La crueldad en el festival de “doma” y “folklore”: Jesús María

La crueldad en el festival de “doma” y “folklore”: Jesús María

En Argentina las jineteadas públicas se realizan de manera permanente ramificadas en todo el país, arruinando y matando más animales que las corridas de toros españolas y las que se harían en Colombia.

Las jineteadas son negocios de crueldad que cuentan con respaldo oficial, transmitidos semanalmente como burla a los derechos de los animales desde emisoras de televisión vinculadas a autoridades de turno, es decir, promoción a impunes violaciones de la Ley Nacional N°14.346 de Actos de Crueldad contra los Animales, sumando Apología del Delito (por micrófono elogian a gritos los golpes que reciben los caballos), figura jurídica contemplada en el Código Penal de la Nación que también se vulnera con descaro.

Más allá de lo que se observa a la luz, en trastienda se jugarían grandes intereses económicos con hilos aparentemente manejados por personajes “influyentes” y grupos de intocables empresarios. Entre el 6 y el 15 de enero de 2012 tuvo lugar la 47ª. edición del Festival Nacional de Doma y el Folklore en Jesús María, provincia de Córdoba, espectáculo que todos los años es éxito de público por la llegada de turistas a la zona. Decenas de miles de personas se dan cita las diez noches de jineteadas en el anfiteatro “José Hernández”. El escenario no tiene nada de “criollo” o “gaucho”, además músicos y cantores están muy mezclados; seguramente los invitados (artistas contratados) llegan por amiguismos o afinidad con autoridades políticas de turno.

Llamar “doma” a crueles jineteadas es incorrecto, la doma es lento amanse con paciencia y cariño, mientras este evento negocia con la exhibición de animales de carácter arruinado -preparados mediante despiadados métodos-, sumado a golpes de los peones antes de las largadas, apretones de orejas, capataces de campo que les doblan las colas hacia arriba para que no se muevan ni se tiren al piso, los “acomodan” mediante violentos empujones con caballos entrenados para dar pechazos.

Sé que son formas de mantener quietos y bien parados a los reservados cuando deben salir a la pista, pero las patadas en los cuartos traseros y golpes en el hocico que aplican impunemente en los palenques son actos de cobardía, de gente insensible y sin preparación ¿quién controla que no haya alcohol en sangre en jinetes, palenqueros, apadrinadores, capataces de campo, integrantes del jurado, ayudantes, etc.? No quiero extenderme en este asunto porque lo he investigado de cerca durante décadas en la provincia de Córdoba y Buenos Aires; es más, cuando cubren los ojos de animales nerviosos no siempre lo hacen bien y los reservados miran con comodidad hacia los lados, en ciertos casos salen a corcovear llevando unos metros esos “trapos” y no tendría que ser así, luego viene el castigo de los jinetes.

He leído innumerables críticas publicadas por personas sensibles acerca de un “experimentado jurado” que supuestamente sostiene que los “buenos jinetes” logran altos puntajes cuando van bien sentados, “espuelean como corresponde y castigan con desenvoltura”. Eso habría que hacérselo a seres queridos de dicho opinólogo. En los reglamentos estaría “prohibido” y sería motivo de “descalificación” (gran falsedad) que un jinete golpee al potro en la cabeza o de cualquier modo lo maltrate. Sin embargo, entre otras infracciones, los golpes de rebenque muchas veces llegan a la cara del caballo. También estaría “prohibido” castigar al equino finalizado el tiempo de jineteada; en honor a la verdad, en espectáculos públicos he escuchado sonar la campana y visto aplicar azotes “extra” cuando los apadrinadores no están cerca (¿vicio incorporado?). Desde diciembre pasado las “tijeras locas” de hombres de campo de Argentina dedicados a vivir de las jineteadas públicas, han causado grave mal; numerosos reservados y caballos de apadrinadores (en especial de las provincias de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe), han quedado con sus colas cortadas “estilo inglés”. Señores que se visten como paisanos antiguos y hablan de Patria y tradiciones. Entreveros de tropillas con innumerables animales con colas excesivamente podadas ¿será para que no se les irrite las nalguitas? ¿para apreciar mejor los “atributos” de los equinos? (y bueno… la soledad del campo es dura…)

Me cansé de observar colas tipo pincel para “pintar techos” ¿quién asesora a los criadores, cabañeros, tropilleros y devenidos “gauchos”? ¿el doctor Frankenstein? Seguramente no son ejemplares de trabajo; han confundido tanto las tradiciones y lo criollo que pagan los platos rotos los caballos. Parece que los hombres rurales han visto viejas pinturas de gauchos montados en equinos con colas cortas y los imitan sin medir daños y analizar épocas.

