El martes se guillotinó a Luis XVI de Francia
Tal día como el martes 21, pero en el año 1793, fue decapitado en Paris Luis XVI de Francia. Sin embargo, acosado por los acontecimientos, este rey Borbón se había visto obligado a firmar la Constitución de 1791. Así que, mientras públicamente defendía a la Asamblea, conspiraba al mismo tiempo contra los revolucionarios para arrebatarles el poder perdido por el trono. Salvando las distancias del tiempo y del espacio, Luis XVI estaba inmerso en una especie de anticipo del 23-F borbónico de más abajo de los Pirineos.
Su amante, la cortesana María Antonieta, fue quien profirió la célebre frase que resume el elitismo aristócrata y la carencia absoluta de sensibilidad hacia el sufrimiento del pueblo llano. Llegados los “sans culottes” a las puertas de palacio, para comunicar que la gente se moría de hambre, Maria Antonieta dijo aquello de: “Si no tienen pan que coman galletas”. Su delicado cuello también pasó por la cuchilla de la guillotina.
Hoy son tiempos más morigerados y quizá menos radicales en las formas. En España, para recuperar la legalidad republicana, bastaría con barrer al Borbón y su familia, confiscarle todos los bienes e invitarle a no volver por aquí jamás.
Y poner los medios adecuados para que ese exilio permanente fuera cumplido con plena exactitud. Ese sería el principio básico y fundamental para que el estado español saliera del engrudo en el que está inmerso.
*Director del desaparecido semanario "La Realidad"