Zaragoza: Vª Andada “Evasiones de Libertad”
Por Montañas de Libertad*
Eran más de 100 kilómetros los que había que recorrer entre la ida y la vuelta.
Armados con una pistola y munición abundante, con algunos víveres para el camino, salieron el 10 de octubre de 1936 cuatro guerrilleros, desde las avanzadas de las milicias antifascistas en Fuendetodos, en dirección a Zaragoza. «Más que la vida no se podía perder». Eran las seis de la tarde. En breve sería de noche………al día siguiente a las dos de la tarde entraron en la ciudad.
49 hombres del movimiento libertario de Zaragoza, más los cuatro organizadores de su fuga llegaron el 15 de octubre a las siete de la mañana a los parapetos de los milicianos antifascistas… Del libro Por que perdimos la Guerra de Abad de Santillana
En recuerdo y homenaje a “Los hijos de la noche”: 41 kilómetros de Memoria y Dignidad
El próximo 21 y 22 de septiembre celebraremos en Zaragoza la Vª Andada «Evasiones-Senderos de libertad» en recuerdo y homenaje a «Los hijos de la noche», valientes guerrilleros anarcosindicalistas que realizando cinco incursiones de Fuendetodos a la Zaragoza ocupada, salvaron de la muerte o represión segura a 281 hombres, mujeres, niños y niñas.
La actividad está organizada por la AVV. Montes de Torrero-Venecia, El cantero de Torrero, Acción Libertaria y por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón (ARMHA), con la colaboración especial del Coro Libertario de Torrero.
Vamos a caminar en dos días 41Km, ellos hacían más de 100, porque era ida y vuelta.
El sábado recorreremos 24km -la mayor parte nocturnos- y 17 el domingo. Saldremos el 21 a las 17:00h de Zaragoza (aparcamiento cementerio al lado del tercer cinturón) trasladándonos en vehículos a Fuendetodos y desde allí, a las 19:30 al anochecer, arrancamos la Andada hasta un pequeño refugio que hay en el alto de la Plana de María. A la mañana siguiente caminaremos 17km desde el refugio hasta el parque de la Paz, donde seremos recibid@s con una bienvenida para dar paso a las intervenciones y actuaciones musicales que junto con la Andada realizada, darán cuerpo a este merecido Homenaje a «Los hijos de la noche».
Para quienes por la razón que sea no podáis hacer toda la ruta pero si os gustaría participar, el domingo a las 9,00h podéis formar parte de otro grupo que desde el cementerio de Torrero (puerta vieja), saldrá al encuentro del grupo que viene de Fuendetodos. Esta otra ruta será de alrededor de 12 Km.
Contacto
Aquí podéis encontrar toda la información o solicitar la que necesitéis:
https://www.armharagon.com/iv-andada-evasiones-senderos…/
armhamemoria@gmail.com
La historia de Los hijos de la noche
«Los hijos de la noche», comprometidos guerrilleros anarcosindicalistas, arriesgaron sus vidas cruzando un territorio ocupado, para salvar las vidas de familiares, compañeros, compañeras y personas en riesgo de ser asesinadas. Hasta ahora sobre ellos, no había más rastro que el recogido en el libro de Diego Abad de Santillán “Por qué perdimos la Guerra”. Diego Abad publicó este libro en Buenos Aires el 5 de abril de 1940, solo un año después de terminada la guerra, por lo que obviamente omitió detalles y nombres de sus protagonistas. Recientemente gracias a las Cajas de Ámsterdam que contenían los documentos de la FAI y de la CNT que con tanto celo salvaron, hemos tenido acceso a la Memoria escrita por Manuel Sancho Gilbert sobre los hechos más sobresalientes en que intervino directamente siendo el promotor de estas cinco evasiones.
Memoria sí, pero para marcar camino
Es hora de que sus nombres brillen con luz propia, pero antes de ello, para honrar su memoria y que sea esta hoy, un referente de lucha como lo fue entonces, es preciso clamar por la justicia por la que ellos y ellas tanto entregaron combatiendo al fascismo que les arruinó las vidas.