Amplío lo informado en otro artículo:

1) las colas en los equinos usados para jineteadas públicas son cortadas para “resaltar” figuras (gran estupidez)

2) al mutilar las colas le sacan a los caballos un elemento natural que les permite expresar enojo y espantar insectos en el campo (entre otras funciones importantes) y sirven al jinete para sostenerse (en caballos mansos y propios) en casos de caída en un río o estar lesionado en el piso sin posibilidades de auxilio cercano

3) los caballos de trabajo para zonas de monte o lugares espinosos (terrenos que casi no existen en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, etc.) pueden necesitar colas un poco recortadas

4) a veces las mutilan para que “luzcan mejor” la musculatura trasera o para que no se ensucien al defecar

5) el gaucho las cortaba porque se metía en lugares vírgenes de tupida vegetación (lo que abundaba hace más de 150 años) para atrapar animales u ocultarse de la Ley

6) no hay nada más hermoso que un caballo con cola extensa (no exagerada) y cepillada. Sin ir más lejos, verlas en todo su esplendor en los de equitación, salto o en carreras en los hipódromos donde -salvo excepciones- las usan largas. Son recortadas necesariamente, sumando un arreglo especial en equinos para jugar polo

7) un caballo atado a un carro chatarrero lleno de varas, cadenas y correajes tal vez necesite la cola un poco más corta

8) Los reservados usados en jineteadas no deberían tener la cola podada estilo inglés

9) Un caballo de apadrinador no necesita tener la cola cortada y quien lo practica es un improvisado o quiere mantener una costumbre salvaje

10) es mentira eso de “acumulación” de abrojos, pulgas y enredarse (hay excepciones), raya lo criminal cortarlas en verano a sabiendas del perjuicio que les causan a los animales que por esa razón están más nerviosos y no aprovechan totalmente el alimento pudiendo bajar peso. No podrían escudarse en “reglamentos” porque ya hay suficiente maldad dando vuelta

11) por último voy a decir la verdad que los “gauchos” modernos callan: innumerables jinetes de circo entre los que están palenqueros, capataces de campo y apadrinadores (no generalizo), son “valientes” con espuelas y rebenques, pero no juegan en igualdad de condiciones… temen a la cola de los equinos irritados porque son armas naturales eficaces y pueden ocasionar serias lesiones en la cara y otras partes del cuerpo de los hombres en los palenques, al ser montados o en rodadas con el jinete (lo he comprobado en el campo). Como hijo de ilustre hogar patricio, emparentado directamente con próceres nacionales, caciques indios y caudillos por línea paterna, conozco el mundo de los caballos, he visto preparar equinos para jineteadas y aunque soy hombre de ciudad he recorrido y vivido en estancias ganaderas de muchos miles de hectáreas, por ende, ningún improvisado de pueblo o nacido en zona rural me puede enseñar acerca de folklore, tradiciones, costumbres gauchas, raíces de la Patria y manejo de animales. No se sientan aludidos los entendidos honestos. Gran número de competidores de las tres categorías muy rápido se convierten en adictos al rebenque y para “lucirse” azotan con crueldad los flancos, panza, cuello, etc., de los reservados.

Este año, los payadores contratados en el Festival del Maltrato y Folklore de Jesús María estuvieron mejor que en otras ocasiones por las buenas improvisaciones, por otro lado pocos folkloristas profesionales se mostraron fieles a sus raíces, Facundo Toro se destacó por los temas que cantó y “Los manseros santiagueños” conjunto que habría nacido en 1959, ha continuado como el primer día respetando al público (otros hacen dinero y se olvidan cómo llegaron a ser populares), con instrumentos típicos, canciones que están en el alma del pueblo -aunque el tiempo les restara voz- y usan vestimenta acorde al folklore que cuidadosamente han cultivado, siendo los más aplaudidos del festival. Recibieron el cariño de distintas generaciones y conmovedores gritos de apoyo: “los manseros no se van, los manseros no se van”; dos cordones policiales protegían el escenario pero al despedirse estos hombres tuvieron la humildad de saludar con un apretón de manos a muchos que sólo se conformaban con tocarlos.

