Tras el allanamiento de su embajada México rompe con Ecuador
Por Arturo Sánchez Jiménez y Emir Olivares Alonso*
El gobierno de México rompió en la noche del sábado relaciones diplomáticas con Ecuador, una vez que en “una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía mexicana”, la policía ecuatoriana irrumpió en su embajada en Quito, lesionó al personal diplomático y aprehendió al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien se refugiaba en el edificio
Este fue el colofón de un largo día de tensiones entre ambos países. Desde la mañana, en su conferencia de prensa diaria, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que había riesgo de allanamiento a la sede diplomática para aprehender a Glas, dado el cerco policiaco que el gobierno ecuatoriano había instalado enfrente. “Vi el exceso de uso de fuerza rodeando la embajada, con mucha prepotencia, pero así son los fachos”, dijo.
No obstante, en dicha conferencia había sostenido que México no preveía romper la relación con Ecuador, cuyo presidente, Daniel Noboa, ordenó el miércoles la expulsión de la embajadora mexicana en Quito, Raquel Serur Smeke.
Horas más tarde, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó que México dio asilo político a Glas y que solicitaría al gobierno ecuatoriano el salvoconducto para que abandonara el país, lo que Quito calificó de “acto ilícito” y rechazó entregar el documento. Luego procedió al asalto de la legación diplomática.
Tras la irrupción, López Obrador declaró la suspensión de relaciones diplomáticas con Quito.
En sus redes sociales, el mandatario mexicano señaló: “Me acaba de informar Alicia Bárcena, nuestra secretaria de Relaciones Exteriores, que policías de Ecuador entraron por la fuerza a nuestra embajada y se llevaron detenido al ex vicepresidente de esa nación, quien se encontraba refugiado y tramitando asilo por la persecución y el acoso que enfrenta”.
El jefe del Ejecutivo afirmó que se trató de una “violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”. Por ello, instruyó a Bárcena a emitir un comunicado sobre el “hecho autoritario” y le pidió proceder “de manera legal y de inmediato declarar la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”.
La crisis diplomática bilateral escaló el viernes a una dimensión inédita, pero se gestó durante los últimos meses. El pasado 17 de diciembre, Glas, vicepresidente entre 2013 y 2017, durante el mandato de Rafael Correa, ingresó a la embajada mexicana para solicitar protección. Sobre él pesa una orden de captura girada por un juez debido a su supuesta participación en un caso de peculado, del cual se ha declarado inocente.
Ecuador había solicitado en México permiso para ingresar a la embajada y detenerlo, a lo que la canciller Bárcena respondió que eso “nunca” sucedería. El jueves, el gobierno de Noboa declaró persona non grata a Raquel Serur y le dio 72 horas para irse del país, al tiempo que desplegó fuerzas armadas afuera de la sede diplomática.
En la mañanera, López Obrador fue interrogado sobre la determinación ecuatoriana de expulsar a la embajadora con el argumento de que el mandatario mexicano tuvo unas “muy desafortunadas declaraciones” sobre las elecciones de 2023 en Ecuador y el asesinato del ex candidato presidencial Fernando Villavicencio.
“Nosotros no vamos a romper relaciones ni vamos a hacer lo mismo con el embajador de Ecuador”, dejó claro el mandatario, y agregó: “por lo que estoy sintiendo, ellos tenían ganas de pelearse con nosotros, pero para eso se necesitan dos”.
Lejos de dar la razón a su homólogo ecuatoriano, López Obrador no sólo reiteró las afirmaciones que hizo el miércoles en torno a la forma en que –desde su perspectiva– el asesinato de Villavicencio supuso una subida en las preferencias electorales para Noboa en las pasadas elecciones presidenciales de la nación andina, sino que ahondó en el tema, “para que el pueblo de Ecuador sepa qué fue lo que expresé y no haya manipulación”, y elogió al ex presidente Rafael Correa: “hizo un buen gobierno”.
Tampoco descartó que otros gobiernos de la región expulsen a embajadores mexicanos. “Puede pasar, porque nuestra postura incomoda a las oligarquías de América Latina, a los que realmente mandan, y también a las fuerzas hegemónicas del extranjero”.
Por su parte, la SRE informó por la mañana que “luego de un análisis exhaustivo”, se decidió otorgar asilo a Glas.
El mandatario subrayó que pese a este conflicto, el programa que su administración impulsa para la repatriación de migrantes ecuatorianos no se suspenderá.
* En diario La Jornada
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