Del Poder
En Génova 2001 el enfrentamiento entre el Estado y los movimientos sociales dejó ver la verdadera naturaleza del poder. La represión policial fue la respuesta a la más numerosa protesta que se había vivido hasta el momento. Trescientos mil manifestantes vieron de frente el lado más violento de la democracia.
El centro de Génova fue atrincherado para la reunión de los representantes de los ocho países más poderosos del mundo y en los alrededores la policía cargó contra los manifestantes con una violencia que no había sido vista hasta el momento. El Estado de derecho fue congelado, se atacó a la prensa, se atacaron manifestaciones legales, se disparó contra los manifestantes (Carlo Giuliani fue la víctima), se suspendió el tratado de Schengen, se impidió el acceso de abogados y senadores a las pesquisas, se hizo uso de pruebas falsas en los juicios… El resultado fue un muerto, cientos de heridos y miles de traumas psicológicos. El movimiento antiglobalización nunca más volvería a ser el mismo.
El montaje, encuadrado en la corriente del Found Footage o (metraje encontrado), ha sido realizado en su mayor parte a partir de material de archivo grabado por los propios activistas con medios no profesionales. En él, las imágenes se suceden, muchas veces confusas y desdibujadas.
También llama la atención la ausencia de sonido en gran parte del documental. El silencio se convierte en un elemento estructural, aportando una dosis de intensidad a unas imágenes ya de por sí bastante intensas y que se expresan prácticamente por sí solas. En ausencia de una voz narradora, el espectador dispone de un mayor margen de libertad para interpretar lo que ve. Toda la subjetividad de la obra se apoya en el montaje y en el contenido de los planos, que tienen la virtud de convertirnos en testigos presenciales de lo sucedido, y por tanto en espectadores activos que deben tomar posición respecto a lo que ven.
Realización: Zaván.
Música: Oriol Catalá.