La postura del misionero
Por Nònimo Lustre
20 octubre 2024 (Día del Domund)
En el actual idioma castellano, la palabra postura es harto polisémica; con no menos de 10 acepciones, significa desde ‘huevo de ave’ hasta ‘cantidad que se atraviesa en una apuesta’. Item más, el vulgo entenderá el título de este ensayito como alusión a la más conocida de las posiciones coitales -una postura que, por aburrida y plebeya, los concupiscentes consideran indigna de aparecer en los kamasutras más refinados. Advertimos a los erotómanos que este artº, versa exclusivamente sobre postura como cantidad -mayormente económica y negativa. Para ser más exactos, sobre las recaudaciones que recibe el Vaticano en sus campañas misionales. Por ejemplo, la del Domund, a celebrarse este penúltimo domingo de octubre. Los españolitos que ahora somos ‘nobles ancianos’, in illo tempore fuimos constreñidos -i.e., obligados- a pedir beatíficamente en calles y oficinas “para los chinitos” o “para los negritos” mientras que -sin beatitud alguna-, en nuestro pío fuero interno amenazábamos con el Infierno a aquellos que no depositaran su óbolo en nuestras huchas ‘étnicas’ -unas cabecitas de seudo-porcelana que ahora se venden por 300 o 600 euros.
Huchas del Domund: Un confuso muestrario etnográfico
Cuestación del Domund; Valencia, 1955
Multiculturalismo misionero; unos hacen de chinos y otros de indios. Domund, Cambril, Catalunya, 1950
No me olvido de aquellos sofocos infantiles -“Ni olvido ni perdón”. Evidentemente, este textículo es una pobre y tardía venganza. Y los tremendistas, pueden añadir: “un panfleto de odio.” A quienes así lo entiendan, sólo les decimos: “La proverbial pederastia del clero no se limita a sus agresiones sexuales sino que se extienden a otras incontables agresiones contra la infancia que siguen impunes per omnia saecula saeculorum”.
El Domund, de ayer a hoy
Centrando los datos en España, el Domund ha sido siempre un sacacuartos dizque para atender a las Misiones pero, como los donativos van al Vaticano y ya sabemos la proverbial opacidad de este paraíso fiscal, es imposible comprobar a dónde coño fue a parar la hucha de mi niñez. Bueno, perpetrando el gravísimo error de ofrecer (con pinzas) las cuentas eclesiales, se supone que España atiende a 1.126 territorios de misión -un tercio de las diócesis del mundo. Otrosí, los donativos a las Obras Misionales Pontificias, gozan de privilegios fiscales – hasta los primeros 250€ anuales, se les aplica una deducción del 80%. En el año 2020, España aportó al Vaticano 10 M euros y, en el año 2021, dícese que España recaudó 13 M euros -segundo país del mundo, sólo superado por los EEUU. Según la siempre inverosímil contabilidad de la Santa Sede, con esos millones se financiaron un total de 453 proyectos en 74 países. El 43% de estos proyectos fueron para el sostenimiento general de las misiones; el 26%, para formación de catequistas en territorios de misión y el 31% para construcciones, vehículos o equipamiento -el que tenga fe, que se lo crea; los demás no tenemos esas obligaciones. Como tampoco creemos que España disponga de 10.000 misioneros que, según otras fuentes vaticanas, son sólo 7.000. Sea como fuere, los siguientes dos carteles narran la evolución de su propaganda:
Domund 1948. La virgen blanca, ¿puericultora o incluso comadrona? Evangelizando a un bebé negro. Más vale prevenir su cristianización que lamentar la deriva reivindicativa de los domundizados.
Domund 2024: “Id e invitad a todos al banquete”
Este último cartel merece un comentario: Los sacerdotes son famosos porque “predican pero no dan trigo”. Por eso me extraña que la Iglesia invite a nada y, menos que nada, a un banquete. En el caso del lema escogido para el Domund 2024, me pregunto: ¿invitan a un banquete envenenado o a un ágape? Y me contesto remitiéndome a un viejo artº sobre las diferencias entre ambos yantares:
“En una demostración palmaria de la degradación del Viejo Mundo, en ese ágape la nobleza comió entre plásticos y la morralla comió caviar en bol de plata. Por lo tanto, las Presidentas [consortes] convirtieron un ágape o comida amorosa en un banquete del odio. Continuaron así la tradición universal del anti-ágape, una traicionera costumbre muy frecuente en la Grecia Clásica y en la Biblia como puede verse en los ciclos de Tántalo, Medea y Damocles y en los versículos sobre Judit, Salomé, Judas e incluso en aquel festín de Baltasar donde Daniel reprocha al soberano caldeo: “Has traído ante ti los vasos de oro de la casa del Señor y os habéis servido de ellos para beber vino tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas”. Asimismo, el anti-ágape hizo estragos entre los primeros cristianos hasta el punto de que ni siquiera la leche estaba libre de sospecha pues la echaban albayalde -probablemente, así fue como Constantino envenenó a su hijo Crispo. Y si hablamos de los herederos de aquel melifluo primer cristianismo, recordemos que el papa Alejandro VI fue envenenado en un banquete con cardenales (1503), ello por no hablar del resto de los Borgia y menos aún del Vaticano en general” (cf. Neonazis en el ágape de las Heroínas, A.P., 2015, comentando la noticia Platos de plástico para las supervivientes de un campo de concentración [de Ravensbrück] y porcelana para los VIP. Der Spiegel/EFE, 25.04.2015)