Dos señoras folkloristas de mucha popularidad, una de ellas hija de un grande que conocí personalmente, habrían olvidado cómo lograron ser conocidas y hoy se presentan vestidas “como para salir a cenar”, dejaron las guitarras, cantan dentro de un estilo que se acerca a lo “moderno” y son acompañadas por orquestas comunes, igual varios que no son santos de mi devoción y otros que prefiero no publicitar que se rodean de guitarras eléctricas, platillos y tambores, sin tener en cuenta la esencia de lo tradicional, pero un refrán dice: “no tiene la culpa el chancho sino el que le da de comer” (dicho sin intenciones de ofender), y los responsables serían los organizadores que cumplirían directivas de autoridades que despreciarían lo referente a las raíces de la Patria y asuntos del hombre de campo argentino. Hace varias décadas que canto, toco el bombo y la guitarra (conservo una elegida y probada por el famoso concertista “Cacho” Tirao); en artículos anteriores he entrado en detalles y puedo asegurar que folkloristas de raza eran los de antes, los que habrían estado frente a un micrófono en los años ‘50 y ‘60, apogeo de lo conocido como criollo, hombres que usaban ropas estilo “gaucho”, guitarras, bombos, quenas, charangos y cajitas copleras, en ocasiones algún acordeón, arpa o violín; interpretaban zambas, cuecas, vidalas, carnavalitos, chayas, bagualas, tonadas y payadas, época que los escenarios eran montados para fiestas donde bailaban el pericón, gato, escondido, malambo, etc., hoy vemos rara mezcla de músicos, estilos y cantantes que dan saltos y alaridos en medio de juegos de luces de colores y humo ¿qué significa? de ninguna manera mantienen vivas las tradiciones.

Recuerdo con nostalgia a Jorge Cafrune (cantor muy especial que conocí personalmente), “El Chango” Rodríguez (inolvidable); los hermanos Abalos (únicos), Julia Elena Dávalos (un lujo), Jaime Torres (un maestro), Carlos Difulvio (excelente), bailarines como Santiago Ayala “El Chúcaro” y Norma Viola (no alcanzan palabras para elogiarlos), los Cantores del Alba (imponentes), los Fronterizos (extraordinarios), Alfredo Zitarrosa (impresionante poeta, compositor y cantor uruguayo), los Chalchaleros (fuera de lo común), Horacio Guarany (emocionaba), Zamba Quipildor, Daniel Toro y las Voces de Orán (todos gigantes del folklore), los Hermanos Cuestas (increíbles imitadores del canto de los pájaros), “El Chango” Nieto (admirado por el público, lo conocí personalmente), los Cantores de Quilla Huasi (magníficos), Atahualpa Yupanqui (el más grande), etc. Este año decidí tardíamente ver por televisión (canal de aire de muy bajo rating) el festival del maltrato y el folklore de Jesús María, es decir, dejé pasar los días 6, 7, 8, 9 y el 10 de enero me preparé para más de lo mismo: música y crueldad con caballos, después una pausa comercial y pegado más música y crueldad con equinos, así hasta el domingo 15 de enero. Montas exitosas y caídas de hombres las pasaré por alto, detallaré rodadas de equinos y casos de jinetes heridos.

Martes 10 de enero de 2012 entre las 22,30 horas y las 2,30 del miércoles

El locutor explicó acerca de “tocar cualquier parte del caballo” con el rebenque. En ese momento un jinete de La Rioja, salido del Palo 2 y de posible apellido Rionda, tuvo tremenda caída con el caballo y quedó enganchado en estribo. Palo 3, Santiago Gómez de Misiones, salió a la pista y cayó a tierra, el animal le pasó por arriba y lo habría golpeado dos veces con los cascos. El hombre quedó herido en el suelo y el equino aparentemente sufrió una lesión en el tren posterior (se levantó y se fue de costado, sin ser resbalón). Palo 2, un caballo no respondió al castigo. Triste show. En el denominado “Broche de Oro” el jinete Orlando Orozco habría golpeado con la lonja cerca de los ojos del reservado. Dios le reservó una sorpresa días después.

