Ya no encuentro palabras
Nos están robando las pensiones de forma miserable. Nos están robando la sanidad pública y la salud. Nos están robando la dignidad de poder trabajar cerrando empresas, administraciones, comercios o almacenes. Nos están robando poco a poco la democracia ¡Y nadie nos llama a salir a la calle de una vez! Nadie nos grita a saltar ya de una vez. Nadie convoca nada que no sean conciliábulos de debate, asambleas, congresos, conferencias, encuentros. Pero nadie llama al estallido social de una vez.
Pero claro, en las colas del paro hay silencio y vergüenza. Los y las funcionarias públicas ven como se despiden a sus hermanos laborales en silencio y no se les ocurre pensar que ellas y ellos van detrás, especialmente si trabajan en ayuntamientos. Los precarios se alegran por contratos de cinco jornadas a 40 euros día. Los padres no revientan aunque les roben las becas a sus hijos.
Solo se me ocurre pedir un poco de dignidad. Que no nos roben también el valor y el derecho a ser personas libres e iguales sin rechistar siquiera.
Hay demasiado sindicalista superado por la situación y sin saber que hacer. Demasiado cargo público pensando que en los pasillos de un parlamento o el despacho de una consejería se puede hacer algo mientras nos roban y encima insultan. Demasiado facha pepero mandando y sin ninguna vergüenza. Demasiado socioliberal meándose en la memoria de Pablo Iglesias. Demasiado activista perdiendo las horas en facebook solo en su casa, sin juntarse con nadie de su barrio y creyendo el pobre que eso de la brecha digital no es una monstruosa verdad. Demasiado espíritu pequeño burgués imaginando desde internet la revolución, a pesar de que las y los excluidos no tienen internet.
Hay demasiada reunión y poca unión. Unión en la lucha y lucha social y política, pero en la calle, las plazas, los talleres, aunque sean de pensamiento.
No os dais cuenta de que nos han recluido en casa. Nos están abrumando de trabajo en los parlamentos. Están acabando con los sindicatos y su espíritu de clase y de lucha, a cambio de negociar derrota tras derrota. No os dais cuenta de que nos están volviendo a ganar, mientras nosotras y nosotros somos incapaces de conquistar ni siquiera las barras de los bares de parados, sub-empleados y esclavos y esclavas varias así como de los pensionistas acabados y esquilmados.
Ya no hay palabras. Ya lo sabemos todo. Tenemos las soluciones y los programas. Pero nos falta fe, fe en nosotras y nosotros mismos. Fe en el éxito de nuestra lucha y muy pocas ganas de jugarnos el tipo y luchar por un futuro común.
La gente- lo siento en el estado español no hay pueblo. Los pueblos se forjan y aquí solo hay una masa informe adormecida y demasiado enterado.- ¿La gente no ve acaso lo que está pasando en Grecia? Y que solo vamos entre tres y seis mesas detrás de ellos. ¡¡Que esperamos!!
Amigas y amigos vamos a montar algo. Vamos a ser dignos. Vamos a luchar ya de una vez.