El submarino discapacitado
En estos tiempos de aguda precariedad presupuestaria, donde el gobierno ordeña hasta las pensiones y la salud de la población, el coste de este engendro asciende a 2.135 millones de euros. Los S-80 son submarinos en la genuina tradición de la chapuza ibérica. No flotan. Tal vez poniéndoles una bola flotador de porexpan, como las que regulan la entrada del agua en los retretes domésticos…Es una idea. El caso es que el S-80 no sirve ni para batea de mejillones. Y, cosa extraña, no dimite nadie. Para qué. Esto es Ex-paña. La vida sigue y todo es de color… azul marino.
Vale reírse, pero a condición de llorar antes o después
Director del desaparecido semanario "La Realidad"