El sentido de recuperar la memoria no es otro que traerla al presente para alumbrar un futuro de dignidad más justo y con garantías de no repetición, para lo que hay que acabar con la impunidad de los crímenes franquistas, con los beneficios de sus herederos y para ello, hay que juzgar a los crímenes de lesa humanidad del franquismo desde el 19 de julio de 1936, cuando traicionando su juramento, se convirtieron en los verdugos de su pueblo. Da igual que ya no vivan, esos delitos no pueden quedar impunes y es el Estado de Derecho el responsable subsidiario. Le pese a quien le pese y cueste lo que cueste seguiremos trabajando para que las grietas en el muro de su impunidad sean cada vez más grandes y empujaremos hasta que caiga. La Historia lo sabrá, os lo aseguramos, como sabrá que todo un movimiento tejido por hombres y mujeres trabajamos sin descanso para conseguirlo y garantizar, una buena base para una sociedad más digna, con valores de Justicia, de Verdad y de Reparación.
El origen, contexto y sus protagonistas
El 8 de septiembre de 1936, Manuel Sancho Gilbert pudo escapar de Zaragoza tras la ocupación en compañía de cuatro compañeros más. Dos días después -el 10 de septiembre- llegaba a los parapetos de defensa del territorio libre:
“El viaje lo hubiéramos podido realizar en una noche, pero el motivo del retraso fue al quererme enterar si el enemigo tenía guarnecidas las Planas de María, ya que salí de la capital con el firme propósito de volver a Zaragoza para salvar a mis familiares y a cuantos compañeros pudiera, la cual cosa era imposible sin un previo reconocimiento del terreno y de los obstáculos que tenga el enemigo. De este reconocimiento me surgió el convencimiento de que era posible realizar un viaje con probabilidades de éxito, y así sucedió. La experiencia que yo recogí en el citado viaje, sirvió para que al mes de estar entre los míos, pudiéramos realizar nuestro primer viaje a la ciudad mártir, como guía y conocedor del terreno.” (* Transcripción literal. Federación Anarquista Ibérica Archives, CP-63.8 /Instituto Internacional de Historia Social, Ámsterdam)
“Una vez estuve con las fuerzas leales, hasta el día de mi primer viaje, me enrolé en la 6ª Centuria (Alto Aragón), en compañía del compañero Ignacio Zubizarreta y los otros cuatro compañeros que salimos de Zaragoza. Todo mi interés era enfrentarme con los enemigos del pueblo, lo que conseguimos el día 21 del mismo mes: por sorpresa en un movimiento magnífico, en torno de Fuendetodos. Tomé parte activa en esta operación, y una vez tomado el pueblo, por iniciativa mía y de Zubizarreta, al momento fortificamos la Sierra Colindante, pues me temía que los fascistas hicieran el contrataque, sucediendo asimismo”. (* Transcripción literal. Federación Anarquista Ibérica Archives, CP-63.8 /Instituto Internacional de Historia Social, Ámsterdam)
Al día siguiente -22 de septiembre- fueron atacados ferozmente, pero resistieron valientemente y tras dos horas de combate pusieron en fuga a los asaltantes. Pero por la tarde les atacaron de nuevo, y esta vez por aproximadamente unos 700 falangistas con ametralladoras y morteros. Fueron cuatro horas de combate en el que no solo resistieron, sino que con solo 140 milicianos pero con muy alta moral, consiguieron espantarlos sin saber estos, que el refuerzo de munición les llegaba justo cuando se les terminaba.
Llegaba la noche y con ella las guardias en los puntos de vigilancia. En las guardias que se sucedieron en compañía de para entonces su ya inseparable compañero Ignacio Zubizarreta -Zubi- siempre miraban la misma sierra que días atrás había atravesado, y su pensamiento no era otro que organizar algún viaje a Zaragoza para ver de salvar a algún compañero. Manuel Sancho conocía bien el camino, las Planas María y Monte Terrero y contaba con la complicidad de Zubizarreta, así que los dos acordaron hablar con su común amigo Carod para exponerle lo que pretendían y realizar una primera expedición cuanto antes mejor. Carod accedió, marcando condiciones de extremo sigilo y número reducido.