Palo 1, Diego Rionda se dispuso a montar a un reservado y dos veces el animal se tiró al piso estando atado en el palo, un palenquero lo pateó en el pecho y en cuarto trasero. Cuando el jinete pudo salir a la pista el caballo se tiró entregado y no respondió al castigo. Triste espectáculo. Joge Bustos, cayó hacia atrás con el caballo encima. Palo 1, Raúl Paladino, fue tirado y quedó herido. Palo 2, Oscar Rodríguez de San Luis, cayó con el caballo y fue apretado. Palo 3, Diego Argüello de Córdoba, se fue hacia atrás con el caballo, se levantó sobre el lomo y continuó.

Palo 2, Walter Gómez del Chaco, el caballo se fue dos veces de manos pero el jinete lo levantó. En un pantallazo televisivo se vio golpear mucho a un caballo en un palenque. Antes de cortar la transmisión mostraron una “carrera de tachos” que consiste en doble sorteo serpenteado de varios obstáculos y carrera de regreso para definir al ganador. Se lucieron dos niños de cinco años de edad.

Miércoles 11 de enero de 2012 entre las 22,30 horas y las 2,30 del jueves

Montas exitosas y caídas de hombres las pasaré por alto, detallaré rodadas de equinos y casos de jinetes heridos.

Palo 2, Sebastián Vallejos de Tierra del Fuego, el caballo no respondió al castigo. Triste. Palo 3, Sebastián Quiroz de Santa Fe, el caballo no respondió al castigo. Triste. Palo 2, Lucas Bustamante de La Pampa, el caballo fue a tierra y el jinete pudo levantarse sobre su lomo. Palo 2, Daniel Milovich de Santa Fe, en la campana cayó y fue atropellado por apadrinadores (?).

Palo 3, un jinete cayó enganchado en estribo. Palo 2, Joaquín Osthegui, el equino no respondió al castigo. Triste show. Palo 3, Alfredo Quintana de Formosa, tuvo una impresionante caída con el caballo (lo sentí por el animal) y quedó apretado, pero en un acto de increíble valentía se levantó sobre su lomo y continuó jineteando. Palo 2, observé mucho castigo de parte del capataz de campo, pero como se transmitía desde un canal oficial seguramente la impunidad estuvo asegurada; el equino cayó antes de salir y el jinete (posiblemente de nombre Pablo Oviedo) quedó de cara a sus patas y cercano a la panza, el animal pateaba con fuerza (movimientos instintivos) a la zona del pecho y cara del hombre que estaba tirado, pero con sorprendente técnica y velocidad como no tienen los mejores boxeadores del mundo -en peligro total porque si se levantaba le iba la vida-, desvió los potentes golpes de patas y sacudones de manos e incluso sujetó alguna, algo nunca visto en público.

Palo 1, Mario Salazar, el equino salió corriendo como “domado”, sin responder a los golpes de rebenque y piquetes de espuelas. Triste. Los premios acumulativos para los ganadores de cada categoría que se jugaron la vida durante diez días eran de mil pesos. Una vergüenza, cuando este festival recaudarías muchos millones que según dicen sería “totalmente destinado a escuelitas de la zona” (¡marche un chupetín!).

Jueves 12 de enero de 2012 entre las 22,30 horas y las 2,30 del viernes

Montas exitosas y caídas de hombres las pasaré por alto, detallaré rodadas de equinos y casos de jinetes heridos. Joaquín “el Vasco” Osthegui, golpeó con crueldad al caballo. Varios jinetes hicieron gala de salvajismo. Palo 3, Omar Arriola de Catamarca, el equino chocó contra carteles de propaganda mientras corcoveaba. Palo 3, Cristian Rollari de salta, el equino respondió poco al castigo. Triste. Palo 3, “Tato” Gulio de la provincia de Buenos Aires, mientras castigaba al animal, el insensible locutor en nombre de las “tradiciones” gritó descontrolado: “le perdió el respeto al caballo…”. Quiera dios devolverle el doble de dolor.

