Por qué Mastodon es mejor que Bluesky para apostar por las redes sociales federadas

Por qué Mastodon es mejor que Bluesky para apostar por las redes sociales federadas

Por Redes nuestras*

Mastodon está impulsado por una empresa sin ánimo de lucro y existe gracias a donaciones y trabajo voluntario; Bluesky es una empresa de Silicon Valley que ha recibido 31 millones de dólares de inversores procedentes de big tech y criptomonedas. Mastodon es descentralizado desde el principio; Bluesky tiene un diseño que técnicamente permite descentralización, pero en la práctica por ahora todo el mundo depende de los servidores de esa empresa

Quería hablaros de cosas distintas al fediverso, pero leí (14-8-24) una noticia que me lleva a desatascar una texto que tenía en modo borrador hacer tiempo. La noticia en sí es buena: Rita Maestre, portavoz municipal de Más Madrid, se ha abierto una cuenta en Bluesky. Ha explicado que lo hace porque «hay que abrir nuevos caminos: necesitamos unas redes sociales abiertas, transparentes y libres de odio». Y, sí, me parece buena noticia que gente con tanta proyección pública hable y actúe en ese sentido. Pero podría ser bastante mejor. Voy a explicarlo.

Antes de nada, hay que nombrar las semejanzas: tanto Mastodon como Bluesky son redes sociales de microblogging, donde puedes publicar mensajes cortos (hasta 500 o 300 caracteres, respectivamente), fotos y vídeos; e interactuar básicamente de las mismas maneras (seguir, responder, gustar, redifundir, enviar mensajes privados). Ambas son emergentes, o sea, les falta mucho para llegar a públicos mayoritarios. A día de hoy, Mastodon tiene 7,3 millones de usuaries, de les cuales 780.000 están actives; y Bluesky tiene 6,1 millones, de les cuales 200.000 dan algún like a diario. (Los datos son de aquí y aquí; les usuaries actives son quienes han hecho cualquier cosa con su cuenta, y obviamente no es comparable a «daily liker», pero es lo que tenemos). Ambas dicen moverse en el paradigma de la federación: tecnología para redes sociales descentralizadas, para que quien quiera pueda instalárselas en su servidor y seguir comunicándose con gente que está en otros servidores (y dejar de estar así bajo el control del Elon Musk de turno).

A continuación, un poco de historia para entender las diferencias.

Diferencias entre Mastodon y Bluesky en su origen

Entre 2016 y 2018, el World Wide Web Consortium (aka W3C) abrió un grupo de trabajo para crear un protocolo de redes sociales. El W3C es un organismo internacional sin ánimo de lucro que se dedica a desarrollar y mantener los estándares de la World Wide Web. Es decir, las normas comunes que hacen que internet nos sirva para comunicarnos de manera global y descentralizada, las que permiten que sea un sistema robusto. En este caso, se trataba de generar un protocolo para redes sociales que puedan usar todas las personas, empresas o entidades que lo deseen, para avanzar hacia un ecosistema descentralizado y federado.

Los grupos de trabajo del W3C son abiertos, puede participar quien quiera, y a este acudieron varies desarrolladores independientes, que eran en su mayoría personas LGTBIQA+ que querían colaborar para crear redes sociales más amigables para el colectivo (hay otros grupos de W3C donde participa gente enviada por las big tech, pero por lo que sea a este no enviaron a nadie). El resultado de este trabajo fue un protocolo llamado ActivityPub.

Por aquella época, Eugen Rochko, un programador ruso-alemán al que le preocupaba que una plataforma con tanto poder de influencia como Twitter no fuera pública, ya estaba trabajando en su proyecto: Mastodon. Un tiempo después de que se anunciara ActivityPub, decidió adoptarlo como protocolo. Además de Mastodon, nacieron otras plataformas basadas en ActivityPub, como Pixelfed (para fotos), PeerTube (para vídeos) o Bookwyrm (para reseñar libros). El conjunto de todas ellas es lo que llamamos fediverso.

