El ojo del siglo: Henri Cartier-Bresson

El ojo del siglo: Henri Cartier-Bresson

Iñaki Alonso. LQSomos. Agosto 2014

“Fotografiar es retener la respiración cuando todas nuestras facultades se conjugan ante la realidad huidiza; es entonces cuando la captación de la imagen supone una gran alegría física e intelectual”

El siglo XX fue sin lugar a dudas el tiempo de la imagen, conquistado por la  fotografía, que fue ganando terreno y creciendo hasta abarcar todos las actividades de la sociedad. La historia del pasado ciclo esta en las imágenes, muchas de las cuales narran a la perfección los hechos históricos de varias décadas.

Varios fotoperiodistas nos han dejado el talento de su sagacidad visual para hacernos participes directos de tiempos pasados, instantáneas imperecederas, momentos fugitivos, iconos de arte impresos. Un virtuoso de la fotografía fue Henri Cartier-Bresson, uno de los fotógrafos “clave” del siglo XX.

La Sala de exposiciones “Recoletos” de Madrid, acoge la retrospectiva más completa del fotógrafo, presentada anteriormente en París, en el Centro Pompidou donde se convirtió en un acontecimiento histórico. Las obras proceden de más de veinte colecciones internacionales, entre las que destacan la Fondation Cartier-Bresson de París, el Muséed´artModerne de la Ville de Paris, la CinémathèqueFrançaise, The Art Institute of Chicago, TheMetropolitanMuseum of Art de Nueva York, MOMA de Nueva York y el PhiladelphiaMuseum of Art.

La exposición se muestra en un camino cronológico, que arranca en los años 20, pinturas y dibujos de sus estudios al lado del pintor André Lhote, en Montparnasse. Donde además de aprender composición iniciara su relación con un joven movimiento surrealista, que le llevara a participar en reuniones entorno a André Breton, de la mano de René Crevel.

“La fotografía es una acción inmediata; el dibujo, una meditación”

La siguiente parada son sus fotos de aficionado en diferentes viajes por todo el mundo, Costa de Marfil, Marruecos, Italia y España, es aquí donde decidirá dedicarse de lleno a la fotografía, influenciado por André Lhote que ejerció como influyente pedagogo de su pensamiento estético.

Su relación con el movimiento surrealista le marcara para siempre bajo los principios de la belleza convulsiva declarada por Breton y será una línea que mantenga en su trabajo, sin duda Cartier-Bresson  será uno de los fotógrafos más propiamente surrealista de su generación. Lo que más le marca del surrealismo es su actitud: el espíritu subversivo, el gusto por el juego y el lugar otorgado en él al inconsciente, el placer del deambular urbano, la clara predisposición a acoger el azar, el encuentro fortuito de dos casualidades independientes.

Apurando esta primera parte cronológica es necesario mencionar entre varias imágenes, su excelente retrato surrealista base de pintalabios (1931), los desnudos erótico-velados (1933), o las prostitutas de Méjico (1934), fotografías cargadas de una gran fuerza emotiva.

Un segundo grupo cronológico se enmarca como inicio y fin en sus viajes a Nueva York, 1936 y 1946; imágenes de compromiso, fotos con los horrores de la guerra, instantáneas ‘robadas’ de mendigos, retratos consentidos de algunos amigos, sustrabajos con el cine y como documentalista. El compromiso y la militancia política siguen al lado del movimiento surrealista, donde se sigue situando: simpatiza con el comunismo (aunque el siempre se identifico como anarquista), rechaza el colonialismo, se compromete en la defensa de la II República Española y manifiesta en su trabajo la profunda convicción de la necesidad de cambiar la vida. Su compromiso, además de su fotografía, le llevara a firmar en esta época varios panfletos revolucionarios  de la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios(1).

“A lo largo de su viaje a México, en 1934, es cuando se empieza a manifestar en él el deseo de dirigir películas. El cine le interesa en el contexto de su propio compromiso militante, ya que se dirige a una mayor audiencia que la fotografía y permite, mediante su estructura narrativa, transmitir mejor el mensaje. En 1935, en los Estados Unidos, aprende los fundamentos de la cámara de cine en el seno de una cooperativa de documentalistas que, muy inspirados por las ideas tanto políticas como estéticas de los soviéticos, se congregan en torno a Paul Strand bajo la denominación de «Nykino», contracción de las iniciales de «Nueva York» y de la palabra «cine» en ruso. Con ellos, dirige un primer cortometraje. A su vuelta a París, en 1936, después de haber intentado sin éxito que Georg WilhemPabst, primero, y Luis Buñuel, después, le contratasen como ayudante, iniciauna colaboración con Jean Renoir que se prolongará hasta la guerra” (2).

