“Yo tengo un sueño…”
Por Daniel Alberto Chiarenza
“Nunca, nunca tengas miedo de hacer lo correcto, especialmente si el bienestar de una persona o animal está en juego. Los castigos de la sociedad son pequeños en comparación con las heridas que infligimos a nuestra alma cuando miramos para otro lado”.
15 de enero de 1929: nacimiento del líder afroamericano Martín Luther King
El símbolo del movimiento del pueblo afroestadounidense por sus derechos civiles y políticos fue Martin Luther King (Jr.); él encarnó, tal vez como nadie en los EE. UU., los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Nació en Atlanta, Georgia, tradicional baluarte contra el racismo.
Como su padre, a los 18 años se ordenó pastor de la Iglesia Bautista Nacional, y en 1955 se doctoró en Teología en la Universidad de Boston.
De allí en más su vida será la historia del Movimiento por los Derechos Civiles. King participó en la creación de las principales organizaciones antirracistas y dirigió, personalmente, muchas de las luchas del sur de los Estados Unidos.
En 1955 ya tuvo uno de sus logros mayores. Como pastor de una iglesia en Alabama, organizó el boicot de ómnibus, en Montgomery tras el arresto de Rosa Parks, que duró más de un año, consolidando la protesta por la prohibición impuesta a los negros por la compañía de transportes de sentarse en los bancos anteriores y subir por la puerta delantera, reservada exclusivamente a los blancos. La medida fue reprimida violentamente, Luther King agredido, detenido, y atentaron con bombas contra su casa. Finalmente, la táctica de “resistencia pasiva”, inspirada en la lucha anticolonialista de Mahatma Gandhi logró la victoria al cabo de un año de intensas movilizaciones. Culminó con la declaración de inconstitucionalidad de la segregación de los autobuses públicos.
“No me duelen los actos de la gente mala. Me duele la indiferencia de la gente buena”.
Al año siguiente King participó en la organización de la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur (SCLC), del que sería su primer presidente, que poco después se transformó en el centro organizador del movimiento, junto con el Consejo por la Igualdad Racial (CORE) y el Comité Coordinador Estudiantil No Violento (SNCC).
Entre 1957 y 1960 la SCLC impulsó campañas en favor del registro electoral de los negros, en contra de las trabas legales o arbitrarias que restringían su derecho al sufragio.
En febrero de 1960 el SNCC impulsó los “sit-ins” u ocupaciones pacíficas de los restaurantes o lugares públicos donde los negros no eran admitidos. La “predica” cristiana y no violenta ganó el apoyo de los blancos moderados de todo el país.
A esta campaña siguió la de los “Freedom Riders” (Pasajeros de la Libertad), en el sur, en la que parejas de blancos y negros viajaban juntas en autobuses, para obligar al cumplimiento de una nueva ley federal que prohibía la segregación racial en los transportes.
Entre 1961 y 1963, los esfuerzos se concentraron en las ciudades de Albany, en Georgia y Birmingham en Alabama, tratando de lograr la integración racial en iglesias y escuelas públicas. Las tácticas no violentas, como actos públicos y manifestaciones tuvieron nuevamente como respuesta la represión. “Sin embargo, la base de apoyo entre los blancos se ampliaba y Luther King se abocó a la organización de un movimiento a escala nacional que congregara a negros y blancos en un frente común.
En junio de 1963, 125 mil personas participaron en la Marcha por el Trabajo y la Libertad en agosto más de 250 mil manifestantes exigieron en Washington el fin de la discriminación racial y al concluir el mismo pronunciaría su famoso discurso “I have a dream” (‘yo tengo un sueño’), gracias al cual se extendería por todo el país la conciencia pública sobre el movimiento de los derechos civiles y se consolidaría como uno de los más grandes oradores de la historia estadounidense.
“Tengo un sueño, que mis cuatro hijos vivan un día en una nación en la que no sean juzgados por el color de su piel sino por la naturaleza de su carácter”.
“Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas”
Foto Henrik Laurvik.
Fue tal el tamaño de su lucha que, al año siguiente, Martin Luther King recibió el Premio Nobel de la Paz.
Convertido en una figura reconocida internacionalmente, el líder negro se pronunció en 1966 en contra de la guerra de Vietnam y la pobreza en general, y dos años después trabajó por la unidad de los dos grandes movimientos sociales de la década; el de los derechos civiles y el contrario a la guerra. A causa de estas actividades King fue perseguido por el FBI y sufrió varios atentados.
El 4 de abril de 1968 fue asesinado en Memphis cuando apoyaba una huelga de trabajadores de la salud y se aprestaba a asistir a una cena informal de amigos.
La explosión de ira en los barrios negros de las grandes ciudades acompañó el entierro de Martin Luther King. El movimiento se dividió y el FBI desencadenó una represión sangrienta que desmanteló a los sectores más radicales y aisló a los moderados, infligiendo un golpe violento a la lucha contra el racismo.
“La verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión, es la presencia de justicia”.
“La pregunta más persistente y urgente de la vida es: ¿Qué estás haciendo por los demás?”.
Comparte este artículo, tus amig@s lo agradecerán…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es; Bluesky: LQSomos;
Telegram: LoQueSomosWeb; Twitter (X): @LQSomos;
Facebook: LoQueSomos; Instagram:
