Los e-mail gratuitos son cada vez más peligrosos y… deben desaparecer

Los e-mail gratuitos son cada vez más peligrosos y… deben desaparecer
Los e-mail gratuitos son cada vez más peligrosos y... deben desaparecer

Los e-mail gratuitos son cada vez más peligrosos

Por Jorge Izquierdo*. LQSomos.

Admito que el título del artículo puede provocar sorpresa y muchos se preguntarán ¿Los e-mail gratuitos son peligrosos? ¿Deben desaparecer? Puedo entender perfectamente que parezca estoy nadando contracorriente, pero un cuarto de siglo después de la llegada del e-mail a nuestros hogares (no así el invento del e-mail que tiene los mismos años que Internet, 50) cabe preguntarse qué influencia y de qué tipo ha tenido el e-mail gratuito en nuestra sociedad. ¿Existiría la “economía de la atención”, capitalismo puro y duro sin las cuentas de e-mail gratuitas?

Un poco de historia (reciente)

El lector quizás recuerde su primera cuenta de e-mail. Es más, posiblemente siga siendo la misma cuenta de correo electrónico de hace, cinco, diez, o incluso veinte años. Otros lectores, por el contrario, habrán perdido la cuenta de la cantidad de cuentas de e-mails que han tenido/perdido a lo largo de su vida por mil motivos: contraseñas perdidas, proveedores de internet que dejan de dar servicio, cuentas de e-mail de las empresas en las que un día trabajamos. ¿Y lo más jóvenes? ellos más todavía, hablo de aquellos que nacieron con una cuenta de correo en su escuela después instituto y hasta en la universidad…y que la pierden una vez han terminado sus estudios. Y así, van pasando los años. Contaminamos un poco más el planeta (aunque no lo parezca lo digital consume, y mucha, energía) generamos basura digital al mismo tiempo que nuestros datos son vendidos al mejor postor. Es tal el derroche que no cuesta imaginar los cientos de millones de cuentas de e-mail inservibles pero que siguen en uso. Hablo de esas cuentas de e-mail que, aunque sean inaccesibles para sus propietarios (“perdí la contraseña y nunca he podido entrar”) continúan recibiendo correos de quién sabe y consiguiendo que la bella metáfora del mensaje en una botella (“¿llegará algún día el mensaje al Receptor”) se convierta en una maldición: el mensaje llega, pero no hay nadie que pueda leerlo.

No hace falta recurrir a las estadísticas, la gran mayoría de los miles de millones de cuentas de e-mail que hay en el mundo son… gratuitas y propiedad de Microsoft, de Google, de Yahoo y un muy pequeño etcétera… El e-mail ha cumplido un papel fundamental en la Revolución digital al convertirse en la dirección “virtual” dentro del ecosistema de la Red. El e-mail era y todavía es el nuevo correo postal y además “gratis”. Basta tener una conexión a Internet para poder comunicarte con el Planeta entero y “gratis”. ¿Qué más se podía pedir?

e-mail loquesomos
e-mail loquesomos

Al principio fue sólo jugar
Todos alrededor de un ordenador
Pero nadie supo adivinar
Que sería la forma de espiarnos mejor

Si lo pensamos unos instantes, la puerta de entrada al mundo digital (aunque creamos que es el teléfono móvil, la tablet o el ordenador) es inicial y generalmente el e-mail. Todos tenemos un e-mail y la gran mayoría gratuito, esto es, sin prácticamente ningún derecho. ¿Quién se lee la letra de condiciones de uso? Mejor aún, quién es capaz de leer las condiciones de uso que cambian de la noche a la mañana. Lo que antes era una novedad ahora es moneda de uso corriente, nunca mejor dicho. Los menores también tienen su propio e-mail gratuito, sin olvidar el que pueden tener en la escuela o instituto… y que nuevamente perderán sin remisión una vez abandonan el centro escolar. La pregunta que cabría hacerse entonces es ¿Dónde acabará nuestra vida digital y la de nuestros menores? ¿Desperdigada en nubarrones, tempestades de terabytes olvidados junto a muchos quebraderos de cabeza? ¿O por el contrario se trata de algo moderno, de una nueva era donde todo consiste en usar y tirar?
No tenemos una bola de cristal, no sabemos qué ocurrirá en el futuro y aun sin querer ser pesimista o pájaro de mal agüero no hay que olvidar varias cuestiones:

1.- Difícilmente puede ser positivo para cualquiera educarse y vivir en la ausencia de privacidad.
2. -Muy educativo no parece el también acostumbrarse a que cualquier cosa que quieras hacer en el mundo digital lleve aparejado consumir publicidad. Hemos pasado de la publicidad abusiva al intentar ver una película a tragarnos un banner para leer un correo. Por no hablar del robo de datos, el ‘spam’, y de ese contenido para “adultos” en el que se baña cualquiera que tenga servicios gratuitos (hay que ver la publicidad que reciben nuestros menores al hacer algo tan sencillo como abrir el correo).
3. -Y ahora viene algo que nuevamente pasa desapercibido. Renunciamos a muchas cosas para ahorrarnos unos pocos euros al año.

Aquí una solución para el menor. ¿Qué pasaría si regalásemos a nuestros hijos su propio dominio, con su propia cuenta de correo? El coste es irrisorio y es posible, por no decir seguro, que año tras año el menor tendrá asegurado el control de su vida digital. Además del control que ofrece un dominio (minombreexclusivo.com) seguramente enseñaremos a los más pequeños, de forma práctica, la importancia de tener el control de sus datos. Mientras tanto su cuenta está gestionada, que no espiada, por adultos. De la misma forma que ocurre en un hogar donde la privacidad no está reñida con la estabilidad, la confianza, la educación y una seguridad bien entendida.

Y aquí una solución para familias, asociaciones, colectivos. ¡Sorpresa! es la misma solución que para un menor. ¿Qué ocurre si disponemos de una cuenta corporativa dentro de nuestra asociación, colectivo, etc.?

Dando ejemplo en Loquesomos

El disponer de nuestras propias cuentas de correo era un proyecto que llevábamos acariciando desde hace tiempo. En nuestro caso no se trata de contar con las oportunas cuentas para nuestra asociación también hemos pensando en aquellos que no dejáis de apoyarnos incluso económicamente. Hace poco hicimos un llamamiento y respondisteis: como siempre. Pensamos que daros una cuenta de correo de Loquesomos es por una parte lo menos que podemos hacer y también y no menos importante: mantener sistemas de comunicación que sean libres. ¿Qué sentido tiene hacer prensa libre si utilizamos exclusivamente herramientas del gran capital?

* Bracero de la tecnología, obrero del software y mecánico cualificado en esta Web, parte del Colectivo LoQueSomos. Miembro de Wikimedia. Más artículos del autor

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Jorge Izquierdo

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