Palo 2, Daniel Hernández de Uruguay, castigador, cayó debajo del equino, habría sido pateado en la cabeza y en el pecho. Lo auxiliaron, se levantó, “saludó” y se fue caminando con dos o tres personas. El espectáculo continuó, hubo dos montas que partieron del Palo 3 y Palo 1 con un excelente trabajo de apadrinadores en la última, en ese momento el locutor pidió silencio y la urgente presencia de la ambulancia en la pista, las cámaras enfocaron a un hombre caído cerca del vallado, era el uruguayo Daniel Hernández que se había desmayado; las lesiones recibidas no serían simples, la competencia tuvo minutos de demora, preocupación general y el jinete fue derivado en camilla a un hospital en medio de aplausos. Palo 3, caballo maltratado por tirarse al piso. El jinete Hugo “Turco” Núñez de Loberías salió, quedó sin equilibrio y cayó, inmediatamente rodó el animal (?).

Viernes 13 de enero de 2012 entre las 22,30 horas y las 2,30 del sábado

Montas exitosas y caídas de hombres las pasaré por alto, detallaré rodadas de equinos y casos de jinetes heridos. Palo 1, Edgardo Algañaraz, el caballo se tiró al piso, lo apuraron con otro caballo y le pegaron pero no pudo salir. Pasaron a monta en el Palo 3 y luego al vencido equino del Palo 1, que no respondió al castigo y el locutor gritó: “se refaló” (le faltó agregar: “que se abaje el hombre porque es pa pior). Se puede ser “tradicionalista”, pero cuando se toma un micrófono en un espectáculo que llega a muchas partes del mundo hay que tener algo de cultura y hablar correctamente. Palo 2, Sergio Valderrama de Santa Cruz, aparentemente el caballo se tiró y el hombre habría resultado lastimado. Palo 3, Jorge Algañaraz de Formosa, el caballo se resitió a seguir y arrojó mal al hombre. Palo 1, Daniel Herrero de La Pampa, el caballo salió a la pista y comenzó a girar de costado como “calesita”, fue muy castigado y no respondió. El locutor -supuesto “entendido”- dijo que “caracoleaba” (?), cuando esos giros fueron sin nerviosismo y de sometimiento. Aldo Méndez, el animal se fue de manos y el hombre voló como “flecha” al piso. Pasaron a las tropillas entabladas y más tarde al “Broche de Oro”. En un momento el locutor dijo está “galopiando” (¿los organizadores no tienen presupuesto para mandar a este hombre a la escuela?). Palo 1, Claudio Ribota, mucha destreza pero despreciable crueldad. Luciano Rojas, cayó con el caballo y fue apretado, pero se levantó sobre su lomo y continuó. Hubo sostenidos aplausos del público. Gendarmería nacional hizo una exhibición del deporte denominado “El Pato” que se juega con una pelota con manijas que debe ser levantada a la carrera y pasada a un compañero con dura oposición del bando contrario, hasta llegar a un aro con red para sumar puntos (un suboficial uniformado explicó al público que antiguamente se realizaba con un pato vivo encerrado); dos grupos de jinetes se enfrentan en este juego que requiere mucho terreno y bastante entrenamiento de hombres y animales. Palo 3, Norberto Méndez, habría recibido fuertes golpes al ser despedido por el equino, dos hombres tuvieron que ayudarlo a salir de la pista. Palo 3, Nicolás Britos, el caballo no respondió al castigo. Triste. Palo 3, Eduardo Sosa de San Luis, castigador, cayó con violencia y tuvo que ser socorrido por ambulancia. Parece que después decidió quedarse porque “se encontraba bien”.

Sábado 14 de enero de 2012 entre las 22,30 horas y las 2,30 del domingo

Montas exitosas y caídas de hombres las pasaré por alto, detallaré rodadas de equinos y casos de jinetes heridos. Palo 2, Pablo Rinaldo, cayó con el caballo y continúo la jineteada sobre su lomo. Palo 3, Luis Ferreyra, tremenda caída con el caballo. Habría sufrido lesiones. Palo 2, José Luis Verón, cayó mal y tuvieron que auxiliarlo. El locutor dijo: “tenemos un Dios, tenemos una virgencita”. Pregunto: ¿y los caballos qué carajo tienen? Ellos no eligen dueños, riesgos ni ser utilizados en circos para enriquecer a muchos insensibles (todos los que componen esta maquinaria macabra). Palo 1, el caballo se resistió con energía, Jorge Bustos de Tierra del Fuego sufrió feo aterrizaje en el césped. Palo 3, mientras el jinete se “lucía” el caballo estuvo a punto de caer, entonces el locutor gritó: “el potro se refala…” (millones de niños tuvieron diez días para ver impune salvajismo con los animales y de paso aprender a hablar mal “instruídos” desde la televisión oficial). Palo 3, Raúl Panza. Mucho maltrato al caballo antes de salir del palenque. Tropillas entabladas. Excelente espectáculo de entreveros de equinos de hermosos pelajes.

