Luz en el túnel de la memoria histórica
Iñaki Alrui*. LQS. Febrero 2020
La Querella Argentina sigue y seguirá, como seguirán las denuncias contra los torturadores, todo ello con la pedagogía en la calle, junto al relato de la Verdad, la Justicia, la Reparación
Pronto se cumplirán diez años de la constitución de La Comuna Presxs del franquismo…
En la primavera del año 2010, un grupo de represaliadas y represaliados políticos del franquismo, de diferentes ideologías o militancias pero unidos por la común experiencia de la lucha contra la dictadura, iniciamos una reflexión sobre la necesidad de constituir una asociación que llenase el hueco que, en nuestra opinión, existía en nuestro país dentro del movimiento por la memoria histórica iniciado desde hace unos años.
Es sábado, todavía falta un mes para recibir la primavera, pero en Madrid parece haberse adelantado. Se celebra la asamblea abierta de La Comuna Presxs del franquismo, hay muchas cosas para contar, para pensar, para compartir.
Con un saludo y breve presentación de Pablo Mayoral, se da paso a una memoria de actividades visualizada en vídeo (¡gracias, Ana!), que nos sitúa en el frenético nivel de actividad y activismo de La Comuna; llama la atención lo variado de estas actividades, homenajes, reivindicaciones, vía judicial, denuncias públicas, acciones culturales… La asamblea prosigue con la intervención de Jacinto Lara, abogado en la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA) y que representa a las víctimas del franquismo en la causa judicial que mantiene abierta la Justicia de Argentina. Jacinto nos habla de cómo va el proceso judicial abierto en Argentina, de la internacionalización de las denuncias, de la necesidad de movilización y difusión, y nos deja un mensaje muy positivo: sí o sí, el franquismo será juzgado. Un debate abierto y participativo entre les asistentes cierra esta primera parte.
La segunda parte se abre con una extensa presentación en la voz de Rosa García y Luis Suárez, el tema lo merece: “Avanzar en la acción del movimiento”, cuestión que vuelve a dar para otro nuevo debate entre les asistentes, entre los que se encuentra, además de miembres de La Comuna, activistas de otras organizaciones del memorialismo o antirrepresivas.
Lo visto y oído da para mucho, pero no era mi intención hacer una crónica de esta asamblea, mi propósito es reflexionar en voz alta…
Si en algo me parece un ejemplo a seguir La Comuna es en el hecho de mantener su agenda, siendo parte al mismo tiempo de otras manifestaciones o actividades más espontáneas. Es algo que nos falta en el activismo o en muchos movimientos sociales, y omito premeditadamente las organizaciones políticas. La agenda política, de actividades, de objetivos, acaba siendo la que nos la marca el poder, el estado, el gobierno de turno local o nacional, pero nos faltan objetivos claros, necesarias metas, y por eso las luchas se diluyen en cortos plazos. Al final gran parte de nuestras luchas consisten e “apagar fuegos”; es necesario hacerlo, pero carecemos de horizonte, de poder de transformación. No podemos, ni debemos, desviar nuestro ”foco” a donde ellos quieren.
La Comuna insiste, persiste: ¡juzgar a Martín Villa! Juzgar a este ministro de la dictadura y la transición, supone juzgar al franquismo criminal y asesino. ¡Ese es el hilo! Porque también se juzgaría el falso relato de la transición, llena de muertos y torturas, supondría denunciar la continuidad de la guerra sucia cuyo testigo tomó el PSOE, la continuidad de una aparato policial, judicial y económico (corrupto) que ha llegado hasta nuestros días.
Romper esa impunidad es defender los derechos de hoy, esa herencia franquista es la que sigue castigando a las luchas de hoy: acabar con la impunidad de la dictadura franquista es cuestión de higiene democrática. Aquí y ahora, una parte del conflicto político del estado se encuentra en el plano judicial, en el que ya tiene muchos frentes abiertos.
La Querella Argentina sigue y seguirá, como seguirán las denuncias contra los torturadores, todo ello con la pedagogía en la calle, junto al relato de la Verdad, la Justicia, la Reparación.
Hoy es vox populi que Antonio González Pacheco, ‘Billy El Niño’, es un torturador, un ser despreciable; es algo que, solo hace diez años, resultaba impensable fuera del mundo de les represaliades. Martín Villa va por el mismo camino. Los pasos son pequeños, pero se camina, ahora en ese túnel oscuro y cerrado cada vez hay más luz. El trabajo de La Comuna es tremendamente tangible.
Cierre de reflexiones y final de la Asamblea Abierta, la sala aplaude y en cada asiento que va quedando vacío, quedan años de cárcel en la dictadura, horas interminables de brutales torturas, tiros “al aire” que eran muerte… son la parte más épica de nuestra historia, elles son la historia de la lucha por la libertad, y hoy con más fuerza la lucha por la JUSTICIA.
Acabar con el franquismo es una cuestión de plena actualidad, y urgentemente necesaria.
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