La feria de la muerte en Madrid
Por Jorge Izquierdo*. LQSomos.
La feria de la muerte en Madrid. Haciendo la guerra con Inteligencia (Artificial)
La pasada semana he respirado tranquilo. Alberto Garzón, Ministro de Consumo del Gobierno de España, ha descubierto que en el Casino se juega, y que, en pleno 2023 y terminando la legislatura, era “urgente ponerse en contacto con las principales empresas propietarias de las redes sociales para trasladarles nuestra preocupación por cómo el diseño de estas aplicaciones afecta negativamente a la salud de los jóvenes, convirtiéndose en una adicción sin sustancia“.
Salí a la calle y se afianzó mi sentimiento de universalidad: todos éramos unos completos imbéciles pero podíamos estar tranquilos, nuestro Ministro de consumo se mostraba vigilante y atento frente a estas nuevas modas de las llamadas redes sociales. Y cuando el Ministerio de consumo se preocupa las multinacionales norteamericanas tiemblan. Una preocupación de Alberto Garzón en Madrid puede provocar un huracán en EEUU Ojalá, pero todos sabemos que no es precisamente así.
La ciencia avanza una barbaridad, el capitalismo también pero la administración pública no tiene nada que envidiar a la España de Larra. Así, empeñado en demostrar que siendo todos imbéciles, los de izquierdas somos todavía más imbéciles, el Gobierno más izquierdista de la historia se muestra tan lento y tibio que aún queriendo ser optimista a uno le provoca vergüenza ajena escuchar a Garzón. Hay que ser muy imbécil para permitir a un ministro que se califica de comunista hable empresas propietarias antes que mencionar, una a una, a las multinacionales con las que, según dice, se ha puesto en contacto. Podría darse el caso que alguien, no tan imbécil, preguntase al Ministro cómo se dirigió a las empresas propietarias para transmitir su preocupación. ¿Quizás utilizando cada una de las cuentas de las redes sociales del Ministerio? Sería un buen fin de legislatura. Un ministro comunista escribiendo un Tweet a Twitter en el que se muestra preocupado pues acaba de descubrir que estas aplicaciones están pensadas para retener al usuario. Posteriormente el Ministro en cuestión escribiría un tweet donde dejaría las cosas claras:
No es un problema de tecnología, sino de diseño o modelo. Aplicaciones pensadas para retener al usuario tanto tiempo como sea posible y con un sistema de gratificaciones instantáneas que interfiere en el desarrollo social normal de los más jóvenes. Un fenómeno que rima con el de las apuestas instantáneas. Cada vez hay más evidencia científica que demuestra los perjuicios para los jóvenes: cuadros de ansiedad, depresiones, frustración, dificultad de gestión emocional, coste de oportunidad… En adultos puede percibirse como pérdida de tiempo, pero en los menores el impacto es mucho más amplio y grave.
Las empresas tecnológicas pueden y deben modificar estos diseños para proteger a la población más vulnerable.
Y los gobiernos debemos diseñar normas que logren ese objetivo.
Se trata de un comunicado imbecillis, débil, pusilánime. Aunque se habla abiertamente del problema, no se menciona la tardanza en descubrir la gravedad del mismo. Lo de que hable de los gobiernos en plural me reafirma: sabe o intuye que los ciudadanos somos imbéciles y quizás podamos creernos que existen varios gobiernos. Esto es: el gobierno no soy yo. Pero seamos optimistas, vamos avanzando. En los años 90 del siglo pasado, Felipe González, siendo presidente del gobierno, negaba cualquier crisis económica y para demostrarlo mostraba orgulloso el millón de nuevas líneas telefónicas que se habían dado de alta en el país. Aunque con retraso, Garzón reconocía el problema.
En fin. El optimismo me duró poco. Levanté mis ojos universales hacia el cielo y vi una nube negra. Presentí la posibilidad de que volviese a llover de nuevo. Era sorprendente que nadie pareciese darse cuenta pese al espectáculo que se estaba produciendo: nos estaban meando. No tuve muy claro si se trataba de la orina de Margarita Robles, esa pedazo ministra de defensa o una mezcla de los gobiernos de los que hablaba el Ministro Garzón. El caso es que no era necesario probar el sabor de las gotas, simplemente bastaba con olfatear el aire que flotaba por todo Madrid. Seguí el rastro, me dejé llevar por el olor y terminé en el IFEMA y su feria de la Muerte.
La feria de la muerte, esto es, la Feria Internacional de la Defensa y la Seguridad se celebra cada dos años desde no hace mucho en la capital. Ha sido este año y aprovechando que la guerra pasa por Ucrania (ya sabéis ese sitio donde hay personas que son como nosotros y que están siendo atacados por personas que aunque se parezcan a nosotros: no son como nosotros) Madrid ha celebrado su feria de la muerte más numerosa, medio millar de empresas de esos 25 países que son personas como nosotros y se dedican a mear y vender muerte a los otros 150 países del mundo.
La feria internacional de la defensa y la seguridad de 2023 ha sido la mayor feria armamentística que se ha celebrado en España hasta el momento.
Que el 17 de mayo de 2023, La ministra de Defensa, Margarita Robles, inaugurase la 3ª edición de la Feria Internacional de Seguridad y Defensa, en plena campaña electoral puede demostrar muchas cosas. La primera es que somos imbéciles y los gobiernos lo saben. El 17 o 18 de mayo todo el país andaba hablando de las divertidas propuestas de ese muñeco de guiñol que es Isabel Ayuso (luchar contra el cambio climático con macetas en cada terraza madrileña) mientras en ese mismo Madrid se cerraban contratos millonarios para comprar y vender armamento para estar más seguros… y cumplir a rajatabla aquella exigencia de Trump y de la OTAN: hay que destinar el 2% del PIB en “defensa”.
Así, mientras se representaban los debates electorales de guiñol en los que todas las izquierdas golpeaban al señuelo Ayuso, en Madrid desembarcaba un siniestro señor: Peter Thiel un multimillonario creador de Paypal, inversor principal de Facebook y amigo incondicional de Trump. El señor Thiel es el propietario de una empresa llamada Palantir que quiere llevar la Inteligencia Artificial al campo de batalla. La empresa del Thiel, fundada en 2003 y teniendo como principal cliente a la CIA, estuvo en la Feria de la Muerte de la mano de su gurú y estrella de la Inteligencia Artificial, el señor Alex Karp, según la prensa el responsable de capturar a Bin Laden (aunque uno diría que Bin Laden más bien fue asesinado) y la persona que está marcando las reglas en la guerra de Ucrania.
Además de hablar en Madrid en la feria de la Muerte ¿el señor Alex Karp y su empresa Palantir (enlace en inglés, el artículo en español está muy desfasado) firmaron algún contrato con España? No lo sabemos, el bosque de Ayuso no nos deja ver el árbol de una empresa que hace programas informáticos para la CIA, el FBI y ahora también para hacer la guerra inteligente.
Si ya es horrible comprar y vender armamento que solamente sirve para matar ahora nos traen las guerras… inteligentes.. Pero no son inteligentes por utilizar la (mal) llamada Inteligencia Artificial sino porque ¿Hay algo más inteligente y perverso que después de un asesinato poder culpar a un algoritmo?
#FeriaDeArmas #FEINDEF23 #FueraSeñoresDeLaGuerra #InteligenciaArtficial
* Bracero de la tecnología, obrero del software y mecánico cualificado en esta Web, miembro y parte del Colectivo LoQueSomos. Creador en Wikimedia. Más artículos del autor
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