La taberna y la lámpara de Aladinet
Hay gente que no cesa de caerse del guindo, así que luego llega el cacique del pueblo o el guindilla con labia del barrio ciudad, les invita a tomar algo y luego resulta que votan lo que votan.
Hay gente que todavía cree o quiere creer que de las peroratas de los neopolíticos que están de oferta en el escaparate se puede esperar algún cambio a mejor, sino es a peor bastante más. El Fondo Monetario Internacional hace sonar la campanilla y los banqueros empiezan a salivar ¡Beneficios! Como en los casinos administrados por la Cosa Nostra, la banca siempre tiene que ganar. Ese es el juego, o de lo contrario llegan el follón y a veces los matones con la camisa vieja y el ricino.
Lo dicho, hay gente que esperaba que el individuo presidente Rajoy soltara en el Congreso algún sortilegio, sacara un conejo inmaculado de su chistera de las 18 mil mentiras, dijera algo nuevo que no hubiera silenciado antes, en sus comparecencias de plasma ante una Prensa sin preguntas. Pero Mariano no quiere, ni sabe, ni puede decir más. Es un tonto útil de los fácticos que manejan los precios a pagar por el confort.
No importa que se hunda el mundo. Mariano se agarra como una lapa a su mayoría en las urnas.
Uno de los problemas serios de la democracia es que nos hemos creído el mito de Internet y el mester de progresía se ha lanzado a debatir, enharinar, adobar, muñir, jalear, criticar o denostar a través de las sacrosantas Redes Sociales. Es práctico y cómodo, se hace desde casa o desde la parada del bus con la tablet. Pero lo cierto es que hace falta algo más para remover la Estaca del neofranquismo. La "Estaca" de Llach está clavada a conciencia.
Aparte de que, a su vez, el mester de clerecía o neocons en flor también tienen su presencia en el universo incorpóreo de Facebook, Twitter y demás herramientas del orden. Una cosa que no parece tenerse en cuenta, por parte de la oposición a este Maremagnum de mangantes, es que, a pesar de la tecnología digital, las mayorías silenciosas aún se forjan en la taberna y en sitios así. Se hace dia a dia, jugando partidas de dominó o al mus con baraja española.
En los pueblos y los barrios no hace falta mucha finura intelectual de tertuliano, sólo hay que ganarse o recobrar la confianza perdida de la gente. Eso los caciques locales lo entienden de maravilla. Es lo que han hecho toda durante su vida. Hacen pequeños o medianos favores y los cobran. Conocen las claves del compadreo. Es un mundo de sobrentendidos. Es un toma y daca que se traduce en votos. La que se dice izquierda ha hecho mal en abandonar el bar como territorio de combate, para evadirse en los tabucos de diseño y en el mareo de la perdiz de Internet. Así sólo habla para los convencidos de antemano pero no gana nuevos adeptos. Hay mucha cantidad de gente que vota y que no tiene Internet. Ni siquiera ordenador.
Así que los bares de a pie hierven cada vez más a menudo de banderas y exclamaciones integristas y protopatrióticas de lo anterior. Y tienes que callarte porque la peña está muy cabreada y necesita desahogarse. Cuando un Rajoy alcornoque, porque es de corcho y flota en el mar de la mediocridad de los partidos al uso, sale a la palestra en el Congreso y dice: después de sacarle hasta las muelas al ciudadano común para salvar la banca privada, de sajar en canal la sanidad y la enseñanza para “parar el déficit público”; administrar 6 millones de parados sin solución; permitiendo sin inmutarse que quiebre la ciencia en el CSIC por falta de una limosna de 25 millones, mientras el mismo gobierno filoOpus de Estado oficialmente aconfesional concede 11 mil millones al culto católico; cuando ese gobierno, el mismo que arrastra una larga estela de corrupción general y que tiene a excolaboradores militantes suyos en la cárcel… y después de desmantelar lo que había de consolidado para dárselo gratis total a sus colegas empresariales…y aún dice Mariano en el Congreso que aún hay que apoquinar más.
Será tras la vuelta de las vacaciones. Y que pueden meter más mano a las pensiones, como ya han eliminado la subvención a la dependencia y ahí te pudras en la silla de ruedas. La fórmula propuesta por el gobierno es “menos sueldo para crear empleo”. Seguramente la idea se le ha ocurrido a la ministra lumbrera Báñez, después de orar un rato ¿qué fue del otro Rato? a la virgen del Rocío.
Aquí seremos muy católicos o incluso apóstatas de estoico estar, pero en buena parte del extranjero se hacen cruces de lo que puede aguantar el español medio.
Sigamos frotando Internet como si fuera la lámpara de Aladino. El deseo a pedirle al genio ya lo conocemos todos. Se ha ido de vacaciones pero volverá. Se lo ha permitido la oposición enlatada en conserva.
