Manifestación republicana 6 de Diciembre
Por la III República, contra la Constitución de 1978. Fuera la monarquía y políticos corruptos. No al pago de la deuda, por los derechos sociales. Por el Derecho de Autodeterminación de los Pueblos.
El 6 de diciembre de 1978, hace 35 años, el Régimen instaurado en la Transición estableció una Constitución coronada por una monarquía corrupta, heredera del Régimen más sangriento que ha conocido nuestra Historia. Como es bien sabido, en la que llaman "Carta Magna", los derechos sociales son una tomadura de pelo, las libertades fundamentales no están garantizadas y permite que galope una corrupción política, institucional y empresarial como en la Dictadura, mientras sus responsables permanecen impunes.
El Derecho de Autodeterminación de los Pueblos, continúa sin ser reconocido, mientras tanto centenares de personas permanecen en prisión en aplicación de leyes antiterroristas, cuyo carácter esencialmente antidemocrático denuncian los tribunales internacionales.
La crisis y la forma brutal en que la burguesía y sus gobiernos están descargándola sobre las clases populares dejan al descubierto a qué clase social sirvió y sirve todo este engranaje que tanto se han esforzado en ocultar durante más de tres décadas.
Por si fuera poco, hace dos años, PSOE, PP y las derechas nacionalistas, aprobaron unareforma constitucional que establece que “el pago de la deuda y sus intereses tendrán prioridad absoluta sobre cualquier otra partida de gasto”. Ellos mismos y el capital al que representan son los que destinan nuestro dinero a rescatar bancos, se llevan los capitales a paraísos fiscales, evaden impuestos, y privatizan masivamente empresas y servicios públicos.
Las y los jóvenes, que no tenemos más horizonte que el paro, la precariedad, la ausencia de derechos laborales, de servicios públicos y la represión clamamos contra unos pactos de los que no formamos parte y reclamamos nuestro derecho a construir nuestra Historia.
Ahora se percibe con claridad que las clases dominantes utilizan la crisis como coartada para arrebatarnos todo y dejarnos reducidos a la categoría de esclavos. La miseria y la represión es el único futuro que prevén para la clase obrera y para los pueblos.
Es hora de decir ¡Basta ya! y de ejercer nuestra soberanía como pueblo. No vale lamentarnos por la destrucción de un “estado de bienestar” que nuca tuvimos, ni es suficiente luchar sólo por unos derechos que, quienes nos dominan, jamás nos darán. Es preciso saber que no importa el partido que nos gobierne, sino la clase social que ejerza el poder.
La lucha por la República es esencial para la construcción del poder del pueblo, capaz de barrer a tantos parásitos que viven de robarnos la riqueza que producimos y los servicios públicos y las prestaciones sociales que pagamos con nuestros impuestos y por los que tanto han luchado las generaciones que nos han precedido.
* Publicado en Kaos en la Red