Techo de la deuda USA
El Financiero de El Garaje. LQSomos. Febrero 2014
He de reconocer (ver nota anterior) que me he equivocado. Todo indicaba que el show de la ampliación del techo de la deuda iba a saltar a los medios de comunicación. Pues no, ni una palabra.
¿Recuerdan cuando en diciembre pasado nos bombardeaban con que si el gobierno federal iba a cerrar por falta de fondos, que si los Estados Unidos iban a empezar a no pagar sus compromisos, etc., etc.? Entonces prolongaron el plazo hasta el 27 de febrero, fecha en la que, aseguraban, se iba a llegar a un acuerdo (reducción de gastos y/o subidas de impuestos o lo que fuese). La continuación (ampliada) del show de Washington parecía asegurada.
No ha habido show. Lo han hecho a la chita callando. Van a ir reacomodando automáticamente el techo autorizado (que va por 17,2 billones de dólares). El Presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, acaba de proponer a los demócratas un proyecto de ley para permitir el aumento de la deuda, sin contrapartidas a los republicanos, y sin límites, a partir de ese 27 de febrero. Por si alguien tenía dudas, los Estados Unidos van a seguir imprimiendo dólares sin freno.
Curiosa la uniformidad (antes ruido, ahora silencio) de la práctica totalidad de los medios. Será que no toca hablar de eso. Ahora hay que hablar de (falsas) recuperaciones. Siguen estirando el chicle y tratando de ganar tiempo.
Todo indica también que se quiere desplazar el epicentro de la crisis. Esta primera gran crisis de la globalización tomó primero el aspecto de crisis bancaria (subprime, Lehman Brothers…). En un segundo tiempo se centró en la crisis de la deuda europea (¿recuerdan cuando la culpa era de Merkel y había que salirse del euro y de Europa?). Ahora, tercera fase, parece que se quiere que los emergentes paguen la cuenta. De paso, se utiliza el dinero que salga de esos países para colocar deuda USA. Esa llegada de fondos compensa la reducción (modesta, de 10 mil millones de dólares al mes) de compras de bonos del Tesoro por parte de la Fed. Una jugada magistral que está permitiendo mantener (por ahora) el tipo de interés de los bonos a 10 años por debajo del 3%.
Y, a cada giro de la estrategia (dictada por los grandes bancos de Wall Street), se han ido sumando puntualmente, medios de comunicación, políticos de uno u otro signo y hasta algún economista antisistema. Todos a una.
Y luego están los que cubren la retaguardia. Aquí ha quedado un residuo de “políticos” decepcionados y sin futuro. Lo saben, pero ellos siguen, e intentan organizarse por si acaso. En el fondo están decepcionados porque el gobierno se ha ido identificando con el “proyecto” alemán para Europa (qué remedio le quedaba, es lo que hay, era eso o desaparecían). Ellos preferían el otro, el de colocar a España en el primer plano mundial, el que denunciaba a la vieja Europa (la de Francia y Alemania), el de la guerra de Irak, el de la lucha mundial contra el terrorismo como prioridad, el de los Bush, Blair y los lobbys tejanos del petróleo o financieros de Wall Street… por ahí, por ahí va la cosa.
Pero la Historia va por otro lado y ellos no han podido acabar ni tan siquiera frenar el proceso de consolidación del polo europeo (bajo control alemán) frente al asiático y al todavía hegemónico (pero menos), el que les gusta a ellos, el de los Estados Unidos (y cada vez más superendeudados) de América.