Nord Stream: Sabotajes, silencios y consecuencias

Nord Stream: Sabotajes, silencios y consecuencias
El ministro verde en reverencia: sin obtener resultados

Nord Stream

Por Simone Vögele. LQSomos.

Cada día es más dudoso que las poblaciones europeas quieran agudizar la guerra con Rusia. Por el contrario, es la clase política de la UE y sobre todo gentes como Borrell y el gobierno actual de Polonia los que se suman al belicismo de Biden y sectores enloquecidos de EEUU que forman parte del complejo militar industrial.

Lamentablemente es gente “conservadora” como Douglas Macgregor (ex coronel y asesor militar del anterior gobierno Trump), quien rechaza que Rusia sea responsable del sabotaje de Nordstream y una de las personas que en EEUU acepta los argumentos de Rusia en el conflicto con Ucrania. Y es lamentable porque se trata de una voz del ámbito republicano mientras los “demócratas” siguen instigando el desarrollo de la guerra.

Mas bien, el sabotaje de Nord Stream refleja el pánico de los halcones occidentales. Si Ucrania fuese capaz de ganar militarmente, el sabotaje del gaseoducto no tendría sentido, porque Ucrania rehabilitaría “su” degradado tramo de gaseoducto (Transgas) y el abastecimiento de gas procedente de Rusia… pasaría por ser gas ucraniano. Algo similar ocurre con el gaseoducto Jamal que atraviesa Polonia. Ninguno de esos dos países está interesado en el funcionamiento de Nord Stream que conecta directamente -por mar. Rusia y Alemania.

Por muchas razones, incluido el abastecimiento a hogares y empresas, el pueblo alemán tiene gran interés en conocer la autoría del crimen-sabotaje y por tanto, si el parlamento alemán atendiera a las demandas de la población que dice representar, abriría de inmediato una investigación para esclarecer todo lo concerniente a la voladura. Por el contrario, el gobierno alemán cierra filas en la política del silencio.

Estados Unidos y su afición a los sabotajes

EEUU cuenta con una larga historia de antecedentes en atacar el funcionamiento y la infraestructura energética de países considerados enemigos. Quizá el más investigado fuera el sabotaje diseñado por la CIA en el ano 1982 contra la entonces URSS.
Según un reportaje de la época, de Washington Post se causó en 1982 una fuerte explosión en el gaseoducto trans-siberiano mediante la introducción de un “software dañino” que EEUU suministro a la URSS con el objetivo de destrozar el flujo energético en el interior del país: aun cuando no hubo víctimas mortales, el daño fue considerable.

El gobierno del presidente Ronald Reagan introdujo el software saboteador que incorporaba un programa destinado a destrozar (en un medio plazo) el funcionamiento del bombeo, de las turbinas y ventiladores. El resultado fue la destrucción gaseoducto Siberiano.

Según Thomas Reed (entonces miembro de las fuerzas aéreas), las detonaciones que se observaron mediante satélites militares, no eran producto de lanzamiento fallido de cohetes rusos, como entonces dijeron los Big Media, y además, un agente de la CIA desvelo que el origen no era un cohete. (fuente: CIA documentos publicados y Washington Post). Todo ello ha sido confirmado por investigaciones posteriores.

2022: acabar con Nord Stream

Un mes después, el silencio continuo. Ni Rusia, ni la empresa Nordstream con sede en Noruega tienen permiso para investigar el daño causado en sus propiedades.
Mientras tanto en Alemania, Patrick Graichen (verde) secretario de estado de Robert Habeck, Ministro de Economía y Protección de clima, comunicaba en una rueda de prensa, que las informaciones acerca de investigaciones respecto al sabotaje de Nord Stream eran secretas por “razones del bien de estado”.

¿Pero… el bien de qué estado? – se pregunta cualquier observador atento.
Graichen se remitía a una regla establecida entre servicios secretos cooperantes que se llama “Third Party Rule” (que es una salvaguarda de confianza mutua entre los servicios de inteligencia de varios países). Hablando claro: la “Third Party Rule” siempre se aplica cuando el resultado de las investigaciones no es el deseado. Además, así se impide todo control del gobierno alemán actual. Marcus Klöckner, periodista libre, deducía que el sabotaje no ha sido cometido por los rusos porque en ese caso no se andaría con tanto de secreteo.

