Campaña de desprestigio contra Roger Waters
Por Tomás F. Ruiz. LQSomos.
La aparición de Roger Waters ante la ONU, en un video grabado en su propia casa donde denuncia los intereses ocultos en la guerra de Ucrania, ha escaldado a todos los gobernantes europeos, a los de EEUU y al mismo gobierno de Ucrania. Waters acusa a Europa y a la NATO de prolongar esta guerra premeditadamente, proporcionando armas a Zelensky y abortando cualquier posibilidad de que ambos contendientes firmen un alto el fuego.
Waters denunció ante Naciones Unidas que en esta guerra Putin ha sido provocado y llevado contra las cuerdas por la NATO y solicitó un inmediato alto el fuego a ambos contendientes e iniciar unas conversaciones de paz a las que Zelensky se niega. Indignada por las acusaciones de Roger Waters, la NATO ha promovido una campaña de desprestigio público contra Waters de la que la prensa británica, siempre a su incondicional servicio, se ha hecho eco sumisamente.
Trasformada desde el inicio de la contienda en servil alguacil de la NATO, parte de la prensa británica ha arremetido contra Roger Waters por su abierto posicionamiento en contra la guerra de Ucrania. Lo que más parece haber dolido al gobierno de Rishi Sunak y a todos sus partidarios (entre los que se encuentra Israel, con su fuerte dependencia armamentística de EEUU) han sido las referencias a los polémicos contingentes de armas que el Reino Unido está enviando al gobierno de Zelensky, con el demente propósito de prolongar esta contienda todo lo que sea necesario para convertirla en una situación bélica generalizada que implique a Europa en la contienda.
Roger Waters aclara con determinación en su video que “esta es una tragedia de la que sólo están sacando beneficio las empresas de armamentos” una forma más que directa de apuntar con el dedo al gobierno británico, considerado cómplice incondicional de la NATO y abastecedor de armas a Zelensky en este promovido conjutamente conflicto ruso-ucraniano.
El periódico Metro, uno de los diarios más leídos en Londres, se ocupa de ensuciar la imagen de Waters en un artículo a media página publicado la pasada semana. En esta noticia, Metro considera a Roger Waters como el culpable de la desmembración del grupo Pink Floyd y cita como fuente las declaraciones que Polly Samson, esposa de otro miembro del grupo, ha hecho acusando al músico de anti-semitismo. La también escaldada escritora Polly Samson, se refiere a las declaraciones hechas por Rogers Waters donde compara las masacres contra el pueblo palestino que lleva a cabo el estado nazi de Israel con el genocidio que Hitler cometió contra la raza judía.
Igualmente, Polly Samson acusa a Roger Waters de evasor de impuestos, de megalómano y misógino, todo ello sin aportar prueba alguna que fundamente sus acusaciones. Por último, señala con el dedo a Roger Waters acusándolo de simpatizar con Putin y con Rusia, el crimen, según la escritora, más grave de todos.
Por su parte, Roger Waters ha declarado sentirse muy afectado de que su banda haya grabado una canción apoyando al filonazi presidente Zelensky de Ucrania. “Lo que más triste me pone no es que me insulten compañeros de trabajo o sus parejas, sino que hayan utilizado el nombre de la antigua banda en la que todos trabajábamos para apoyar una mentira”.
A la campaña de desprestigio financiada por la NATO se han sumado varias ciudades europeas, que han suspendido actuaciones de Roger Waters programadas para su gira 2023. Las cuatro actuaciones que llevará a cabo Roger Waters en el Reino Unido (en Birmingham, Glasgow, Manchester y el mismo Londres) siguen en pie y se perfilan como protestas masivas contra la irresponsable conducta de su primer ministro, Rishi Sunak, que con sus comprometedoras entregas de armas a los batallones nazi-ucranianos, está alimentando una guerra en la que pone en peligro la seguridad de su misma población británica… “Just another brick in the wall”.
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