De película: Hollywood en huelga
Por Mirko C. Trudeau*.
El jueves 13 de julio pasado empezó la huelga de actores y actrices en Estados Unidos. Es la primera huelga desde 1980 y la primera que se hace en simultáneo con guionistas desde 1960. Entre varias, las principales demandas son: pagos residuales y las herramientas de inteligencia artificial
Los residuales son un porcentaje por haber escrito o actuado en una serie o película que sigue teniendo reproducciones (a veces más que cuando se estrenó) en plataformas de streaming. Es una conquista de la huelga de 1960 (pensada para televisión).
El uso de la inteligencia artificial es el otro gran problema. Los trabajadores de la industria audiovisual ven cómo las empresas quieren usarlas para explotar todavía más el trabajo humano. Los sindicatos piden discutir los límites y que el trabajo de las personas siga siendo retribuido.
Hollywood no es una excepción en EEUU. La empresa más grande de correos y logística está en huelga porque los conductores y conductoras de UPS denuncian la amazonificación o uberización de las condiciones de trabajo: quieren aplicar la receta millonaria de Jeff Bezos en Amazon, de contratos flexibles y salarios bajos.
Los empresarios dicen que las demandas son poco realistas, porque las empresas están ganando menos. Ese es el corazón del problema. La presidenta del sindicato de actores, Fran Drescher, conocida por su papel protagónico en la comedia en seis temporadas “La niñera” (The Nanny-1993), lo resumió así: “Alegan pobreza, que están perdiendo dinero, mientras pagan cientos de millones de dólares a sus CEO. Es asqueroso. Me dan vergüenza”.
El actor Matt Damon puso la desigualdad en números: para acceder al seguro médico un actor o actriz debe cobrar 26.000 dólares al año (un promedio de 2.100 dólares al mes), y la mayoría de quienes cobran el mínimo del sector dependen de los residuales para llegar a ese piso.
Para el elenco del gran estreno, Oppenheimer, que se retiró de la premier cuando empezó la huelga, las demandas tienen que ver con las necesidades de la mayoría que necesita su salario para vivir. La resistencia de los empresarios tiene que ver con la metamorfosis que viene sufriendo la industria audiovisual, que no es muy diferente a la de otros sectores.
El sindicato que representa a 11.500 guionistas de cine, televisión y otras formas de entretenimiento sigue en huelga. Es el primer paro de escritores -el primero en Hollywood de cualquier tipo- en 15 años. La huelga llegó después de seis semanas de negociaciones entre el sindicato (WGA) y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) que representa a los estudios y plataformas (Amazon, Disney, Netflix).
La realidad es que las empresas no quieren compartir las ganancias y no están dispuestas siquiera a ceder un pequeño porcentaje de sus ganancias (el sindicato de guionistas propuso el 2 %), pero obligan a todos los trabajadores y las trabajadoras a pagar los costos de la guerra de plataformas y los errores de cálculo pospandemia (despidos en Disney o salarios congelados).
El streaming y su efecto dominó se encuentran en el centro de la disputa. El gremio dice que, a pesar de que los presupuestos de las series han aumentado, la parte de ese dinero destinada a los guionistas se ha reducido constantemente. El hecho de que las plataformas de streaming tengan menos personal -algo que en el sector se conoce como “mini salas”- por periodos más cortos ha derivado en que sea más difícil obtener ingresos sostenidos, dice el gremio.
Y el número de escritores que trabajan a cambio de obtener el salario mínimo establecido por el sindicato ha pasado de un tercio a aproximadamente la mitad en la última década. Los guionistas de programas de comedia para plataformas de streaming no tienen ninguna protección de sueldo mínimo, hace notar el gremio.
“En el personal de televisión, más guionistas están trabajando por el mínimo sin importar su experiencia, con frecuencia durante menos semanas”, señaló el sindicato en un informe de marzo.
El paro total del trabajo significará grandes pérdidas económicas para los guionistas, aunque muchos dicen que vale la pena luchar contra la disminución diaria de sus ingresos. Las reglas de huelga del gremio prohíben que los miembros lleguen a nuevos acuerdos, presenten ideas nuevas o entreguen guiones nuevos. Se les permite aceptar pagos por cualquier guion que ya hayan entregado.
La falta de un calendario regular por temporada en el streaming ha reducido aún más los sueldos, dice el informe. Y los aumentos salariales anuales programados bajo el contrato actual han estado muy por debajo de los incrementos inflacionarios.
La Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, por sus siglas en inglés), que representa a los estudios, plataformas de streaming y empresas productoras de Hollywood, dice que su prioridad es “la salud y estabilidad a largo plazo del sector” y está dedicada a alcanzar “un acuerdo justo y razonable”.
El impacto de la huelga en las series con guion podría tardar mucho más en ser palpable, aunque algunas, incluida Yellowjackets de Showtime, ya están pausando su producción. Los efectos perceptibles en el calendario de estrenos de películas podrían demorar aún más.
La intransigencia de las empresas busca evitar un efecto dominó porque en junio terminan los contratos de otros gremios de la industria audiovisual. Lo que debe quedar en claro es que las estrellas en Hollywood son una minoría: la mayoría de guionistas, actores, actrices, directoras y directores, las personas que trabajan detrás de escena viven de su salario, pagan alquiler, tienen hijos e hijas que van a la escuela y necesitan cobertura médica, como cualquier trabajador.
Para los analistas, el hecho de que las y los guionistas se sientan más cerca de las trabajadoras y los trabajadores de Amazon, por la inestabilidad laboral, los bajos salarios y malas condiciones, habla de la precarización constante de la vida en el capitalismo.
Las demandas
Salarios. El salario medio del gremio de guionistas no cambió desde 2018. Considerando la inflación, perdieron 14 % en los últimos 5 años y 23 % en la última década. El 50 % de las y los guionistas cobra por debajo del salario mínimo de los estudios.
Condiciones de trabajo. El sindicato denuncia que las empresas transformaron la industria en una plataforma de trabajo precario. Cada vez más guionistas son freelance (independientes), se contratan grupos más chicos de guionistas y por periodos más cortos. El sindicato pide un mínimo de entre 6 y 12 guionistas por programa, mínimo de semanas garantizadas por temporada.
Inteligencia artificial. Las empresas rechazaron cualquier restricción para utilizar bots y otras herramientas de inteligencia artificial para escribir o reescribir. El sindicato pide que los estudios no puedan usar inteligencia artificial para generar nuevos guiones a partir del trabajo anterior de los autores y las autoras.
Hoy los y las guionistas cobran una suma fija por año por programas que crearon y escribieron en determinado momento y los estudios y, sobre todo, plataformas de streaming explotan durante años. Esto fue el resultado de una huelga anterior (2007), en la que las empresas cedieron algo para quedarse con su negocio de ese momento (los DVD).
La producción con base en guiones terminados puede continuar como estaba planeada (sin las ventajas de las reescrituras de último momento). En general, los otros sindicatos de Hollywood -incluidos los gremios de actores y directores, que se enfrentan a la expiración de acuerdos con la AMPTP en los próximos meses- tienen prohibido por sus contratos unirse a la huelga actual y deben seguir trabajando, aunque miembros y líderes han expresado su solidaridad con el WGA.
Los menús en Netflix y Amazon Prime Video no se verán distintos la próxima semana, pero debido a que esta sería la primera huelga de escritores en la era del streaming, no existe un modelo sobre cómo se verán meses después. Durante la huelga anterior, cuando aún predominaban las cadenas de televisión abierta y de cable con calendarios de temporadas bien establecidos, muchos programas, incluidos 30 Rock, CSI y Grey’s Anatomy, acortaron sus temporadas.
La televisión de reality shows, que no requieren de un guion, se fortaleció en ese momento. Tanto Big Brother como The Amazing Race incrementaron su producción. The Apprentice, presentado por Donald Trump, cobró nueva vida cuando se creó una versión con celebridades del programa ya cancelado para ayudar a llenar el vacío de las series que requieren guion.
Un poco de historia
Los guionistas se han declarado en huelga seis veces, más que cualquier otro grupo en Hollywood. La primera ocurrió en 1960, un paro del Sindicato de Guionistas que duró casi cinco meses. Siguieron huelgas en 1973, 1981 y 1985. El paro laboral más largo, que duró exactamente cinco meses, ocurrió en 1988.
La huelga de 2007-2008 se resolvió después de tres meses. Entre las principales concesiones que obtuvieron los guionistas estaban los requisitos de que los programas de streaming, que apenas comenzaban, tendrían que contratar a escritores del gremio si sus presupuestos eran lo suficientemente grandes. Fue un presagio temprano de casi todas las luchas laborales del sector del entretenimiento en los años posteriores.
* Analista del Observatorio de Estudios Macroeconómicos de Nueva York, asociado al CLAE
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