En resumidas cuentas: hay solamente un estado en el mundo entero que tiene el instrumental técnico y el poder de hacer callar a los demás y al mismo tiempo es el máximo beneficiario del sabotaje y el silencio: ese estado es EEUU.
Como indicaba en el anterior articulo Nord Stream ¿a quién beneficia el sabotaje?  el gobierno servil alemán, un vasallo fiel de EEUU, estaba informado sobre los preparativos y la ejecución del sabotaje y tenía motivos:
-como liberarse de pagos inminentes de gas aun no recibidos, obligado por sus contratos “Take or pay” a largo plazo
-y además para quitarse de encima a la oposición que pedía la apertura del gaseoducto.

El silencio ensordecedor señala claramente a los culpables y sus conchabados. Todas las preguntas de diputados y periodistas críticos nunca obtienen respuesta porque se les repite el mantra “Third party Rule”.

También es interesante y preocupante que ninguna organización medioambiental como por ejemplo Greenpeace y muchas otras, levanten la voz acerca de ese crimen de una magnitud inmensa contra la naturaleza, porque… ¿Qué pasa con el efecto invernadero que agrava el soltar tanto gas a la atmosfera y el mar? Los grupos de activistas en Alemania, tan atentos normalmente y capaces de organizar manifestaciones multitudinarias cuando esta amenazado el hábitat de un hámster… ¿Por qué guardan silencio?
No hay que olvidar que Los Verdes co-gobiernan en Alemania (sobre esto recomiendo leer el artículo de Pilar Larranaga en Crónica Libre “Nord Stream: no hay más preguntas, señores”).

Continuemos con Los Verdes:
Una diputada, miembro del Parlamento Europeo, representante en el comité de asuntos Exteriores (AFED) y vicepresidenta de la Delegación del comité asociativo de la Unión Europea para Ucrania, Viola von Cramon-Taubadel, tomo la voz en la asamblea general del partido verde del 14 al 16 de Octubre en Bonn diciendo:
“…y cuando Robert (Habeck) por fin ha terminado con el gaseoducto Nord Stream 2… a la mañana siguiente en mi viaje a Washington los colegas polacos que encontré en el ascensor, me saludaron con un High five”. Quizá la frase se le escapo, pero también ilustra la arrogancia del partido verde al jactarse de lo que ella dijo.
Según testigos oculares, el pasado día 25 de septiembre desembarcaron militares especialistas en operaciones bélicas marinas (US Navy Seals), en el pueblo danés de Aalborg, y allí fueron observados bajando de helicópteros que normalmente están estacionados en Danzig (hoy Gdansk en territorio polaco).

Jeffrey Sachs, un economista y politólogo norteamericano en una entrevista del 5 de Octubre a la Berliner Zeitung explicitaba sus sospechas de que el culpable del sabotaje de los gaseoductos era muy probablemente EEUU, añadiendo que se basaba también en que los datos del radar evidenciaban que eran helicópteros estadounidenses los que circulaban durante esos días sobre los gaseoductos y que procedían de Gdansk, Polonia.

Poco después, se detectó una rotura en el oleoducto Druschba (“amistad”) cerca de la ciudad polaca de Plock. Ese oleoducto es uno de los más grandes del mundo y transporta crudo ruso a varios países centroeuropeos. También abastece la refinería de Schwedt en Brandenburgo, antiguamente bajo control de la empresa rusa Rosneft y que ahora se ha nacionalizado. Aun cuando todos los medios de comunicación insinúan que la rotura de Druschba ha sido debida a un accidente, eso es muy dudoso.

La situación hace pensar que EEUU está por fin realizando una antigua meta del “Plan Morgenthau” y matando así muchos pájaros de un tiro. El Plan Morgenthau se presentó en agosto de 1944 en vísperas de la victoria de los aliados sobre Hitler al entonces presidente estadounidense Roosevelt. El entonces ministro de finanzas de EEUU, Henry Morgenthau presento un plan de como transformar Alemania en un estado únicamente agrario y completamente desindustrializado para que nunca más fuera capaz a levantar cabeza e iniciar otra guerra. Pero al presidente Roosevelt no le interesaba ese plan y lo descarto. Sin embargo, Morgenthau más tarde publicaba un libro con el título: “Germany is our problem” (Alemania es nuestro problema) que tuvo cierto impacto en sectores de la sociedad norteamericana.

