Renace la defensa de Notre-Dame des Landes contra el aeropuerto
Los activistas preparan ya las nuevas acciones ante las amenazas de desalojo de la Zona a Defender, el área que establecieron para impedir la construcción de la obra.
Francia.La lucha contra la construcción de un aeropuerto sobre 2 mil hectáreas de tierras agrícolas en Notre-Dame des Landes, en el oeste de Francia, volvió a la actualidad mediática el sábado 22 de febrero: Decenas de miles de manifestantes, cientos de tractores llegados desde todos las regiones vecinas, locales de transnacionales saqueados y varias horas de enfrentamientos con la policía.
El proyecto de construcción, que data de algunas décadas, fue reactivado en el año 2000 por el partido socialista, ahora en el poder en Francia, y por Jean-Marc Ayrault, ex-alcalde de Nantes y actual jefe de gobierno. Pero desde 2009, cientos de personas llegaron de todas partes para ocupar la zona y fortalecer la resistencia que llevan a cabo agricultores y habitantes de este municipio rural. Desde entonces, una nueva vida empezó a construirse en lo que fue rebautizado como “Zona a defender” (ZAD): construcción de cabañas, reocupación de casas abandonadas, trabajo de la tierra en colectivo, nuevos proyectos de hortalizas, panadería, producción de queso y leche a “precio libre”, y un sin fin de actividades.
Para permitir a la transnacional francesa VINCI, concesionaria del proyecto, el inicio de las obras, el gobierno intentó desalojar a todos los ocupantes “ilegales” de la zona a finales del año 2012. Pero la resistencia a las operaciones llevadas a cabo por un millar de policías impulso una ola de simpatía enorme en toda Francia, y llegó gente de todas partes para reconstruir las habitaciones y respaldar la lucha.
La convocatoria a la manifestación resaltó que “en la zona de Notre-Dame-des-Landes el movimiento está aún más vivo que en el otoño de 2012. Los lazos son más fuertes, los campos más cultivados y las cabañas más numerosas… Más allá de eso, hay más de 200 comités locales [externos a la zona] que fueron creados en solidaridad con la lucha y con el fin de propagarla en su propio entorno”. Temiendo un nuevo intento del gobierno de desalojar la zona y reiniciar las obras, el movimiento de oposición decidió tomar la iniciativa, y convocó con a todos los comités de apoyo a organizar una gran manifestación el 22 de febrero para “mostrarles que de ningún modo pueden poner una mano encima” al bocage, este paisaje campesino típico de esa zona de tierra húmeda.
El llamado hecho por varios ocupantes de la zona resaltó que “hoy en día, Notre-Dame-des-Landes se ha vuelto un símbolo de las luchas en contra de la ordenación territorial capitalista, que cree que puede disponer según sus deseos de los espacios considerados como ‘no-productivos’, para implementar ahí sus centrales eléctricas, sus centros comerciales, sus líneas de alta tensión o sus mega-ejes de circulación para humanos y productos. (…) Un símbolo, porque en todos lados opera esa lógica del pinche dinero, de la velocidad, de la destrucción de territorios y del control – lo que ellos llaman el ‘desarrollo’. De Notre-Dame-des-Landes a la línea de alta velocidad entre Lyon y Turín, pasando por el vertedero de desechos nucleares en Bure, los poderes públicos intentan imponerse a base de pseudo-consultas y marketing ‘verde’. Muchas veces les sale bien, y logran hacernos creer que no hay alternativas. A veces, la reacción de las vecinas les pone en jaque. El próximo 22 de febrero en Nantes está en juego un vuelco decisivo: ¿la metrópoli de Nantes intenta de nuevo la anexión de Notre-Dame-des-Landes? ¡Entonces serán todas las oposiciones a este proyecto y a todos los proyectos del mismo alcance que vendrán a decir a la metrópoli que no lo queremos!”.
Temiendo el saqueo de Nantes, las autoridades estatales decidieron, por primera vez en la historia de la ciudad, bloquear totalmente el acceso a todo el centro. Esto no impidió que se expresara la rabia de los manifestantes más radicales: mientras varias otras obras de la empresa VINCI se esfumaban, sus locales comerciales fueron saqueados, así como los de varias otras grandes empresas. Pero participaron también de manera alegre y colorida decenas de miles de personas, unos disfrazados de máscaras, de clowns, o de “especies animales amenazadas de destrucción”. Para los organizadores, fue la movilización más importante del movimiento desde sus inicios. Pero la represión de la manifestación por parte de la policía llevo a muchos manifestantes a defenderse, y algunos sufrieron graves heridas. Un joven recibió una granada lacrimógena en la cara, y todavía no se sabe si perderá un ojo.
En su último comunicado, los organizadores declararon que “hay diferentes maneras de expresarse en este movimiento. El gobierno es sordo ante la protesta anti-aeropuerto, es normal entonces que una cierta ira se exprese. ¿Qué pasaría entonces si intentan de nuevo desalojar a la ZAD [“zona a defender”]?”
Las ocupantes de la zona ya respondieron: “si vienen a desalojarnos, de nuevo vamos a resistir, a reocupar y reconstruir, con las decenas de miles de personas que ya se han aliado a los vecinos y campesinas de la ZAD. Lanzamos desde hoy mismo una invitación a organizarse para bloquear la región y ocupar centros de poder por toda Francia y las representaciones diplomáticas, o lo que sea, en el resto del mundo en caso de una nueva gran operación policial. A VINCI, Auxiette, Ayrault y demás dirigentes, decimos: ¡fuera! ¡Vivan las ZAD!”