Suráfrica: visiones de una tierra con Festival de Jazz al fondo (I)

Magnífica hoy la versión de Tshosholoza, tarde relajada tras recorrer los recovecos que no conocía del Kwazulu Natal, luego las rocas, la niebla, el Free State, la frontera próxima, la policía, el canto de los grillos, el eco de una nación compacta rezando por Mandela, convaleciente en un hospital de Pretoria, su corazón aún late mientras escribo estas letras, tic, tac, Amandla, Stimela, solo sé balbucear toda esa sarta de palabras en la lengua de Dios que a todas luces capaz seré jamás de articular. Yiza, yebo. La trompeta de Hughie, viajando 5o años por todo ese espacio, sabiendo que hace apenas treinta y seis los chicos recibieron una carta del director, nada de… Soweto Blues… poca gente conozco con la que compartir esta emoción, gente a la que se le llenen los ojos de lágrimas al escuchar palabras como Cape Town, Shosholoza, Orlando West, Mamelodi, Upington, who cares, nothing to prove, just a life proof, swimming in Mossel Bay at dawn a year ago, after a locomotive night, braai, women, men left by on the chain gang, huh, predending, hah, people respecting the land, that is all it matters, Respectland, Ladysmith Red Lions, working on a petrol station, my wife crying as we went trhough the golden gates facing the searchless kingdom of Lesotho, crossing our fingers in order to find Forere, as I stay here once more at the veranda, thinking of my father, watching Luca drift away in her early dream-shots. While things seem to be mutating in Spain, uh, ah, back, on the chain gang as the story of an endless mirrored man… workin´ ona… golden mine of yours, fuckin´ De Beers.