EEUU y el mundo anglosajón, sobre todo la Gran Bretaña, y especialmente Winston Churchill, temían un acercamiento entre Rusia y Alemania por unirse así técnica con fuentes de materia prima. De modo que las orientaciones del Plan Morgenthau se extendieron en el tiempo y hoy parece que vuelven a estar muy vigentes.

El éxito de la industria alemana en los pasados años, se debía sobre todo al acceso a energía barata proveniente de Rusia. Incluso si la necesidad de energía ahora mismo fuera cubierta plenamente por otras fuentes (que no están a la vista) los costes de compra de esa energía serian incomparablemente más altos que antes. La industria alemana por eso no será capaz de recuperarse fácilmente y eso podría ser el inicio de una desindustrialización acelerada.

Peor todavía: se podría pensar en un auténtico “Blackout” en este invierno; es decir que no se trataría de una recesión regional por falta de abastecimiento energético sino de una recesión general en todo el país. Años antes, lo habitual era que la falta de abastecimiento de gas generase un apagón programado de esas centrales por motivos de seguridad y arrancasen de nuevo, automáticamente, cuando los condiciones lo hicieran posible.
Por eso en el pasado, esas centralitas contaban con un mecanismo denominado “Schwarzstart”, que suponía un arranque de funcionamiento sin ayuda de energía ajena.
Sin embargo, bajo el gobierno de Merkel, se decidido ahorrar los costes de ese mecanismo por motivos de la austeridad programada. Ahora las centralitas, una vez apagadas, necesitaran energía ajena para volver a funcionar. ¿Pero de dónde puede llegar esa energía exterior si el apagón es general? El gobierno alemán no distingue entre “Blackout” y bajada de energía local y temporal.

¿Alternativas?

Robert Jungnischke, el analista experto en escenarios de Blackout, apuntaba en una entrevista reciente que: “los abastecimientos de energía rusa han cubierto un 55% de nuestro consumo.” De ahí que la supresión de Nord Stream suponga una carencia que es urgente reemplazar. Los intentos realizados hasta hoy han sido un fracaso.

El ministro Habeck visito Qatar en búsqueda de gas, y declaro que tiene “solucionado el problema”, pero poco más tarde, las autoridades de Qatar declararon que no había ningún acuerdo, desmintiendo a Habeck.
También el canciller Olaf Scholz visito Arabia Saudí para negociar un intercambio de armas por gas licuado (LNG). El canciller anuncio a su vuelta que tenía contratada un barco lleno de LNG, sin embargo, se necesitan al menos 650 barcos del mismo tonelaje para cubrir el vacío que deja la desaparición de Nord Stream… pero además todos los expertos señalan la falta de estructuras portuarias idóneas para descargar barcos llenos de LNG en puertos alemanes y europeos. Por eso hablar de sustituir el abastecimiento de gas ruso por gas licuado, venga de donde venga, tiene muy poco sentido… en cualquier caso requerirá tiempo y mucho más dinero.

Preguntado Robert Jungnischke por las medidas adoptadas hasta el momento por el gobierno alemán incluido el intercambio de gas por armamento con un país como Arabia Saudita que desarrolla una guerra genocida contra Yemen, contesto: “¡Esta gente no tiene escrúpulos!”

Considerando que los afectados por las inundaciones del valle de la Ahr (Julio 2021) aún no han recibido las ayudas prometidas, la crudeza de un invierno sin energía va a golpear a la mayoría de la población alemana y eso reafirma la idea de previsibles estallidos de malestar social.

Hay que añadir que la palabra “pacifista” en Alemania se ha convertida en un insulto.
Las opiniones diferentes, las de la gente que quieren dar una oportunidad a la solución pacífica del conflicto Ruso-Ucraniano-OTAN, o quienes defienden los puntos de vista del gobierno ruso, son calumniados como “troles” de Putin, nazis, conspiranoicos, tontos, agitadores de desinformación rusa y cosas peores.

Por lo menos parece que los gobernantes tienen ahora una ligera idea de lo que va a pasar, por eso han reforzado la protección de la cancillería y los edificios gubernamentales colindantes en Berlín con barricadas de piedra, pilares y paredes móviles de hormigón.

Por lo dicho si el gobierno alemán ha participado en el sabotaje del Nord Stream como parte de la OTAN que lidera EEUU, también ha faltado a su juramento de actuar priorizando el bien de la población alemana y eso es crimen de alta traición.

Fotografía de portada: El ministro “Verde” en reverencia: sin obtener resultados…
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