La vieja cárcel de Graná
Maryssa Ruiz*. LQSomos. Agosto 2017
La Prisión Provincial de Granada, utilizada en tiempos de la guerra civil y la dictadura, en realidad fue inaugurada en 1933 y pertenecía al plan de modernización del sistema penitenciario ideado en tiempos republicanos por la socialista Victoria Kent.
Sin embargo, durante la guerra y la posguerra la prisión se utilizó como centro de reclusión de miles de opositores antifranquistas.
Como en el resto de prisiones en aquella época, la Prisión Provincial se vio atestada debido a las detenciones masivas. Construida para albergar un máximo de 500 personas, entre 1939 y 1940 -según los propios informes oficiales- la población penitenciaria superó los 5.000 presos, es decir, más de diez veces su capacidad. Varios testimonios hablan del terrible hacinamiento en el que malvivían los reclusos. Los presos más afortunados dormían bajo cobijo en celdas atestadas, mientras el resto debía buscar refugio en los pasillos y corredores de la prisión. Los menos afortunados dormían en los patios, al aire libre, donde los presos improvisaban tiendas con sus mantas para protegerse del sol y la lluvia.
En la Prisión Provincial de Granada murieron centenares de presos debido a las malas condiciones de vida que fomentaron la propagación de enfermedades, ante el desinterés de las autoridades quienes, además, robaban la alimentación de los presos para venderla en el mercado negro. Otros muchos murieron debido a los malos tratos que recibieron por parte de los guardias. Además de que aquellos que, recogidos en la cárcel por falangistas o la Guardia Civil, acabaron fusilados al amanecer.
Recientemente el edificio de la Prisión ha sido demolido, sobreviviendo exclusivamente la puerta central de la cárcel. En la parte superior se puede observar el escudo republicano, que curiosamente sobrevivió durante todos los años de la dictadura.
¡Ni olvido, ni perdón!