¿Proteccionismo o competencia entre grandes potencias?
Por Mariana Morales*
La guerra comercial entre Estados Unidos y China, iniciada en 2018, ha escalado con nuevos aranceles en 2024, afectando a México debido a su estrecha relación económica con ambos gigantes. Este artículo examina cómo México se posiciona en medio de esta confrontación global y las implicaciones de su política comercial
La creciente tensión entre Estados Unidos y China redefine las políticas comerciales globales, con México en el epicentro.
La guerra comercial entre EEUU y China se inició en marzo del 2018 (ver cuadro OBELA) y se intensificó con los nuevos aranceles sobre semiconductores en 2024. Estados Unidos ha ejercido presión sobre México para que reduzca sus vínculos con China y los fortalezca con América del Norte, como lo hizo con la firma del T-MEC, cuya renegociación en el 2026 tendrá nuevas condiciones. Esta presión se convirtió en la aplicación de aranceles al 99% de las importaciones chinas. Este artículo analizará la ubicación de México en la guerra comercial entre las dos grandes potencias.
Entre México y su vecino del norte existe una relación de subordinación. De acuerdo con Susanna Hast (1), las esferas de influencia son una respuesta a la desintegración del sistema de Estados y la formación de una comunidad global. Las relaciones internacionales giran en torno a esferas de influencia donde las potencias se reconocen entre sí y los pequeños estados reconocen al hegemón.
México cobra del 15 al 25% en aranceles a los países que tienen industria automotriz o no tienen tratado de libre comercio, desde el 2021 y va en aumento. Los principales países afectados son China, Corea del Sur e India. La Secretaría de Economía argumenta en el decreto por el que se establecen diversos Programas de Promoción Sectorial, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 12 de julio 2019 con base en el Eje General III. Economía del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. Establece en su objetivo “Impulsar la reactivación económica, el mercado interno y el empleo” para lograr que la economía vuelva a crecer a tasas aceptables, que la finalidad es proteger la industria nacional, se apoya sobre el proteccionismo de Washington para la industria automotriz a combustión y eléctrica y evitar la triangulación de estas ramas al mercado estadounidense.
Los aranceles son para proteger la economía de Estados Unidos en la lógica de seguridad de América del Norte. Como México pertenece a la esfera de influencia de la gran potencia estadounidense, subordina su política comercial a esta relación, porque teme perder su principal mercado de exportaciones, divisas y receptor de migrantes. México es el principal exportador de migrantes del continente americano medido por 10 mil habitantes, el 97% de emigrantes mexicanos llegan a Estados Unidos (2).
Los principales productos sobre los que México ha implementado aranceles que han sido publicadas en diversos DOF incluyen:
– Acero, arancel del 15% sobre aceros planos laminados en caliente, de origen chino, independientemente del país de procedencia. Cuota compensatoria de $0.1874 USD, por kilogramo para las importaciones de aceros planos recubiertos del mismo origen.
– Cables de presfuerzo: arancel del 5% Cuota compensatoria definitiva de 1.02 USD por kilogramo.
– Tubería de acero sin costura: cuota compensatoria definitiva de $1,252 por tonelada métrica.
– Ferromanganeso alto carbón: cuota compensatoria del 21% vigente por cinco años más, a partir del 26 de septiembre de 2018, renovado en 2023.
En la tabla 1, se muestra el porcentaje que representa cada producto en las importaciones de México, así como, columna III y IV porcentaje de estas que proviene de China y EE. UU. respectivamente. Se impuso el arancel a productos como la carne de cerdo y el arroz, que no son importados de China, pero si la mayor parte de EEUU, aunque, no tienen un alto impacto en las importaciones. Los electrónicos y electrodomésticos tienen un mayor peso en las importaciones, el primero lo lidera China con 27% y por detrás EE. UU. con 21%, en el segundo domina EE. UU., que duplica el porcentaje chino. Los productos más afectados son calzado, juguetes y productos químicos.
Históricamente, el vecino del norte ha sido el principal socio comercial de México y se vio reforzado con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el predecesor del Tratado Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC). Esto fomentó la integración de la región, que ha dado como resultado menor crecimiento económico, con el costo de aumentar la vulnerabilidad de México a los cambios de la economía estadounidense que ha quedado al descubierto en múltiples ocasiones, como con la crisis del 2008 y la disminución del crecimiento económico de las últimas dos décadas.
La creciente interdependencia de México con China ha generado preocupación al vecino del Norte, principal destino de las exportaciones, debido a la gran presencia en las importaciones de México del gigante asiático y la vulnerabilidad en las cadenas de suministros. China es el segundo socio comercial de México sólo por detrás de EEUU Las relaciones en los sectores de electrónica, automotriz y manufactura se incrementaron, lo que ha traído un crecimiento económico bajo como se ha visto en la gráfica No.1 por falta de eslabonamientos para atrás en México. Desde la firma del TLCAN, Canadá y México concentran su comercio exterior con EEUU, este último ha sido una fuente clave de insumos intermedios para varios procesos productivos, pero el inverso no se cumple necesariamente.
