Reseñas ¿deliberadamente? incompletas: Tomás Navarro Tomás
Por Cristina Calandre Hoenigsfeld
Tomás Navarro Tomás, a propuesta de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza, nombrado Consejero del Consejo Superior de Cultura de la República, 1938
En casi ninguna biografía del gran filólogo del Centro de Estudios Históricos de la Junta para Ampliación de Estudios, no solo no se le reconoce como secretario de dicha JAE durante la guerra de España, sino que tampoco se le reconoce como Consejero del “Consejo Superior de la Cultura de la República”.
Esta institución se creó para unificar eficientemente los diferentes organismos de la vida cultural , artística y científica (1) dependiente del Ministerio de Instrucción Pública y Sanidad (Gaceta de la República 8 de septiembre de 1938), sustituía al anterior organismo (que disuelve, es decir entiende que si existió) que se denominaba Consejo Nacional de Cultura (2) (Gaceta de Madrid, 16 de septiembre 1936), y que como ya hemos comentado en otras ocasiones disolvía a las academias (ya sin ser “reales”) y creaba este nuevo organismo, que desarrollaba en otro decreto ministerial, su composición y disolvía al anterior Consejo Nacional de Cultura, que había sido creado en 1932, siendo ministro de Instrucción Pública Fernando de los Ríos.
Durante todos estos años de la guerra en cambio la JAE mantuvo su actividad constante, y pasó a formar parte del Consejo Nacional de Cultura de la República, como puede leerse en el acta de la sesión de 8 de octubre de 1938 de la JAE en Barcelona. En este contexto tan inestable, todavía tuvieron el valor, personajes como Tomás Navarro Tomás, de aceptar ser consejero en representación de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (Gaceta de la República, 17 de octubre de 1938) (3).
Por esas dramáticas fechas, también en octubre de 1938, Tomás Navarro Tomás nombra a Luis Calandre Ibáñez director del Hospital de Carabineros, situado en la Residencia de Estudiantes, subdelegado de la JAE en Madrid.
Todavía la Real Academia Española, de la que fue nombrado académico, con la toma de posesión 19 de mayo de 1935, letra h (4), pese a mis reiteradas quejas, no incluye a Tomás Navarro Tomás como secretario de la JAE (1936-39), ni como Consejero del Consejo Superior de Cultura de la República (1938-39).
Tengo entendido que la reciente exposición “Los Machado, retrato de familia”, inaugurada por el Rey y comisariada por Alfonso Guerra, en Sevilla, luego irá a Burgos y en Junio se presentará, en la RAE, en Madrid.
Una institución que ahora depende , como el resto de las Reales Academias-Instituto de España, del Ministerio de Ciencia y Universidades y de sus subvenciones, y que no reconoce la verdadera historia de sus académicos, uno tan importante como Tomás Navarro Tomás.
Hay un hilo conductor a través de él, a lo largo de la guerra y en los diferentes organismos, que hemos comentado antes, que le hace ser prueba fundamental de la existencia de la actividad continuada, cultural, docente y científica de la II República del Frente Popular y la Constitución de 1931, por ello muy peligroso para esas Reales Academias, que están incluso, protegidas por la Constitución monárquica de 1978.
Notas:
1.- Gaceta de la República, 8 septiembre, 1938
2.- Gaceta de Madrid, 16 de septiembre 1936
.- https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1936/261/B01857-01858.pdf
3.- Gaceta de la República, 17 de octubre de 1938
4.- Tomás Navarro Tomás. Académico de número
Comparte este artículo, tus amig@s lo agradecerán…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es; Bluesky: LQSomos;
Telegram: LoQueSomosWeb; Twitter (X): @LQSomos;
Facebook: LoQueSomos; Instagram: LoQueSomos;
https://www.blogger.com/blog/post/edit/1377543948669148183/6833191054287838961
Añado este enlace de la ultima entrada de mi blog, pues se lo envié a códigos electrónicos del BOE, pues comento el error que cometen en su publicación sobre el Instituto de España y reales academias. Todavía no me han contestado.
Recuerdo con admiración a Navarro Tomás, cuyos textos estudié durante mis años de estudiante. Creo que no debe permitirse que caiga en el olvido.