Peces
La forma de no morder un anzuelo es no morder un anzuelo. Fácil, ¿no? Pues nada, venga a morderlo constantemente para quejarse constantemente de que pincha (o, según dicen algunos -toma ya-, para saber qué se siente al morderlo). Me refiero a la televisión, queridos peces. Jesús Gómez Gutiérrez