Canadá, la iglesia y sus crímenes
En Canadá durante los años 40 y 50 bajo el auspicio del primer ministro ultra conservador Maurice Duplessis, e incluso años después, los hijos de madres solteras, los “nacidos en pecado”, eran enviados a orfanatos católicos. Una vez allí eran derivados a centros psiquiátricos, donde se les internaba bajo el falso diagnostico de psicóticos. La verdadera razón era que la subvención para un huérfano era de solo 75 centavos/día, mientras que para un enfermo mental era de 2.25 dólares/día.
Más de 100.000 niños sufrieron ese destino. Pero lo peor venía entonces puesto que por lo que los supervivientes relataron, la mayoría fueron violados… en el mejor de los casos y torturados o asesinados “en nombre de la ciencia” en el peor.
Según sus testimonios, los niños eran usados en trabajos forzados y como cobayas humanas, se les aplicaban electroshock, camisas de fuerza e incluso se les sometía a intervenciones quirúrgicas (innecesarias) en el cerebro, o se probaban nuevas drogas o procedimientos psiquiátricos experimentales.
Así pues, durante más de treinta años, hubo una complicidad entre políticos, iglesia y psiquiatras para desviar fondos públicos, asesinar y experimentar con los niños.
En 1990, 3000 supervivientes que se llamaron así mismos “Los huérfanos Duplessis”, formaron un grupo para iniciar una campaña responsabilizando al gobierno y la curia católica de todo lo sucedido.
El gobierno de Quebec sólo ofreció unas ridículas indemnizaciones… que no incluyeron compensación alguna para las víctimas de abusos sexuales. La “iglesia” católica aplicó la “ley del silencio” y la negación durante años, aunquefinalmente ha accedido a “estudiar el caso”.