Domingo 15 de enero de 2012, entre las 22,30 horas y las 2,00 del lunes

Premios “fabulosos” los campeones de las tres categorías de las delegaciones de Corrientes, Jesús María (Córdoba) y provincia de Buenos Aires recibieron $15.575 y una donación de la Municipalidad “para solventar gastos” (sic), una moto, un jamón artesanal, un banderín, una plaqueta y una rastra de plata con incrustaciones de oro (¡mierda, que derroche de bondad!); el 2° puesto $ 7.000 y algo más para gastos, un cinturón y un banderín (como los otros se llevaron jamones, tal vez en un gesto de “ilimitada generosidad” a estos jinetes les regalaron una docena de chorizos caseros); para el 3° puesto $ 5.850, un cinturón, un banderín y unos pesitos que donó la Municipalidad para “solventar gastos” (sic); posiblemente en un “acto de amor” les obsequiaron una milanesa artesanal envuelta en papel aluminio. Pregunto: ¿cuánto se habrá llevado la Municipalidad? (perdón, casi olvido que todo lo recaudado iría a las escuelitas de la zona); el 4° puesto $ 5.100, una hebilla de plata y un banderín (¿y la estadía? bien, gracias); 5° puesto $ 3.900, un banderín y una hebilla de plata (ojo! que no sea imitación y se enojen los gauchos ¿y la estadía? No…! durmieron con los caballos); 6° puesto (a esta altura la repartija de “valores” era joda), un banderín y un caballito de adorno para la mesita de luz. Supongo que ante estos “extraordinarios” premios los jinetes no sabían si reír o llorar.

Le puse letra al asunto: “tendré pinta de ignorante porque vengo de pagos lejanos, pero no se equivoque paisano y me arregle con un banderín, de jinetear tengo en el pelo un rulo, y aunque me aplaudan y toquen el clarín, con ese obsequio me limpio el cu…”; ” también me dieron un pequeño caballito como si hubiera montado potros de juguete, regalo que me importa un pito y sirve menos que un sore”. Por la Mejor Tropilla, el ganador se llevó una moto (espero que el tradicionalista no viva en zona de barro), un cristal tallado, una plaqueta y un banderín; el premio a la Tropilla Entablada fue un cencerro (para ponérselo al perro y saber dónde anda), un banderín y un certificado (¡y bueno aparcero…serían mezquindades de los que manejan el tradicionalismo!). Los tres jinetes campeones de las diferentes categorías dieron la vuelta de honor por la pista y saludaron al público. Después llegó la hora del Himno Nacional Argentino interpretado con armónica y de fondo un conjunto musical ¿moderno? Pregunto: ¿en un festival donde se habla de “tradiciones” y “Patria” no encajaba mejor la banda de música de los Granaderos a Caballo Gral. José de San Martín o de Gendarmería nacional? (claro, como usan uniformes puede ser que…).

Continuación de las jineteadas. Montas exitosas y caídas de hombres las pasaré por alto, detallaré rodadas de equinos y casos de jinetes heridos. Palo 2, Sebastián Cugat, el equino parecía vencido. Palo 3, Orlando Orozco, el caballo lo despidió como “escupida de músico”, habría golpeado tierra con zona de riñones y aparentemente fue pateado en el pecho. Lo retiraron en ambulancia, y haciendo memoria… en transmisión televisiva del 10 de enero pasado, este jinete castigó cerca de los ojos al reservado ¿será que Dios observa? Palo 1, “Chino” Danieli, el caballo cayó de costado y lo habría dejado con traumatismos. El campeón de las tres categorías, considerado “Jinete de la Patria” fue premiado con $ 11.000 y un caballo zaino de andar. Palo 2, Hugo Márquez de Misiones cayó atropellado. Palo 3, Alfredo Martínez, el caballo no respondió al castigo y salió a correr como “domado”. Palo 2, el animal se tiró hacia atrás y un palenquero lo golpeó en el hocico, no acertaban a taparle los ojos (?), repitió la maniobra de tirarse para no ser montado, entonces tuvieron que pasar al Palo 3 y darle campana a otro jinete. Después Oscar Despo pudo salir del Palo 2 y fue tirado. Algunos nombres anunciados por micrófono no coincidían con los que aparecían en la parte baja de la pantalla, además comprenda el lector que es imposible estar frente al televisor inmóvil más de cuatro horas, anotando con rapidez lo que pasaba velozmente (evento muy largo para ser grabado). Y colorín colorado, el festival del maltrato en Jesús María este año quedó terminado.

