Este mes sin concentración de la Mesa de Catalunya
Mesa de Catalunya*. LQS. Septiembre 2018
Septiembres negros de sufrimientos anónimos que aún son tormentas para esparcir. Ni olvido, ni perdón
Este mes no habrá concentración se manifiesta JUSAPOL
Queríamos compartir con todas y todos ustedes que este septiembre nuestra Mesa de Cataluña no hará su concentración mensual por la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas del franquismo y la transición. La desconvocamos porque el último sábado de este mes es 29, el mismo día y hora que ha escogido la asociación Jusapol para hacer un homenaje a los policías nacionales y guardias civiles que golpearon a las personas que querían ejercer democráticamente y pacíficamente su derecho a voto.
Nos hubiera gustado no enterarnos por la prensa de esta noticia, ya que nosotros comunicamos nuestra concentración a Mossos el 30 de agosto. Hacemos pública nuestra perplejidad por no haber sido informados por ningún interlocutor del Departamento de Interior, encargado de velar por la seguridad ciudadana, del tipo de concentración-manifestación convocada a la misma hora que la nuestra. Sólo nos dijeron desde Manifestaciones que sería multitudinaria y pese pedirlo no nos informaron ni sobre el contenido, ni sobre los convocantes de esta. Además se nos hizo remitir un correo explicando que aceptábamos compartir la plaza Sant Jaume, si esta era nuestra decisión, como una especie de coartada. En ese momento decidimos seguir adelante y compartir espacio como hemos hecho en numerosas ocasiones sin ningún problema, la última vez con la Marea Pensionista. Queremos convivir con reivindicaciones democráticas respetuosas con los derechos humanos, es más, creemos en las luchas compartidas y en la solidaridad entre los movimientos que trabajan por las libertades y los derechos sociales. La Memoria es una herramienta contra el fascismo, el racismo, la represión y la impunidad.
La convocatoria de Jusapol será abierta y como es habitual en este tipo de manifestaciones irán personas que no respetan nuestros derechos, agreden nuestros principios y que muchas veces terminan ejerciendo violencia verbal y física. Por eso hemos decidido cancelar nuestra concentración, tanto por motivos de seguridad, para que entre la gente que participa hay personas mayores y / o con problemas de movilidad, como para no tener que encontrarnos cara a cara con gente que defiende el franquismo, hace apología del fascismo y exhibe su odio. Ellos serán miles, nosotros unas decenas. Eso sí, testarudos y resistentes, desde hace más de 9 años en el mismo lugar, cada último sábado de cada mes pidiendo, exigiendo los derechos de las detenidas, de las condenadas en farsas judiciales, encarceladas, paseos, fusiladas, exiliadas, muertas, supervivientes de campos de concentraciones españoles, franceses y nazis, esclavas del franquismo, expoliadas, torturadas, vejadas, violadas, desaparecidas, por los bebés robados, por los perseguidos por su condición sexual, por todas aquellas terribles vulneraciones de los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad que no prescriben, por los ideales y por las vidas de tantas luchadoras antifascistas, por las defensoras de la legalidad republicana. Para los perseguidos de ayer y los de hoy, por la libertad de expresión, por la verdad escondida y la justicia negada, por la escasa reparación recibida, por eso nos seguiremos concentrando, porque sin conocer el pasado no se puede entender este presente tan franquista, que hace tanta vergüenza.
Por eso este mes no hablaremos en la plaza de los asesinatos de los septiembres de muerte, de la dictadura y de la transición. No hablaremos de en Cipriano Martos, que un 17 de septiembre de 1973 murió tras semanas agonizando en un hospital vigilado por dos guardias civiles del mismo cuartel donde fue torturado salvajemente y donde tomó, dicen los culpables que voluntariamente ya sorbitos , un líquido corrosivo que le quemó por dentro. Murió solo, nadie tuvo acceso a su cama de la sala de beneficencia del hospital de San Juan de Dios en Reus. La familia fue informada de su muerte pero no le permitieron bajo amenazas ver el cuerpo sin vida de Cipriano, que fue enterrado en una fosa sin permiso familiar y falsificando documentos. La vida de este sindicalista y luchador antifranquista ha sido recogida por el periodista Roger Mateos en un trabajo excelentemente documentado “Caso Cipriano Martos. Vida y muerte de un militante antifranquista “. Cipriano era por encima de todo una persona buena y comprometida como Antonio Martos, compañero de nuestra Mesa de Cataluña, que este mes de triste aniversario para él no podrá llevar la foto de su hermano en la plaza Sant Jaume.
Tampoco hablaremos de los últimos fusilados por el franquismo el 27 de septiembre de 1975, 2 meses antes de la muerte de un dictador que todavía está muy vivo. Xosé Humberto Baena, Ramón García, José Luis Sánchez Bravo, Jon Paredes y Angel Otaegi. Unos asesinados por el fascismo español que todavía arrastran el estigma de terroristas obviando que luchaban contra la dictadura franquista y que sufrieron unos consejos de guerra donde la sentencia ya estaba dictada, condenados sin demostrar su culpabilidad.
Ni hablar de Carlos Gustavo Frecha muerto por una bala de goma de la Policía Nacional una Diada de 1977, ni de Gustau Muñoz que una Diada de 1978 cuando se manifestaba en la calle Ferran recibió un disparo de frente de la policía que fue mortal. Su caso está dentro de la Causa 4591/10 conocida como querella argentina, como el de Cipriano Martos o el de José Luis Sánchez-Bravo. Casos que se han tenido que denunciar fuera del estado Español donde todavía son protegidos los criminales y abandonadas sus víctimas. En esta ocasión se ha hecho en la República Argentina, que sí tuvo el valor democrático de juzgar y continuar juzgando los crímenes de la dictadura de Videla. No podremos hablar de Chile, que también sigue juzgando la dictadura de Pinochet, los asesinatos y las torturas, no podremos recordar al presidente Salvador Allende que un 11 de septiembre de 1973 murió defendiendo la democracia frente a un golpe de estado militar o al cantautor Víctor Jara, torturado y asesinado un 16 de septiembre en el estadio que ahora lleva su nombre. Te recordamos Víctor.
No podremos hablar de nuestro compañero Antonio Silva que este 14 de septiembre ha declarado a la Ciudad de la Justicia a requerimiento de la jueza María Servini por las vejaciones Y las brutales torturas sufridas en la comisaría de Via Laietana en unos interrogatorios dirigidos por Roberto Conesa. Conesa represor con la dictadura, premiado en la transición y condecorado con la Cruz de Oro al Mérito Policial el 13 de junio de 1977, orden firmada por Rodolfo Martín Villa, también acusado en la querella argentina por los crímenes del 3 de Marzo en Vitoria.
Y quizás deberían hablar de muchas otras personas y hechos de los que no podremos hablar este mes en la plaza Sant Jaume, como de la Lina Ódena que prefirió la muerte a caer en manos de los fascistas un 14 de septiembre de 1936 disparándose un tiro en la cabeza. O de Matilde Landa que se suicidó tirándose al vacío en la cárcel de Palma de Mallorca un 26 de septiembre de 1942 porque ya no podía sufrir un segundo más la presión de las monjas sobre ella y sobre las mujeres encarceladas en aquel terrible cae, para ser bautizada, una cruzada que ganó el nacional haciéndolo in articulo mortis.
Septiembres negros de sufrimientos anónimos que aún son tormentas para esparcir. Ni olvido, ni perdón.
* Mesa de Catalunya d’Entitats Memorialistes
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