
6. Mapa interactivo iniciativas públicas frente a la violencia contra las mujeres
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* Miembro del colectivo editorial LoQueSomos
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