La llama de América: a Simón Bolívar, por Julián Lautaro
En la libre Abya Yala, la conquista, inclemente,
de corona, espada y cruz, sembraba terrible muerte.
Los saqueos, las matanzas, comenzaron con Colón.
Fue una “traición” a tu clase, enfrentar dominación.
Por Libertad e Igualdad, desconociste la calma,
y en Ecuador, Manuelita, se ha adueñado de tu alma.
Toda fortuna perdiste, heredada por mantuano,
al enfrentar a los godos, te sentiste americano.
En tierras orientales, surgió otro revolucionario,
Artigas era su nombre, y atacó el problema agrario.
Una carta te escribió: Luchamos contra tiranos
que intentan profanar, nuestros derechos sagrados.
Cruzaste la Cordillera, al igual que San Martín,
la unidad contra el realista, sellaron en Guayaquil.
Libertadores y pueblo, abrazados en la hazaña,
terminaron hostigados, por oligarquías cipayas.
II
Exclamó José Martí, con palabras incendiarias,
Con su pluma aguda y firme, que otras veces fue guadaña:
Así de hijo en hijo, mientras la América viva,
El eco de tu nombre resonará en nuestras entrañas!
Sandino se embanderó de sueño bolivariano,
al General de Hombres Libres, millones lo acompañaron.
Nicaragua expulsó al yanqui, que se escapó derrotado.
La aristocracia elitista, a traición lo ha asesinado.
A “hacer creación heroica”, Mariátegui nos llamaba,
la enseñanza rodriguista, en el Perú retomaba.
“O inventamos o erramos”, sentenció un sagaz Simón,
sembrando de Libertad, a tu ardiente corazón.
Nos advertiste del Norte, y su avaricia siniestra,
estuviste en Nicaragua, Salvador y Sierra Maestra.
Para liberar a Cuba, en eso llegó Fidel.
A través del gran apóstol, has guiado también a él.
III
A fuego has impactado, en el sentir popular,
nuestra cultura plebeya, nunca te habrá de olvidar.
El Gabo desde Colombia, en laberintos te traía,
Con Los Olimareños, volvías hecho melodía.
Con su guitarra encendida, el chileno Víctor Jara,
cantaba continuidades, de la lucha americana:
“Bolívar le dio el camino y Guevara lo siguió,
liberar a nuestro pueblo del dominio explotador.”
En los procesos de cambio, has estado omnipresente,
visitando también Chile, con el compañero Allende.
“Padre nuestro” te llamó la pluma de Pablo Neruda,
si el pueblo blandía tu espada, ¿habría habido dictadura?
Bolívar “no es un santo para prenderle una vela”,
se escuchaba en cerranías el verbo de Alí Primera.
La opresión yanqui en tu país, estalló en el Caracazo,
contra el plan neoliberal, explotaba un gran rechazo.
IV
Un militar sabanero, conspiraba ya en tu nombre,
Tres años después actuó, y se hizo cargo como hombre.
El líder bolivariano, encendía llamas ardientes,
enarbolando tu ejemplo, ante millones de gentes.
Argentina 2002, plena agitación asamblearia,
tu influjo me acompañaba, en tardes de discusión.
Junto a tu figura ecuestre, en el parque rivadavia,
unos pedían sus ahorros; otros, revolución.
La novel Bolivia libre, se dio su nombre en tu honor.
Te confiaron Presidencia, y primer Constitución,
El indígena oprimido, al que quisiste ayudar,
hoy esta fuerte con Evo, y quiere al país refundar.
Buscando construir la unión, propusiste anfictionía,
y una Confederación, desde México a Argentina.
Menos azufre se olió, cuando enterramos al ALCA,
y volviste a la ofensiva, con la realidad del ALBA.
V
En 2002 irrumpía, tu impronta siempre vigente,
en tu amada Venezuela, contra el golpismo asesino.
Desde los cerros bajaron, comprometidos, concientes,
para reclamar la ausencia, del presidente querido.
Batallones militares, propio pueblo uniformado,
honraron tu santo nombre, desoyendo al Alto Mando,
apuntaron los fusiles, contra el palacio usurpado,
y rescataron a Chávez, el líder bolivariano.
El Comandante gobierna con tu idea y pensamientos,
para atacar al letal, al imperialista infierno.
Misiones, poder popular, la felicidad que avanza,
construir el socialismo, es la vital esperanza.
En el mar no has arado, hay millones de señales,
desde el Orinoco al Plata, como uniendo sus caudales,
en infinidad de pechos, Patria es candente pasión,
y en pleno Bicentenario ¡Bolívar es Revolución!