¿Qué quedó del espíritu del 45? Nueva película de Ken Loach
La última película del director de cine Ken Loach revive el año en el que los británicos “vivieron como socialistas” y desarrollaron el Sistema Público de Salud la propiedad estatal y el concepto de bien público (no privado). En el citado artículo se define ese espíritu del 45 y se dan testimonios de personas que aún recuerdan el nacimiento de una nueva era.
Ray Davies, un veterano de guerra de 83 años, un hombre fuerte, elocuente y digno, que fue concejal por Caerphilly durante 50 años, recuerda que en 1945 tenía 15 años y ya llevaba dos trabajando en las minas de Gales:
“En aquellos días lo más importante era el carbón, no la seguridad“, dice. “Estábamos trabajando en el pozo cuando nos llegó la noticia: los laboristas habían ganado las elecciones con una mayoría aplastante”. A los mineros, tipos fuertes y duros, se les saltaban las lágrimas. Decían: “Ray hemos soñado con esto toda la vida; el control público del ferrocarril, de las minas y de la banca, de los empleos y de la vivienda. Vamos a tener servicios sanitarios.” Ray todavía se emociona al recordarlo. “Cuando acabó la guerra debíamos billones a los americanos, no teníamos nada, pero dijimos: “¡a la porra con la deuda, vamos a levantar el país!” ¡y así lo hicimos! La esperanza de vida media para un minero era de 42 años. Después empezó a aumentar. Era maravilloso ver cómo las cosas mejoraban para los hombres y las mujeres del pueblo”
El manifiesto de los laboristas en las elecciones de 1945 incluía la cláusula IV, posteriormente suprimida por Tony Blair, que prometía “garantizar a los obreros los frutos de su trabajo, manual o intelectual… sobre los principios de la nacionalización de los medios de producción, de distribución y de comercialización.” El manifiesto también proclamaba un programa de vivienda de rápida y extensa aplicación, para que todas las familias tuvieran un hogar digno. “El país estaba arruinado, destrozado, físicamente arrasado, pero no sometido”.
Para realizar “el Espíritu del 45” Loach ha investigado en archivos regionales y nacionales y ha encontrado imágenes y grabaciones de sonido que muestran, muy gráficamente, un país decidido a construir una comunidad diferente sobre los escombros de la guerra, y a formar un nuevo tejido social. “Juntos ganamos la guerra” dice Loach. “Juntos conseguimos la paz. Si juntos pudimos llevar a cabo campañas militares, ¿no podríamos construir casas, crear un sistema de salud y fabricar los bienes necesarios para la reconstrucción? El espíritu de esa época sirvió de guía a nuestros hermanos y hermanas”
El nuevo primer ministro, Clement Attlee, y el ministro de vivienda y sanidad, Aneurin (Nye) Bevan, evocaron la imagen de la construcción de una “nueva Jerusalén” y la necesidad de planificar y justificar un programa masivo de nacionalizaciones. Las carreteras, el ferrocarril, el acero, los puertos, el carbón, los servicios, todo pasó a manos del estado. El mayor y más duradero de los logros obtenidos fue el Sistema Público de Salud en 1948. “Nos dimos cuenta de que los únicos que podíamos ayudarnos, éramos nosotros mismos: el pueblo”, afirma Ray Davies.
Según Loach, su principal motivación para hacer el documental fue la de evitar que los logros de la generación de Attlee se vieran reducidos a una mera nota a píe de página del thatcherismo. “La gente habla continuamente del thatcherismo”, aclara. “Creí que era importante recobrar la memoria de aquellos que levantaron el espíritu del 45, a los que se ha borrado prácticamente de la historia. Hoy en día la economía y los mercados lo inundan todo. Es hora de recordar la importancia de la propiedad estatal, de los servicios públicos, del valor de trabajar juntos, colaborando, no compitiendo.
El filósofo americano Michael Sandel advierte en un artículo del daño que supone para la sociedad civil dar excesiva importancia a los mercados, ya que las personas se convierten en consumidores en lugar de en ciudadanos.
Los médicos se habían opuesto frontalmente al Sistema Público de Salud y la Asociación Médica Británica advirtió de que el secretario socialista de salud se convertiría en una especie de “führer sanitario”. Nye Bevan negoció con los que se le opusieron, permitiendo a los médicos seguir con sus consultas privadas, y como él dijo, “tapándoles la boca con oro”. Sin embargo, como ilustra el documental de Loach, algunos médicos fueron grandes defensores de un servicio universal que no estaba basado en los ingresos de los pacientes.
Después de haber analizado los logros, los compromisos y los fracasos de “la nueva Jerusalén”, como llamaron Attlee y Bevan a ese periodo de postguerra, Loach aborda en su película la llegada de Margaret Thatcher al poder en 1979 y el rápido desmantelamiento de aquellos logros obtenidos durante los seis años de gobierno laborista que la precedieron. Margaret Thatcher defendió una ideología totalmente diferente, aplicando políticas de bajadas de impuestos, de libre mercado, neoliberales y antisindicalistas; en definitiva, unas políticas basadas en el dinero, no en la sociedad.
Los 13 años de gobierno laborista que siguieron a la era Thatcher, presididos por Tony Blair y Gordon Brown, no cambiaron la tendencia. El documental ilustra cómo, bajo el Nuevo Laborismo, el individualismo acabó con el impulso colectivista y el sector privado se coló en la última de las industrias nacionalizadas: el Sistema Público de Salud. “La economía es la solución”, afirmaba Margaret Thatcher en una entrevista en 1981. “El objetivo es cambiar el corazón y el alma.”
En 1984 acabó con el sindicato de mineros, poco después British Telecom, British Aerospace y British Gas volvieron a sus accionistas. El acero, el agua, Rolls Royce y British Airways se privatizaron. Desaparecieron millones de empleos. En 1980 se externalizaron los servicios de limpieza y de comidas de los hospitales. Los mercados empezaban a introducirse en los servicios de atención sanitaria. La calidad de los mismos se resintió, disminuyendo el número de personal, como indica una enfermera de Unison, un hospital psiquiátrico de Bolton.
Lo que el documental no llega a abordar es el proyecto de ley, de marzo de 2012, para la reforma de los servicios sociales y sanitarios del Sistema Nacional de Salud, al que se oponían 25 de las 26 facultades de medicina. El pasado mes de marzo el gobierno publicó unas nuevas normativas que, según denuncia el Real Colegio de Médicos, “tendrán como consecuencia, la privatización, sin tener en consideración la voluntad del pueblo. Una vez las normativas se pongan en marcha, los proveedores privados adquirirán derechos que harán imposible frenar su intrusión económica y política.”
“Si se privatizan los servicios sanitarios, perderemos algo que no tiene precio”, afirma el profesor Keen. “No todo gira alrededor de los intereses materiales. Los seres humanos también tienen un sentido social”
* Traducido por Ana Calahorra para CAS
Basado en el artículo: The Spirit of 45: where did it go? Fuente: http://www.guardian.co.uk/film/2013…