Méjico: ¿El PRD, un partido de izquierda?
“No cabe duda, la obligación de adjetivar las conductas de los partidos socialdemócratas y progresistas como pertenecientes a la izquierda trae consigo ejercicios teórico-ideológicos propios de un malabarismo intelectual. Es común hablar de la existencia de una izquierda institucional, sobre todo cuando nos referimos a organizaciones políticas cuyas bases doctrinales no cuestionan el capitalismo, factor suficiente para negarles el calificativo de izquierdas”. Marcos Roitman Rosenmann.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) es una de esas organizaciones políticas a la cual se le debe negar el calificativo de izquierda; el PRD no cuestiona, ni mucho menos está en contra del capitalismo, el PRD actualmente es una “izquierda neoliberalizada que ha reemplazado la creencia en el socialismo por la creencia en el capitalismo democrático; una izquierda que simplemente no cuestiona el sistema y que cuando se producen movilizaciones populares las maneja con estricta lógica corporativista”, según comenta Marta Harnecker. El PRD es partidario de la lógica sistémica del libre mercado (“laissez faire, laissez passer”, dejar hacer, dejar pasar, que el mundo va solo), contribuye a la legitimación del capitalismo guiando a las masas al consumo y enajenación más que a los asuntos públicos.
El Partido de la “Revolución Democrática” es una más de las organizaciones políticas que busca el poder por el poder, no es tan diferente al PRI o al PAN, los tres partidos tienen el mismo objetivo: llegar al poder y perpetuarse en él, aquí no importan los excluidos, los marginados o los explotados del “cinético e indigno mundo capitalista” (Alberto Aguilar), lo importante es tener poder y riqueza.
Parece ser que a los “perredistas” (como se denomina en Méjico a sus seguidores), o mejor dicho a los capitalistas de izquierda, cuando llegan al poder se les olvidan los miles de pobres y desprotegidos que hay en Méjico y sobre todo en Oaxaca, piensan que por el hecho de que ellos tengan una curul (escaño) en el congreso u ostenten un cargo público los miles de pobres tendrán qué comer y desaparecerán sus penurias. Hasta ahora no he visto que Francisco Martínez Neri, Emmanuel Alejandro López Jarquín, Carol Antonio Altamirano, Everardo Hugo Hernández Guzmán, Rosalinda Domínguez Flores, Leticia Álvarez Martínez, Tomás Basaldú Gutiérrez, Pavel Renato López Gómez y Aleida Tonelly Serrano Rosado representen y luchen en el congreso del estado por los derechos de los de abajo, que velen por aquellos que a duras penas logran conseguir 10 pesos para medio vivir al día.
La pobreza en Oaxaca cada día se recrudece, cada día que pasa hay más niños en la calle sin educación y sin un futuro próspero, pero realmente a quién le importa, ¿al PRD, al PT o a Convergencia?, ¿a los disque partidos de izquierda?, realmente no creo.
Ser de izquierda no es tener un cuadro del Che Guevara en la oficina, ni tampoco publicar en facebook o en twitter: “buen día aldea. Paz y luz para tod@s”. La izquierda debe ser entendida como “el conjunto de fuerzas que se oponen al sistema capitalista y su lógica del lucro y que luchan por una sociedad alternativa humanista u solidaria, por una sociedad ‘libre de la pobreza material y de las miserias espirituales que engendra el capitalismo”, asegura Carlos Ruiz. Ser de izquierda es luchar “por una sociedad socialista construida a partir de los intereses de las clases trabajadoras”, según Harnecker, y que permita que la vida de los marginados y explotados se dignifique, donde ya no exista esclavitud ni pobreza, donde la libertad sea una realidad y no una utopía, esa es la verdadera izquierda, la que humaniza, conciencia y dignifica la vida humana.
Por lo tanto, no se puede considerar izquierda a aquellas organizaciones políticas que se conducen bajo la lógica sistémica, aquellas organizaciones que sólo buscan poder y que sus miembros sólo velan por intereses individuales y no colectivos. La lucha de la verdadera izquierda no termina con la obtención de una curul o un cargo público, la lucha de la verdadera izquierda terminará hasta que los marginados y excluidos sean tomados en cuenta, cuando no exista distinción entre pobres y ricos, cuando el ser humano viva en una hermandad, pero, sobre todo, la lucha terminará con el fin del capitalismo.
Aquellos que creen que la historia había terminado, déjenme decirles que la historia sigue y seguirá hasta el fin del imperialismo.
Aquellos que creen que la historia había terminado, déjenme decirles que la historia sigue y seguirá hasta el fin del imperialismo. Aquellos que creen que la historia había terminado, déjenme decirles que la historia sigue y seguirá hasta el fin del imperialismo. Aquellos que creen que la historia había terminado, déjenme decirles que la historia sigue y seguirá hasta el fin del imperialismo. Aquellos que creen que la historia había terminado, déjenme decirles que la historia sigue y seguirá hasta el fin del imperialismo.
* Publicado por http://www.adnsureste.info, Oaxaca de Juárez