Imagen: Eukombos, Wikimedia Commons

Después, en 2019, el entonces CEO de Twitter, Jack Dorsey, anunció que quería trabajar en redes sociales federadas. Puso al frente del proyecto a Parag Agrawal, otro alto cargo de Twitter (tan alto que fue quien sucedió a Dorsey como CEO; lo fue hasta que llegó Elon Musk y le despidió, en octubre de 2022). De aquí surgió Bluesky, una nueva red social que se presentó en 2021.

Para construirla, en lugar de basarse en el protocolo que ya había sido publicado por la W3C, decidieron desarrollar su propio protocolo, alegando que ActivityPub no era suficiente para lo que planean. Se llama AT. Después de un periodo de pruebas implementando AT en la nueva red social llamada Bluesky, en la que necesitabas invitación para entrar, se abrió completamente en febrero de 2024. Ahora, cualquiera puede abrirse una cuenta en su servidor principal, el que administra el equipo de colegas de Dorsey.

Diferencias en el nivel de apertura de Mastodon y Bluesky

Para explicar cómo de descentralizado es Bluesky, necesito ponerme un poco técnica (y que la gente súper técnica me perdone si estoy simplificando demasiado). Digamos que Bluesky está dividido en tres partes diferenciadas: el alojamiento de los datos (PDS), la distribución de estos datos (relay) y la selección de esos datos para cada usuarie (AppView). Los datos de cada usuarie están en lo que Bluesky llama Personal Data Servers (PDS), esos datos son leídos e indexados por los relay servers y la AppView es la parte que construye el muro o timeline de cada usuarie cada vez que entra a Bluesky, según sus preferencias. Aquí es probablemente donde el enfoque es mucho más ambicioso que en ActivityPub, porque los PDS están encriptados (de manera que no lo va a poder leer quien administre ese servidor), el relay permite encontrar datos con más rapidez y la AppView es muy configurable.

El enfoque de Bluesky es que cada usuarie pueda crearse su feed personalizado. Así lo representa en su documentación técnica

Pues bien, en Bluesky hay gente que se ha montado su host en su propio servidor (PDS), pero por ahora el único relay que indexa los datos es el que administra Bluesky. Aunque técnicamente es posible crear tu propio relay, nadie lo ha hecho. Quizá porque no hay incentivos para hacerlo, quizá porque requiere una gran capacidad de computación (que será más cuantos más PDSs y datos para indexar haya) o quizá porque falta por liberar una pieza imprescindible, que se llama DID:PLC y es algo así como el identificador de cada componente. O sea, aunque te montaras tu propio relay, tendrías que pedirle al servidor principal de Bluesky que te deje mirar en su directorio, que es el único que tiene toda la información. Este punto es considerado el más débil, porque podría convertirse en un cuello de botella que dificulte llegar a una arquitectura realmente descentralizada.

La parte de la AppView tampoco está liberada y no se sabe cuáles son sus características técnicas porque Bluesky no las ha publicado. Además, por ahora, los mensajes directos solo se pueden enviar a través de la app oficial, porque la tecnología necesaria todavía no ha sido incorporada al protocolo AT. Resumiendo, por ahora, la descentralización total es solo promesas.

Lo más importante de estas redes sociales es lo que garantiza que no nos están colando nada nocivo: que publican su código fuente (y por tanto hay otres desarrolladores que pueden examinarlo y modificarlo). Tanto ActivityPub, como Mastodon y el resto de plataformas del fediverso que he visto, se publican con licencias que respetan las cuatro libertades del sofware libre: puedes usarlo, puedes estudiarlo y modificarlo según tus preferencias, puedes redistribuir copias de la versión original, y puedes redistribuir copias de tus versiones. En cambio, cuando Bluesky publica su código, lo hace con la licencia MIT, que también es abierta pero con un matiz.

Hay un debate interminable sobre si esta licencia puede llamarse libre o no, pero lo que me interesa es destacar cuál es la diferencia con las licencias ortodoxamente libres: la licencia del MIT permite que quien modifica algo puede distribuirlo bajo otra licencia. Es decir, alguien podría copiar el código, crear una versión nueva y convertirlo en software propietario, encerrado bajo copyright. Es una manera de asegurar que pueda haber modelos de negocio privativos en el futuro.