Dentro de su trabajo documental la exposición nos permite ver una autentica joya: “Victoire de la vie” (3), un film que nos permite hacernos la idea de su gran compromiso político y del cariño que le unió a la defensa de la II República española. El documental realizado en 1937 tenia como fin recaudar fondos internacionales, para a través de la Central Sanitaria Internacional, con sede en Paris, coordinar ayuda humanitaria a la II República española, aportando hospitales ambulantes, equipos de rayos X, de primeros auxilios, medicinas, ambulancias y colaborando directamente contra otra guerra silenciada, y esta si la inicio la II Republica, erradicar la mortalidad infantil. 

“Las fotografías que me importan son fotos que puedo mirar durante más de dos minutos y es mucho. No  hay muchas fotos que puedas mirar una y otra vez”

En esta época comienza a trabajar como fotoreportero en Ce Soir, una publicación cercana al Partido Comunista, dirigida por dos famosos escritores Louis Aragon y Jean-Richard Bloch, en Ce Soirtambién publicarían sus reportajes fotógrafos de la época como Capa, Taro o David Seymour.

Henri Cartier-Bresson en mayo del 37 es enviado a Inglaterra para cubrir la coronación del rey Jorge VI. Sorprenderá a tod@s con unas imágenes completamente distintas a los reportajes habituales, manifiesta su compromiso y rebeldia, dando la espalda completamente a los personajes de la coronación, rey incluido, y reflejando al pueblo, a los desheredados que ven pasar a la comitiva real.

Estremecedor resulta su reportaje sobre los ajustes de cuentas a los colaboracionistas en Dachau, al final de la II Guerra Mundial.

También realizara colaboraciones en la revista Regards, como el reportaje de las primeras vacaciones pagadas de la clase obrera francesa, en las que muestra el hallazgo del tiempo de ocio por l@strabajador@s.

La exposición cierra en una tercera cronología quedespega en el 47, con la exposición en el MOMA y la fundación de la agencia Magnum (4), junto a Robert Capa, David Seymour, George Rodgery William Vandivert, y se desarrolla hasta la primera década de los 70… la llegada del “color”.

Aparte la muestra tiene algunas de las fotos de Cartier-Bressonen color e impresas en portada de revistas como LIFE o Der Stern, y libros editados sobre su obra artística.

“Todo es interesante si profundizas un poco, pero al mismo tiempo no puedes fotografiar todo lo que veas. Hay sitios en los que el pulso se te acelera más que en otros… Después de la guerra no sé por qué pero tenía la sensación de que era importante ir a países coloniales. ¿Qué cambios van a ocurrir allí? Es por eso por lo que estuve tres años en oriente”

En esta época, están grandes trabajos del fotoperiodismocomo los funerales de Gandhi(1947), El fin del Kuomintang, (1948), la URSS tras la muerte de Stalin, (1954), la Crisis de los Misiles en Cuba, (1963), Mayo del 68,Vive la France, (1968-1970).

En este periodo en sus ratos libres realizo los geniales retratos por encargo a Matisse, Giacometti, Capote o Sartre; o reportajes más profundos, cargados de un realismo impactante: la nueva sociedad de consumo, los Seis días ciclistas de París, los cuerpos en Tokio, Indonesia, Israel o Kosovo, etc.

En el 55 su obra es expuesta en el museo del Louvre, fue el primer fotógrafo en exhibir en el museo.

Una exposición llena de “instantes decisivos” tal como llamo al momento de la captura fotográfica… coger el momento efímero en que la importancia del tema se da a conocer en la forma, el contenido y la expresión; así es esta muestra llena de efusión por la imagen que nos exhibe cientos de momentos únicos recogidos en las décadas centrales del pasado siglo.

Falleció el 3 de agosto de 2004 en Montjustin, Francia. En los años setenta, con la imposición de la fotografía en color y la publicidad, se aparto de la fotografía activa y profesional, sus últimos años los dedicaría al dibujo y la pintura, sus grandes pasiones.

“Tenemos que estar alerta y escoger un momento significativo. Es intuición. Es instinto.  No sabemos porqué disparamos en un momento concreto. Viene, está ahí, se nos ofrece. Tómalo. Todo está ahí, es una cuestión del azar, pero tienes que elegir y obligar a las oportunidades a venir a ti”

Sala de exposiciones “Recoletos”, Madrid, Paseo de Recoletos, 23.

Hasta el 7 de septiembre. Entrada gratuita

Notas:

– Sobre el titulo “El ojo del siglo”,es como definía textualmente aHenri Cartier-Bresson,el periodista Pierre Assouline.

1.- Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios

2.- Presentación de la exposición

3.-Victoire de la vie (Henri Cartier-Bresson, 1937) DVDRip VOSE

4.-Magnum Fotos Henri Cartier-Bresson

FondationHenri CartierBresson

 

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Twitter: @IkaiAlo

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