Incendies

Frikitamare*. LQSomos. Diciembre 2014

Las matemáticas atroces, sin domesticar, allí dónde la lógica es insuficiente y las muletas no sirven.-

Donde uno tiene que tirarse rodando si quiere aprender. Y descubrir el propio instinto entre golpes, piedras y curvas.
Si quieres que tu piedra lleve un nombre has de ganarte la tumba.

Para enterrarla desnuda tenéis que limpiar la mente.
Para limpiar la mente habrá que ver la verdad.
Para ver la realidad hay que desprogramar la mente.
Y para que la mente sea un espejo, y no un proyector, hay que ser muy valiente.

La paz esta al final del túnel de la propia luz.

Parte desde cualquier punto hacia cualquier aventura.
Pero que el punto sea real, sino jugamos a lo mismo.

De pronto desapareció a ojos de todo el mundo.
La magia transparente de quien desaparece estando.

Los cabezaviejos reducen el mundo a sumas y restas de cuatro elementos.
Vete a aprender para abrir la cabeza y escapar de este tormento que nos hacemos los unos a los otros.

Hacedores de infiernos de piedras y estupidez.
Escápate de la miseria de repetir patrones sin imaginar quien eres.
Sálvate del personaje que esculpió tu propio miedo hasta taponar tu alma.

Rastrea hasta encontrar los ecos de tus propias zancadillas.
El origen del sabotaje que firmas en cada suspiro.
La culpa que impide respirar desde el centro de la propia conciencia, que es el único modo de respirar aire limpio.

Te condeno en mi cabeza, te juzgo y te pego un tiro.
Y quemo tu cadáver para eliminar los restos de mi locura.
Mi rabia es contra mi mismo por alejarme del amor, pero me revienta tanto verlo que invento que eres un hijoputa.
Y te borro de este mundo como quien rompe un espejo para no tener que verse. Y luego rompe mil mas para seguir sin mirarse.

Quién tenga la culpa de todo, a ese le guardo una bala.
Necesitando concretar para no volverme loca.
Necesito un mapa hacia la cordura aunque este señalado con sangre.

Dos mujeres unidas y separadas por el cordón umbilical buscan al hijo y al padre, al hombre que ya no está.
Para no dejar rastro se llama al fuego.
Pero el fuego crea humo y da cenizas.

Dos actrices guapas con unos ojos tremendos que encierran dos almas detrás.
Una película arrolladora, extraordinaria. Un relato muy potente.
Un poema de amor con un cuchillo en cada verso.

A mi me sorprenden estas películas adultas que saben qué están contando y no quieren justificarse sino soltar el propio canto.
Películas con una mirada que respeta las miradas de quienes la leerán y lo tratan como una unidad de conciencia y no como un mínimo común denominador.

Que me entierren desnuda y sin caja, os lo pido por favor.
Si me entendierais sabriais que así he de dejar el mundo.

Cantar aquí es soltarse desde la boca para sobrevivir.

Cuando completo mi encuentro me repliego en el silencio del koan infinito que deja la mente en blanco cansada ya de la historia del títere del propio mundo.

Entender la complejidad es aceptar al otro con sus aristas y con sus huecos. Y entender que entender es un acto de amor y de fé, un confiar en la divinidad del otro incluso más allá de sus actos.
Amar es aceptar desde la paz que otorga el entender. O la paz incluso del rendirse y aceptar el no entender por completo a cada persona y su mundo con todos sus vericuetos.
Pero es cierto que entender nos da descanso y nos abre a la empatía de ver desde los ojos del otro, que también es sabiduría.

Si ella pudo romper el hilo de la ira, todos podemos, esta tan claro que la luz es transparente.

“El silencio es para todos la verdad”

* 7 masa crítica