Google, por cierto, suele usar esa licencia para liberar algunos de sus desarrollos y ha demostrado que no es incompatible con controlar el mercado y seguir creciendo. En esta línea, cabe recordar la estrategia «Embrace, extend, and extinguish» utilizada por Microsoft —y descrita en documentos internos descubiertos en el marco de una investigación de las autoridades antimonopolio estadounidenses—, que consiste en adoptar un estándar ampliamente usado e introducir cambios con software privativo hasta hacerlo incompatible con soluciones desarrolladas por empresas más pequeñas y dejarlas fuera del mercado.

Diferencias en el modelo empresarial de Mastodon y Bluesky

Quienes desarrollan Bluesky dicen estar haciéndolo por el futuro de internet y que su modelo es el siguiente: construir algo muy robusto de manera centralizada y luego liberarlo. La aproximación de Rochko con Mastodon es diametralmente opuesta: se lanzó a escribir código y, desde el primer momento, lo publicó para que pudiera ser examinado y mejorado por gente tan voluntarista como él.

Imagen: Bryce Durbin/TechCrunch.

Con el tiempo, Rochko consiguió dedicarse a tiempo completo a Mastodon gracias a las donaciones de la gente que lo usa. Desde 2021, Mastodon tiene forma legal con una empresa sin ánimo de lucro (Mastodon gGmbH, con sede en Alemania). Las últimas cuentas publicadas en su web son las de 2022, cuando sus ingresos subieron vertiginosamente coincidiendo con el terrorífico desembarco de Elon Musk en Twitter. Llegaron a 326.000 euros, la mayoría a través de donaciones en Patreon, y pudieron ampliar el equipo. Actualmente hay 9240 personas apuntadas para donar mensualmente. Este año han abierto sede en Nueva York para que la gente que dona desde EE UU pueda desgravarse sus impuestos.

El equivalente al host de Bluesky en el fediverso se llama instancia. Actualmente, el fediverso está compuesto por más de 29.000 instancias de diverso tamaño y pelaje. La mayor es la de Rochko, Mastodon.social, pero la variedad es inmensa. La mayoría sobreviven gracias a administradores y moderadores que trabajan de manera voluntaria, o a cambio de algo de dinero donado por sus usuaries. También las hay financiadas por administraciones públicas, gobiernos, universidades, centros de investigación, fundaciones, ONG o empresas.

Por su parte, Bluesky está sustentada por una empresa con ánimo de lucro (Bluesky PBLLC), con sede en Delaware, curiosamente un paraíso fiscal. Las cuentas de Bluesky no son públicas, pero sabemos que comenzó con 13 millones de dólares desviados de Twitter por Jack Dorsey. Hace cuatro meses anunciaron que contaban con otros 8 millones de dólares, aportados por una sociedad de inversiones de Silicon Valley.

[Actualización a 24 de octubre de 2024: Bluesky ha conseguido 15 millones de dólares más de capital de riesgo, provenientes de una entidad llamada Blockchain Capital, con participación de expeces gordos de Twitter, Microsoft y Google e inversores en IA y criptomonedas. A la vez, han anunciado que están desarrollando un modo de pago, con acceso a más features, prometiendo que siempre habrá cuentas gratuitas y que no darán más visibilidad a las de pago.]

Hay otros indicios que dejan claro que Bluesky no tiene interés en alejarse del entorno de las big tech. Desde abril, se pueden publicar GIFs… pero solo si están alojados en Tenor, que es un repositorio de GIFs que pertenece a Google. O sea, que si acabas por montarte tu servidor de Bluesky para recuperar el control de tus datos, solo podrás publicar un GIF si se lo pides a Google, que lógicamente va a saber que se lo estás pidiendo. Por otro lado, se puede comprobar que el host que administra Bluesky está compartiendo datos con Twilio Segment, que es un servicio para analizar el comportamiento de les usuaries en tiempo real y que usan grandes plataformas para gestionar la publicidad personalizada.

