Retiremos el apoyo público al proyecto Bcn World
El Camp de Tarragona necesita apostar por un modelo territorial basado en el turismo de calidad y que garantice la eficiencia de las infraestructuras y equipamientos actuales.
Bcn World supone romper con una apuesta por un modelo de calidad y por la promoción de los valores culturales y naturales que nos identifican. Un proyecto como este no ayudará a la creación de riqueza en el territorio, ya que se tratará de un turismo recluido en un recinto privado, que malgastará el dinero en juego y ocio comercial, y sin revertir en el conjunto del territorio.
Rechazamos este modelo de inversiones en el territorio, que viene acompañado de un modelos especulativo encabezado por Enrique Bañuelos y su capacidad de generar millones de deuda y promover proyectos condenados al fracaso en el País Valencià y en Brasil. Todo esto acentuará aún más la degradación, la fragmentación y artificialización que está sufriendo el Camp de Tarragona.
El Cap de Salou constituye un espacio litoral de alto valor en el litoral tarraconense, siendo un área costera que permite la conexión natural entre el interior del Camp y el litoral, albergando hábitats y especies de conservación prioritaria a nivel europeo. La construcción del Bcn World supondría la artificialización completa del Cap de Salou y la imposibilidad de recuperar uno de los últimos espacios litorales del Camp. Además, el proyecto incluye la creación del Beach Club, un espacio con una playa exclusiva para los clientes del Bcn World, una iniciativa que vulneraría claramente la Ley de Costas y el acceso libre al litoral.
La ubicación del proyecto incluye las zonas húmedas de la Pineda, en particular el espacio de la Sèquia Major. Esta zona está catalogada como espacio de interés natural (PEIN) por la Generalitat de Catalunya y forma parte de la Xarxa Natura 2000. La afectación directa sobre la Sèquia Major supondrá más presión humana e impactos sobre importantes hábitats de interés comunitario que actualmente forman una zona húmeda donde se pueden observar una gran variedad de fauna y flora, de la cual se destaca una especie de pescado en peligro de extinción propia del litoral mediterráneo, el fartet.
Grandes concentraciones de población en esta zona no hacen más que acentuar el potencial impacto que tendría cualquier accidente químico (fugas de gases, deflagraciones o derrames) en el recinto petroquímico del polígono sur. Los actuales planes de riesgo químico no están preparados para asumir este incremento de población estacional tanto acentuado.
Inyectar 10 millones de turistas más al entorno de Salou y Vilaseca, supondrá el colapso del abastecimiento de agua y energía, así como de las infraestructuras viarias. En un territorio fragmentado, no podemos permitirnos más infraestructuras que acaben de destruir lo poco entorno natural que queda en el Camp.
Bcn World no podrá nunca generar 20.000 empleos directos, es materialmente imposible y roza el absurdo. Un modelo turístico como el propuesto por el proyecto lleva asociado empleos precarios, temporales y de baja calidad, una corriente que nos llevaría de nuevo a la situación de grave crisis socioeconómica como la actual: falta de formación, minimización del emprendimiento, reducción de las inversiones locales e inmediatez en la situación laboral. Además, nadie nos habla de los puestos de trabajo que se destruirán al turismo local y al sector de la hostelería, que verá cómo los posibles clientes se concentran en un recinto cerrado y no salen.
Podéis firmar la petición haciendo clic aquí.