Fatuo fatídico sapiens
La raza humana es víctima de su insensibilidad y una presuntuosa capacidad de adaptación. Si al menor tufo a cloaca, material o espiritual, los mangoneadores cayeran como una mosca en el fatídico insecticida, quizá habría una oportunidad para la especie, y para el planeta que la alberga y la padece. Los dinosaurios desaparecieron por escaso cerebro; y el riesgo del sapiens es que tiene demasiado, sin acertar cómo bien utilizarlo.