¿Significa eso que Bluesky va a acabar implementando publicidad? Ni confirman ni desmienten. La CEO, Jay Graber, ha prometido que, si lo hacen, no se van a pasar y nunca «enshitificarán» su red social.

Hay que admitir que Bluesky siempre ha tenido honestidad: desde el principio, reconocen estar buscando la forma adecuada para monetizar sus servicios. Obvio, nadie da esa cantidad de millones sin esperar un retorno. Entre la posibles formas que dicen barajar, se incluye el cobro por funcionalidades adicionales. De hecho, el mes pasado también anunciaron su primer servicio de pago: nombres de dominio personalizados. Es decir, si pagas entre 10 y 50 dólares al año, puedes tener un nombre de usuarie tipo tunombre @loquequieras.com.

Una cosa es cierta: si queremos que las redes sociales federadas sean realmente una alternativa, necesitamos que sean masivas. No vale con proyectos indies. Estoy de acuerdo en que instancias autogestionadas por colectivos de hackers se nos quedan pequeñas. También están de acuerdo la Comisión Europea, los gobiernos de Alemania y Países Bajos y Meta, y por eso todas estas entidades están experimentando con ActivityPub (di más detalles de esto en la anterior entrega de esta newsletter).

Sea por interés en la soberanía tecnológica, por servicio público, para fomentar la competencia a las big tech, o por explorar nuevos modelos de negocio, muchos actores tienen mucho que ganar si hacen crecer las redes sociales descentralizadas. Incluso habrá gente en Silicon Valley que esté trabajando en ello honestamente, no lo niego. Pero creo que tenemos suficiente historial y contexto para entender que tiene más sentido apostar por la vía de ActivityPub y el fediverso, por su condición descentralizada desde el principio. Ya perdimos demasiado cuando confiamos en los señores de Silicon Valley, no nos arriesguemos otra vez a acabar atrapades en lugares tóxicos.

¿Y si no quiero elegir entre Mastodon y Bluesky?

Y si todo esto va a ser abierto, ¿por qué no desarrollar una forma de que AT y ActivityPub se comuniquen? Bueno, es evidente que Bluesky no está por la labor y la integración total parece muy lejos, pero aún así ha habido algunos intentos en la comunidad del software libre. Uno de ellos es BridgyFed, un puente para estar presentes en Mastodon y Bluesky a la vez. En esencia, lo que hace es duplicar tus posts automáticamente de una red a otra, aquí lo explican mejor. Otra posibilidad es usar OpenVibe, una aplicación móvil que te permite consultar tus cuentas en ambas redes (o sea, lo verás todo entremezclado).

Si duplicar o mezclar te parece un lío, siempre puedes estar en los dos sitios, sin más. No cuesta tanto: son mensajes cortos, se cortapegan, y quizá se editan un poco para adaptarlos a los estilos de cada casa, como hemos hecho de toda la vida manteniendo cuentas en varias redes. Desde luego, si eres un personaje público que trabaja con un equipo para gestionar tu presencia digital, es muy fácil pedirles que también copien a Mastodon tus mensajes cortos.

Así que: bienvenida, Rita Maestre, al lado esperanzador y liberador de las redes sociales. Ojalá verte también en el rincón, en mi humilde opinión, idóneo.

Lecturas relacionadas:

Marta Peirano, «La campaña de Elon Musk». Un buen resumen de cómo el supervillano está usando su plataforma X para apoyar a Trump.
Editorial de El País, «Elon Musk despeja la incógnita de X». Otro resumen, este sin paywall.
Robert W. Gehl, «ActivityPub, the Non-Standard Standard». La intrahistoria de aquel grupo de trabajo de la W3C que creó ActivityPub.
Rory Mir y Ross Schulman (Electronic Frontier Foundation), «What’s the Difference Between Mastodon, Bluesky, and Threads?». Un análisis comparativo entre Bluesky, Mastodon y Threads (la red social de Meta que está integrando ActivityPub), y detalles sobre sus implicaciones para la soberanía de datos.

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