Calificar de salvaje o cruel golpeador a un jinete no es insultarlo, es llamar a las cosas por su nombre; me refiero al abuso de rebenques y espuelas para irritar al reservado bajo pretexto de obtener “equilibrio” con azotes cruzados, opinión respetuosa desde la defensa racional, no fanática. Las tradiciones y pruebas de destreza pueden continuar sin convertir el castigo en un vicio incontrolable. Sería injusto de mi parte cerrar este artículo sin reconocer que por premios miserables todos los jinetes se jugaron la vida y no como en otros deportes, aquí enfrentaron 90% de posibilidades de sufrir lesiones y muchas probabilidades de quedar incapacitados, morir desnucados o terminar aplastados por los caballos.

Nota: este artículo es de interés público internacional, de esencia respetuosa, pero redactado con necesaria ironía. Quiero que el editor no toque palabras ni corrija partes, en su defecto lo prefiero anulado completamente; soy periodista de investigación sin compromisos, fiel a la verdad y creo que la dureza sirve para despertar conciencias dormidas. Conste que defiendo leyes vigentes y los derechos de los animales, en este caso cuestiono el maltrato de caballos en espectáculos de barbarie enmascarados en “tradicionalismo”; estamos en siglo diferente, no podemos volver al circo romano.

* Noticiario Crítico de Carlos Estrada. Escritor, autor de libros, ex periodista parlamentario, periodista de investigación, dedicado a actividades ecuestres, asesor en asuntos equinos de centro cultural y tradicionalista, de estudio jurídico, establecimientos rurales de conocidos, etc., con rescates del maltrato y actos de cuatrerismo de más de 600 caballos a la fecha, sólidos conocimientos en enseñanza, crianza, comportamiento, técnicas de rehabilitación y derecho internacional animal; desde niño muy entrenado arriba de rebeldes potros montados en pelo para buscar ganado extraviado en el monte, investigador durante décadas de jineteadas en zonas rurales y estancias de familiares, instruido durante la juventud en forma particular por oficiales militares expertos en polo y salto, también bajo la dirección de especialistas ingleses del arte de la equitación y de un anciano instructor policial llegado de Alemania; sólida experiencia en manejo de animales salvajes (leopardos, tigres, pumas, águilas, caimanes, etc.) y decenas de graves heridas “cosechadas” en rescates de leones, víboras, osos, lobos, grandes monos y caballos; muchos trabajos publicados acerca de guepardos, serpientes y arácnidos, ex colaborador de destacados científicos de áreas oficiales de diferentes especialidades y de directores de zoológicos oficiales, incluyendo un director de reserva de animales de Europa, proteccionista independiente de fauna con incautaciones de reiterados millares animales silvestres vivos, cueros y pieles de la caza furtiva y contrabando por muchos centenares de millones de dólares (récords mundiales nunca igualados), con elogios difundidos por entendidos en fauna de Tanzania y Kenya (África), Australia (incluyendo agradecimientos de diplomáticos), de conservacionistas de Inglaterra, de un importante camarógrafo de profundidades del oceonógrafo y ecologista francés Jacques Cousteau y del famoso documentalista español experto en fauna Félix Rodríguez de la Fuente, etc.; documentada trayectoria pública desde 1970, decenas de certificaciones oficiales y científicas y máximos reconocimientos internacionales desde 1987, impulsor de la primera condena en la historia del Poder Judicial argentino en 1986 contra un traficante ilegal de especies protegidas; todo figura en revistas de instituciones nacionales y provinciales, revistas especializadas en animales, publicaciones jurídicas, semanarios, varios centenares de diarios (locales y de idioma inglés), editoriales, versiones taquigráficas legislativas, libros europeos, decenas de extensos cables noticiosos de la Agencia France-Presse al mundo (entre 1987 y 1993 aproximadamente), etc.

Especial LQSomos “Maltrato animal”

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