Vista semejante evolución, si aportamos algunas antiguas (insufribles) piezas populares es sólo para preguntarnos si, en este año 2024, semejantes memeces todavía ramonean en alguna página web semiclandestina:
“Los frailes convirtieron a los indígenas en excelentes agricultores y ganaderos”. … A falta de música y un coro, no se dudó en hacer uso de la pólvora y las campanas… Allá van, a una tierra igual a España, donde crecerán los frutales y las hortalizas del Mediterráneo” (Para leer el sacro tebeo, ampliar la imagen)
Visto el tebeo precedente, no nos imaginamos cómo carajo pudieron reproducirse los amerindios pre-vaticanos si no sabían cómo criar un pavo o un tomate. Esta película archi-franquista nos da la clave: algunos negros, sí sabían cómo alimentarse porque tenían el alma blanca…
Las vestimentas
Es tan sencillo como caricaturesco dividir las vestimentas contemporáneas del Tercer y Cuarto Mundos según los modelos que a esos pueblos les han impuesto dos modelo imperialistas: a) el modelo ‘mediterráneo occidental’ (Iberia , Italia, Francia) y b) el modelo ‘anglosajón’ (Imperio británico) En el primer caso, los colonizados han sido sumergidos entre los desechos de la producción textil occidental y, en el segundo, predominan los camisones misionales (mission dress, Mary’s dress o mission gowns; en adelante, MD) Aunque con diferentes modalidades, ambos casos apuntan a lo mismo: la destrucción de las identidades, los cuerpos, el clima nativo y los hábitos de higiene de los aherrojados.
- Ejemplo amazónico de la insidia misionera: Antes de que fueran ‘civilizados’, los Yanomami se vestían con dos tipos de taparrabos: el cíngulo prepucial de los varones y el faldellín delantero de las hembras. Los misioneros se escandalizaron de lo que, para ellos, era desnudez y abordaron en varias fases el problema de semejante ‘pornografía’: primero inundaron las aldeas -los shapono– con tela roja, ‘sugiriendo’ a los varones que era una vestimenta casta y tan discreta que podían usarla para asistir a las liturgias católicas. Pocos años después, los ariscos Yanomami se habían convertido en mansos corderitos vestidos con los desechos de una ropa occidental que -repito, según ellos-, representa su peculiar sentido de la caridad cuyas consecuencias deletéreas se manifestaron de inmediato -so pena de atraer las enfermedades respiratorias y cutáneas, había que lavar esos andrajos, a ser posible con jabón.
Menos el shori con taparrabos rojo y de espaldas, todos los Yanomami que se manifiestan se visten con andrajos occidentales. Puerto Ayacucho, Venezuela, 2015.
- Las vestimentas no se circunscriben a las industrias de la moda sino que constituyen un hecho etnológico sumamente significativo puesto que no es lo mismo vestirse según la tradición que suicidándose por la modernidad -a menudo de origen doctrinal. Dícese que los MD fueron inventados al final del siglo XVIII. Por supuesto que su influencia varía en cada uno de los países del antiguo British Empire e incluso sus distintos corte-y-confección también varían -dentro de un orden. En cuanto a los más actuales, es fama tan inverosímil como todas las Famas, que lo diseño la mismísima emperatriz Victoria -son tan feos, canallas y ampulosos que, de ser cierto, seguramente Victoria estuvo inspirada por las sugerencias de sus industriales del textil.
El Reino Unido comenzó a abolir la esclavitud en 1807 pero ésta continúa bajo otras formas a cual más perversa. Hasta que no desaparezca la infame memez de los MD, no podremos certificar su verdadero final, ese que celebraré aunque sólo sea para quitar de mi memoria el penoso espectáculo de los infinitos MD cuya visión soporté en los Mares de Sur.
Además, debo señalar que las dos facetas mencionadas coinciden en un aspecto: ambas están demasiado aficionadas a utilizar los motivos indígenas para fusilarlos en sus ‘creaciones’. Los ejemplos son tan abundantes como para que unos pocos aparezcan en los medios generales. Las organizaciones de costureras indígenas (jamás se las menciona como artistas) protestan regular y asiduamente… pero, hasta la fecha, ninguna multinacional ha sido condenada por lo que Ellas llaman simple “apropiación cultural” -eufemismo por atraco con agravantes. Finalmente, preguntaría a los donantes del Domund: ¿quosque tandem el santo Padre abusará de su paciencia? A la hora del Óbolo, ¿están seguros de que sus monises van a los proyectos antes mencionados o, por el contrario, sospechan que sólo servirán para ahogar a las indígenas que todavía estén obnubiladas con los MD?
Ejemplo decimonónico de camisones misionales: Tahitianas en 1880 -más (criminalmente) pudibundo, imposible.
Ejemplo actual: jugando al cricket con el mission gown. No es práctico para jugar ningún deporte pero mantiene esa esencia misionera que se obsesiona en llegar a la pérdida absoluta de las formas femeninas.
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