Tributo a Jeff Beck

Tributo a Jeff Beck

Por Mariano Muniesa. LQSomos.

“Si usas una púa, tienes varios dedos que son redundantes, no hacen nada. Con cinco dedos puedes hacer todo tipo de cosas que no puedes hacer bien con una púa…”

Jeff, gracias por todo

Creo que es la primera vez en los casi ya cinco años que llevo compartiendo estos artículos, que con toda sinceridad, me resulta enormemente triste y casi diría que hasta doloroso escribir este artículo. Pero el primer mandamiento del periodismo no es negociable: la actualidad manda…

Este pasado 11 de enero de 2023 ha muerto Jeff Beck. Según el escueto comunicado hecho público por su familia y por su círculo más cercano, debido a una meningitis bacteriana, una dolencia repentina que ha acabado con su vida cuando aún estaba plenamente activo, preparando nuevas giras y habiendo grabado este pasado año tanto una magnífica colaboración en el último álbum de Ozzy Osbourne, ‘Pattient Nº9’, del que también hablamos aquí en su día como un excelente disco llamado ‘18’ junto al actor Johnny Depp, que en los últimos años también ha desarrollado una carrera paralela en la música a través del grupo que comparte con Alice Cooper y Joe Perry de Aerosmith, Hollywood Vampires. Tal vez el hecho de saber que no se encontraba, como en otros casos, en el curso de una enfermedad grave o que estaba retirado de la música por motivos de salud, ha hecho más duro el golpe por lo inesperado. De hecho, su apariencia física era excelente, aparentaba mucha menos edad de la que tenía en el momento de su deceso -78 años- y creo no éramos pocos los que estábamos convencidos que al igual que los Jagger, Dylan, Townsend, Plant u otros de su generación, aún le quedaba carrera por delante.

Con toda seguridad, el hecho de que no fuera un músico generador de “hit-singles”, que sin ser tampoco un ermitaño, se mantuviera casi siempre a una prudencial distancia de la prensa, que mantuviera su vida privada siempre fuera del foco mediático y que a lo largo de algunos periodos de su carrera estuviera alejado de los escenarios como en los años 80, en los que padeció de tinnitus no le hizo un guitarrista tan popular ni tan conocido como por ejemplo, Eric Clapton. Sin embargo, y aún respetando enormemente a “slowhand”, entiendo que Jeff Beck siempre fue mucho mejor compositiva y técnicamente que Clapton y a mi criterio, pienso que junto a Jimi Hendrix fue el gran revolucionario de la historia del rock, no solamente como creador junto al de Seattle de las bases musicales del hard rock y el heavy metal cuando formó su The Jeff Beck Group en 1967 con Rod Stewart y Ronnie Wood y que tan genialmente plasmó en sus discos ‘Truth’ (1968) y ‘Beck-Ola’ (1969); a lo largo de toda su carrera, con excepción de esos periodos de inactividad fue un incansable explorador de nuevas sonoridades, un entusiasta de la fusión del rock con otros estilos y un experimentador nato, arriesgado, valiente y siempre, en cualquier circunstancia, brillante.

El destino quiso que muy poco tiempo después de la abrupta ruptura del The Jeff Beck Group durante su gira por Estados Unidos del verano de 1969, justo la víspera de actuar nada menos que en el Festival de Woodstock, sufriera un accidente de automóvil que le mantuvo casi un año alejado de la actividad musical. Ya recuperado y a su vuelta, optó en lo que sería una constante en su carrera, en reinventar por completo el The Jeff Beck Group y unirse a músicos de la categoría de Max Middleton y Cozy Powell para grabar con ellos ‘Rough And Ready’ (1971) y ‘Jeff Beck Group’ (1972), en los que orientó su estilo hacia cánones más propios del jazz rock y de la fusión con una inspiración y una calidad que personalmente nunca dejaron de impresionarme.

Lo que iba a ser una nueva versión del The Jeff Beck Group se convirtió en Beck, Bogert & Appice, que quienes creo que no desacertadamente se llamó en la prensa musical inglesa “los Cream de la década de los 70” y que dejaron un álbum de lo más inmenso que a nivel de hard rock se grabó nunca en los años 70. Tras una etapa más evolutiva y más ecléctica con Max Middleton, volvió en gran medida a sus raíces de blues progresivo y proto-hard rock en un proyecto que tristemente, duró muy poco tiempo.

En una entrevista personal que tuve la oportunidad de hacer con el gran batería Carmine Appice, me dijo preguntándole por Beck que como con frecuencia ocurre con los grandes genios, en ocasiones tenía un carácter muy impulsivo y hasta cierto punto imprevisible, que se manifestaba especialmente cuando empezaba a cansarse del proyecto que había empezado, o cuando creía que tenía una idea mejor en la cabeza. Ello le llevó a romper BB&A en 1974 y empezar una carrera en solitario que nos dejó en esos años obras maestras como ‘Blow By Blow’ (1975), ‘Wired’ (1976) y el legendario álbum en directo ‘Jeff Beck with the Jan Hammer Group Live’ (1977).

Aquí Jeff Beck se inclinó mucho hacia el jazz rock, rodeándose siempre de buenísimos músicos, cualidad que siempre mantuvo –fue el descubridor de músicas de la categoría de Tal Wilkenfeld o Jennifer Batten- y supo dar a su carrera un giro radical, pero sin saltos en el vacío ni bandazos incoherentes. Todo lo contrario, a pesar de los constantes cambios en cada uno de los proyectos que afrontó, cuando se escucha su discografía en profundidad, hay una línea de continuidad de un estilo, una técnica y por encima de todo, una personalidad tan marcada, tan acusada, capaz de proporcionar un marchamo de identidad propia tan indiscutible a todo lo que hacía, que ello le facilitó ponerse al mismo nivel, cuando no superior al de la generación de grandes virtuosos de la guitarra de la Escuela de Berkeley en su ‘Guitar Shop’ de 1989 con Terry Bozzio y Tony Hymas, revolucionar la electrónica en su ‘Who Else!’ (1999) y ‘You Had It Coming’ (2001) y ser la estrella invitada de músicos como Mick Jagger, Tina Turner o Jon Bon Jovi en muchos de sus proyectos, incluidos los más recientes y ya mencionados de Ozzy Osbourne y Johnny Depp.

En la música, comunicar y transmitir con la voz, cuando se expresa un sentimiento sincero, que nace del corazón, no es fácil, pero menos fácil resulta hacerlo con la guitarra en el rock instrumental. Muy pocos lo han logrado a lo largo de la historia. Jeff Beck, sin duda el mejor de todos ellos.

Adiós, Maestro. La magia de tu música, de tu imaginación, de tu creatividad, la emoción y el sentimiento que creaste en generaciones enteras de amantes del rock seguirá siempre viva en nuestros corazones. Jeff… simplemente, gracias por todo.

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