Genocidio en Odessa financiado por la Unión Europea
El gobierno español respalda al neonazi gobierno de Kiev, junto con la putrefacta Unión Europea, causante junto a la Alianza Terrorista OTAN, de un conflicto innecesario de consecuencias devastadoras para millones de ucranianos/a, con el más que posible inicio de una conflagración mundial que puede acabar con la vida en el planeta.
Iconografías terribles de la saña del maidán pro europeísta lanzando cocteles molotov contra la “Casa de los Sindicatos” de esta histórica ciudad, donde quemaron vivos/as a un importante grupo de antifascistas pro rusos. Las risas, las burlas y los disparos contra quienes pretendían escapar del infierno. Bates de beisbol, cascos negros, palos con clavos, cuchillos de grandes dimensiones, banderas nazis junto a las de la Unión Europea, la típica escenografía fascista que tanto gusta a Merkel y a otros criminales dirigentes europeos, financiando un holocausto con el dinero que nos roban, que nos saquean de nuestros impuestos a esta pandilla de corruptos asesinos.
La televisión rusa RT eleva hasta 42 el número de muertos y culpa a miembros del grupo ultra ucraniano Sector de Derechas de provocar el fuego.
DimitryPeskov, portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, ha responsabilizado a las autoridades de Kiev y a los estados occidentales que les apoyan de ser directamente responsables del “baño de sangre” ocurrido en esta ciudad.
“Kiev y sus aliados occidentales están prácticamente provocando este baño de sangrey cargan con esta responsabilidad”, aseguraba este sábado a la agencia RIA Novosti.
Todo lo que está sucediendo en Ucrania se nos oculta en gran parte de los medios informativos españoles, dándose una información sesgada y altamente manipulada, donde se culpa a Rusia de todos los males, sin sacar a la luz lo que realmente está sucediendo, con un gobierno fascista financiado por la UE y la OTAN, con el claro objetivo de desestabilizar la región, creando de la nada un conflicto militar gravísimo contra una de las primeras potencias militares del mundo.
Se está asesinando impunemente a miles de personas, a todo aquel o aquella que no respalde el régimen neonazi de Kiev. Hemos visto brutales crímenes colgados en las redes: degollamientos, fusilamientos, ahorcamientos, violaciones, sin que la oposición al gobierno español diga nada, demostrando una vergonzosa complicidad con un genocidio anunciado, tal como hicieron y hacen en otros conflictos como el libio, afgano, iraní, colombiano, mexicano, palestino, saharaui, etc.
A unos pocos miles de km la policía española reprime brutalmente a las personas migrantes que tratan de saltar la valla de Ceuta y Melilla huyendo del hambre y las guerras generadas por occidente en sus países. El modus operandi basado en la crueldad extrema no varía ni un ápice de lo que sucede en este antiguo territorio soviético.
Las fuerzas represivas al servicio de los gobiernos europeos están cortadas por el mismo nefasto patrón, preparadas para los más que probables estallidos sociales y la mortal represión de sus pueblos, para perpetuar para siempre en el poder a la mafia gobernante de los sobres, corruptelas, saqueos y asesinatos de estado.
Lo sucedido en Odessa este sábado 3 de mayo, crimen de estado, genocidio brutal, el día de las madres en el mundo occidental, jamás será perdonado, será vengado por la justicia universal de los pueblos más temprano que tarde. La complicidad manifiesta de los corruptos gerifaltes del viejo continente será castigada, Rusia está obligada a intervenir militarmente en defensa de su pueblo y de sus intereses en la zona.
La barbarie anunciada en las políticas de la mafia que dirige la UE, ahora se puede convertir en una tercera guerra mundial, el terreno perfecto del capitalismo para quitarse la careta, como siempre ha hecho en la historia, mostrando el sello, las cruces gamadas que ha llevado siempre grabadas a sangre y fuego en su frente, disfrazadas de democracia y falsos estados del bienestar, siempre y cuando no corra peligro su robo permanente del patrimonio público, su delictivo enriquecimiento ilícito a costa de la miseria de los pueblos.