El modelo insumo-producto (IP) muestra la interdependencia entre las ramas productivas de un espacio económico y geográfico. Aroche desarrolló una matriz de insumo-producto de América del Norte 2005, que muestra los intercambios intersectoriales al interior de la estructura productiva, más la submatriz de demanda final y la de valor añadido. Concluye que la economía más desarrollada es también la más integrada entre sus sectores y sus ramas más interdependientes. Las economías menos desarrolladas son menos integradas, más heterogéneas y los sectores cooperan menos entre sí. La economía de EE.UU. y en menor medida la de Canadá están más articuladas en comparación con la mexicana.
De acuerdo con Liu Xuedong, los flujos comerciales no son unicamente bilaterales entre China y México, y México y Estados Unidos, sino flujos trilaterales China – México – Estados Unidos que vinculan a los tres donde México se ha convertido en un fabricante con creciente presencia de los productos chinos en el mercado norteamericano.
Desde 1994 las importaciones de China han alimentado las industrias exportadoras a Estados Unidos. Adicionalmente ha crecido el consumo de productos chinos (ver tabla 2). Todo esto lleva a un déficit creciente muy significativo que debería sumarse al déficit externo estadounidense con China, porque son insumos para su producción.
El déficit total de América del Norte US$408.19 MM de déficit de los países integrantes del T-MEC con China en el 2022. Del 2017-2022 las exportaciones chinas hacia Canadá han incementado a un ritmo anualizado de 73.5%, desde US$2,83 MM en 2017 a US$44,6 MM en 2022. En el mismo período de tiempo para Estados Unidos, ha crecido a un ritmo anualizado de 58,6%, desde US$12,7 MM a US$128 MM. México ha crecido el 169% promedio anual, desde US$ 387 M a US$55 MM. En 2023, las exportaciones mexicanas a China suman un cuarto de sus importaciones, más de $18.000 millones, pero sus importaciones superaron los US$81.000 millones, lo que resultó en un déficit comercial para México por US$ 62.000 millones.
Las medidas no afectan al 55% de las importaciones provenientes de EE. UU. por el tratado de libre comercio, no obstante, están orientadas a la protección de su mercado, a través de impedir la reexportación de productos o componentes desde territorio mexicano. La reexportación de productos chinos es un componente importante del sector de la manufactura mexicana que se verá obstaculizada por estos aranceles y restricciones.
El presidente Joe Biden en mayo del 2024 anunció un aumento en los aranceles bajo la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 sobre $18 MM de importaciones procedentes de China para proteger a los trabajadores y empresas norteamericanas. Trabajar con sus socios en todo el mundo para fortalecer la cooperación y abordar las preocupaciones compartidas soobre las prácticas desleales de China. Para no debilitar las alianzas o aplicar aranceles indiscriminados del 10% que aumentarían los precios de todas las importaciones globales, independientemente de si participan en un comercio desleal. El presidente ordeno aumentos de aranceles en sectores estratégicos.
Las industrias electrónica y automotriz dependen en gran medida de componentes chinos y han experimentado mayores costos de producción en México, lo que reduce su competitividad. Los mayores costos de los insumos importados pueden desencadenar presiones inflacionarias en el consumo interno tal como ocurrió con la Industrialización por sustitución de importación.
El proteccionismo de EE. UU. y Europa contra la industria china, con el argumento del dumping como práctica desleal, ahora ha pasado a América Latina. Trump inició con estos aranceles y Biden los subió del 7.5% al 25%, lo que desapareció el comercio del acero. En abril del 2024, México, Chile y Brasil anunciaron nuevos aranceles a las importaciones de este producto, para proteger empresas locales.
El gobierno mexicano justificó las medidas como un medio para salvaguardar las industrias nacionales, si bien los aranceles presentan efectos secundarios, como se argumentó en el informe del Banco Mundial de 1987. La represalia por parte de China perturba aun más los flujos comerciales existentes y daña a las industrias. Los aranceles pueden ayudar a generar empleo si es que hay empresarios mexicanos que inviertan. Alternativamente pueden perjudicar a los consumidores de América del Norte al elevarse los precios, limitarse las opciones y reducirse la competencia económica. La competencia entre las grandes potencias coloca a México en un papel protagónico, debido a su ubicación geográfica y se ha vuelto el campo de batalla entre ellas. Los empresarios mexicanos deberían ahora reaccionar.
Notas:
1.- Hast, S. (2016). Spheres of influence in international relations: History, theory and politics. Routledge.
2.- Canales, A. I., & Rojas, M. L. (2018). Panorama de la migración internacional en México y Centroamérica (1680-9009). Naciones Unidas.
3.- Aroche, F. (2012). Matriz de insumo-producto para América del Norte, Realidad, Datos y espacio revista internacional de estadística y geografía INEGI
*.- En OBELA
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