La santa PPreocupacion
Patxi Ibarrondo*. LQSomos. Junio 2015
Hay gente que tiene muy mal perder electoral y no sabe apearse de su círculo vicioso. En estos momentos, la consigna para todo aquel que mame de la teta del Partido Popular es “su preocupación por la alianza del PSOE con fuerzas radicales”. Naturalmente, Rajoy y sus Preocupados lo están porque esos pactos le están haciendo perder al PP una sangría de alcaldías y comunidades autónomas en todo el territorio nacional. Lo suyo es, naturalmente, según ellos, “una preocupación por España”. No es una preocupación por perder el chollo y volver a ser nadie.
De tanto repetirse a través de la historia, lo que mejor sabe hacer la desilustrada y cerril derecha española es robar lo público y envolverse en la bandera borbónica nacional. Ahora que se acabó el bipartidismo y su tómbola benéfica del nepotismo sin cuartel, convendría recordarles que nunca ha habido en esta España tantos imputados del PP por la justicia (que no es soviética) por afanar lo que no es suyo sino de todos.
El mantra “estamos preocupado por el radicalismo de Podemos” persigue amedrentar a los dirigentes socialistas y así tomar aliento y recuperarse del reciente batacazo electoral. Y así, recuperar la iniciativa, para echarlo todo en el asador en las elecciones generales. Meter el miedo en el cuerpo a los electores, proponiéndose como garantistas de la paz social “frente a las aventuras que nunca se sabe cómo terminan”… etcétera.
La “preocupación” del PP se manifiesta con diferentes estilos, aunque todos ausentes de “fair-play”. No saben ni disimular la rabia: el estilo insultón y ponzoñoso de la Aguirre, el arrabalero y cutre de Rita Barberá… La derecha tiene y siempre ha tenido muy mal perder. Si no estuvieran ellos en el gobierno estatal, ya estarían conspirando para obsequiarnos con un golpe de estado o algo similar. Un avance de su estrategia es la denominada Ley Mordaza. Lo que se pretende es crispar y atemorizar para salvarnos de las malas compañías.
Yo más preocupado estoy por lo inmediato porque España sea, de hecho, un cantón suizo donde se guardan las auténticas preocupaciones de los crápulas profesionales de la preocupación.
Es que si no les dejas robar parece que no se hallan. No se encuentran a sí mismos.