Primera evasión
Por fin, 30 días después de su llegada, el 10 de octubre saldría la primera expedición a las 6 de la tarde de Fuendetodos cargada de gran emoción, una pistola 9mm por cabeza, abundante munición y comida. Iban tres guías: Manuel Sancho, Roche y Zubizarreta. Regresaron el día 15 de octubre a las 7 de la mañana y traerían en esta primera salida, a 49 compañeros salvados de la muerte. Podemos apenas Imaginarnos la satisfacción y emoción de los milicianos al recibirles.
Segunda evasión y suspenso temporal para defender Madrid
A los siete días volvieron a salir, pero en esta ocasión la expedición fue organizada por la Regional de Aragón, Rioja y Navarra y secundados por los responsables del Sector, ya que al ser el segundo viaje era de mayor responsabilidad y riesgo. Fueron cinco guías esta vez: Roche, Lalana, Quilez, Zubizarreta y Manuel. El 25 de octubre, en la 2ª evasión, sacaron a 45 más.
Pocos días más tarde hubo que suspender los rescates. La defensa de Madrid les necesitaba con urgencia, y a la Centuria Alto Aragón donde se encuadraban los guías, por sorteo le había tocado marchar. Inicialmente Manuel Sancho no podría acompañarles pues se encontraba en el Hospital recuperándose de una caída en la 2º evasión. Pero cuando toda la Centuria pasó a despedirse… no pudo resistirse a marchar y así lo hizo con todos los compañeros trasladándose en autobús a Caspe, luego en tren a Barcelona con el objetivo de municionarse y alcanzar Madrid.
Al poco de estar en Barcelona, Manuel fue requerido por telegrama urgente a la Comandancia Militar de Caspe. Ya en Caspe, siguiendo la orden, se presentó ante el compañero “Continente”, Jefe del Grupo Libertador al que fue incorporado. El día 5 de noviembre recibieron orden de la Comandancia (Caspe) para volar esa misma noche el puente de Falcine, situado en la carretera de Mediana a Belchite para evitar que llegaran refuerzos de los sublevados. A las 5 de la madrugada ya no quedaba nada del puente.
Tras esta operación, fue integrado en el “Grupo Libertario” hasta el 25 de noviembre, fecha en la que marchó con un grupo de 300 milicianos escogidos a Valencia por orden de García Oliver por entonces Ministro de Justicia, para una intervención especial en Teruel.
Allí estuvieron hasta el 15 de diciembre en que les dan la orden para regresar a Alcañiz y Caspe. Ese mismo día Manuel recibe un telegrama para presentarse al Comité Regional de Aragón, Rioja y Navarra, acudiendo el mismo día en compañía del camarada Barrios, llegando a Alcañiz a las 5 de la madrugada.
Tercera evasión
Manuel sabía que se iba a tratar el tema de las evasiones y sin dudarlo, propuso un tercer viaje a Zaragoza aprovechando las fiestas de Navidad que fue aprobado. Como guías, además de compañeros que ya conocía, le acompañaban sus amigos Mirabet y Francisco Blanco, este último buen conocedor del terreno hasta llegar al término de Zaragoza. Fue un duro viaje pues la humedad empapaba sus ropas y al llegar a Llanes de Codos se mojaron hasta los tobillos, de manera que si paraban se congelaban dificultando la marcha, así que caminaron más de 14 horas sin descanso. En Zaragoza, llegados al lugar de encuentro convenido, los mismos enlaces que en los dos viajes anteriores, trabajaron sin descanso a organizar la nueva expedición al tiempo que tenían que pasar toda la posible información respecto a las posiciones facciosas. Con estos datos Manuel elaboraba un informe que debía presentar al Jefe de la Columna Sur-Ebro. Esta tercera expedición salió de Zaragoza el 29 de diciembre con 35 personas más los guías. Fue este un grupo de riesgo, pues en él se encontraban un republicano de 72 años de apellido “Casanova”, y una compañera con dos hijos pequeños de cuatro y cinco años.
