Virus para el mundo rural: macrogranjas y renovables
Por Selodi Gasan Adie. LQSomos.
Dos alertas breves que nos afectan a todas
La elite política habla de la España vaciada y de la dureza del mundo rural, pero en realidad son solo palabras ahuecas de contenido e intenciones.
El abandono de la España agrícola o ganadera, de producción tradicional, familiar es ya una larga historia en tiempo y en hechos, la población rural cada vez es más vulnerable, tiene menos derechos, menos servicios y prestaciones, y lo que se sigue ofreciendo desde las sedes del poder urbanita son falsas promesas de empleo y dinamización rural.
¿Renovables?
En la ultima década se ha acelerado el desprecio, aún mas, hacia esa España vaciada, un paisaje devastador y mortífero hacia la biodiversidad ha crecido de forma desorbitada bajo el “buen rollito” de las energías verdes, llenando los horizontes de proyectos de renovables totalmente salvajes a gran escala y de líneas de alta tensión, la llamada transición energética, muy necesaria, ha sido la llave para que los mismos que han machacado durante años la tierra y han contaminado con total impunidad, enarbolen hoy la bandera de las renovables dejando los campos como un inmenso páramo yermo.
El nuevo capitalismo verde, es igual de devastador y canalla como el capitalismo que conocemos de toda la vida.
Otra transición ecológica es posible ¡Y necesaria!
Para conocer a fondo: Por la conservación de la biodiversidad, el paisaje y por el desarrollo de un modelo energético distribuido y justo
Mierda y (de) Macrogranjas
El cuarto poder económico de España (sector de la alimentación, bebidas y tabaco) del cual la industria cárnica ocupa el primer lugar dentro del sector, es el gran dinamizador de las macrogranjas.
Producir con las normas del capitalismo devastador sin preveer consecuencias, mayor producción de carne, leche o huevos, es lo que hace la ganadería intensiva o industrial (fabricas de alimentos) en sus templos de explotación que son las macrogranjas.
Animales hacinados en espacios reducidos, con horarios cambiados, sin ver el sol, ni la hierba, alimentados con piensos y forrajes de importación que a la vez esquilman terceros países, y animales sometidos a medicación continua: macrogranjas.
Esta enorme cantidad de animales genera una cantidad impresionante de mierdas, gases de efecto invernadero, amoniaco y los excrementos. Y además son las causantes de que el 30% de las estaciones de control de las aguas subterráneas y el 50% de las superficiales indican una mala calidad debido a la contaminación por nitratos, el agua potable desaparece de las poblaciones donde se instalan estas “prisiones” de producción intensiva y tortura animal.
Se imaginan lo que supone que te planten en tu hábitat uno de estos campos de concentración de animales… esa es la realidad que están viviendo los pueblos de este país.
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