Pese a los recelos iniciales por la edad y el riesgo añadido para todo el grupo, Manuel Sancho accedió a llevarlos. A mitad de la marcha el grupo se tuvo que dividir dejando a buen recaudo con el camarada “Francisco Blanco” a 11 personas que no podían continuar y comprometían al resto. Fueron muy duros momentos para tod@s y así lo vivió Manuel:
“Estos momentos fueron para mi terribles, pues al reemprender el camino, además de que las fuerzas físicas me flaqueaban, iba anonadado pensando en los camaradas que me dejaba a los cuales veía dudar de mi promesa de volver a por ellos”.
El resto del grupo llegó sano y salvo el 30 de diciembre a las 9 de la mañana y apenas llegados, Manuel marchó raudo en automóvil a Azuera para comunicar lo sucedido y organizar cuanto antes la recogida de las 11 personas que peligraban. Mientras Manuel se reponía en el Hospital, los compañeros Bretos y Zubizarreta prepararon al resto de guías que iban a acompañarlos en el que sería el 4º rescate en el que además había que salvar a la compañera de Bretos que perseguida, corría gran peligro.
Cuarta evasión
Salieron de Azuara en auto 24h después Bretos, Feliz, Sos, Zubizarreta y Manuel, llegando a Fuendetodos a las 6 de la tarde. Treinta y cinco milicianos de las fuerzas que guarnecían el pueblo comandadas por el compañero “Logroño”, bien equipados y motivados, les iban a acompañar en esta travesía. A las seis y media cruzaron las líneas propias y caminaron hasta encontrase con el grupo de los once que habían tenido que dejar. Allí, Bretos, Zubizarreta y Manuel, acordaron que este último regresaría con el grupo rezagado más once de los treinta y cinco milicianos y que el resto continuase su marcha a Zaragoza. Manuel cumplió su misión y el grupo de Zubizarreta consiguió rescatar a cuarenta y cuatro camaradas de Zaragoza.
Un paso más: creación del. Grupo de Exploración e Información del Regimiento Confederal
Al día después, Manuel Sancho, agotado de su lesión, se desplazó a Alcañiz para reponerse y poder realizar las gestiones necesarias para ultimar la formación de un grupo de Exploración e Información del Regimiento Confederal que se hallaba en vías de formación en Alcañiz por el Comité Regional de Aragón, Rioja y Navarra siendo los responsables de este trabajo el compañero Roche y Manuel. Tras los trámites necesarios, quedó formado el Grupo de Exploración e Información integrado por diez y seis militantes de la CNT, siendo el Delegado el camarada Roche y como Subdelegado Manuel Sancho.
Quinta y última evasión
La primera misión de este nuevo Grupo de Exploración, fue realizar un nuevo viaje a Zaragoza -el 5º- que sería el más numeroso de todos, por lo que se preparó con especial cuidado y precaución. Ciento ocho (108) mujeres, hombres y niñ@s fueron evadidos y salvados. Manuel Sancho reflejó así en su informe, la gran satisfacción que sentía por estos logros:
“No es posible describir la formidable emoción y entusiasmo que producía en el frente y la retaguardia, estos hechos. Además que como fin práctico para la guerra y la revolución representaba:
1º Por llevar a nuestra zona de Aragón a los mejores militantes anarquistas de Zaragoza.
2º Que nuestra Organización Confederal y específica se levantaba por la calidad de los compañeros que ingresaban en las mismas.
3º La enorme cantidad de datos que dábamos para la mejor lucha contra el fascismo y que estábamos forjando un grupo de compañeros muy necesarios para futuras empresas.”
La quinta fue la última evasión, pues a esas alturas ya era casi imposible continuar. Los fascistas estaban sobre aviso por sus servicios de información y por algún infiltrado que más tarde se desenmascararía. Igual que harían años más tarde con las contrapartidas con los Maquis, llegaron a realizar expediciones simuladas con el fin de detener a compañeros enlaces, lo que consiguieron en alguna ocasión después de la última evasión.
Fueron cinco evasiones en las que se salvó las vidas de un total de doscientas ochenta y una personas, hombres, mujeres y niños (281).
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* Asociación Montañas de Libertad, Recuperando Memoria
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