Rita: “la mejor alcaldesa de España”
Ángel Escarpa Sanz. LQSomos. Septiembre 2016
(Y se fue al Grupo Mixto)
“Vivimos por encima de nuestras posibilidades”, nos repiten a diario, con sus crueles recortes aquí y allá, pero ella se retira con 7000 € mensuales, el señor Soria con 4.644 y a un anciano le retiran la pensión -por regar su huerta-; y le retiran también la suya a otra mujer -por ayudarse haciendo muñequitas de trapo-, y nuestras mujeres siguen cobrando un 20% menos que los hombres, y se sitúa en el 90,05% nuestra deuda externa, y el paro juvenil en Canarias asciende ya a un 59%, y sube un € el cine Monopol -¡un escandaloso 20 %!-, y sigue sin gestionarse el rescate de los restos de los fusilados y precipitados en el pozo de Jinámar, y se celebró una vez más el día de Nuestra Señora del Pino -la patrona de esta isla canaria-, con una notable afluencia de personal a su basílica, en Teror; y se incrementa el número de incendios en España durante el verano…
Mientras, se cumplen ya 80 años de aquella cacería humana organizada por lo más granado de aquel ejército africanista. 80 años de la muerte de Federico, de Durruti, de Emiliano Barral, de Miguel de Unamuno, de Valle Inclán. 80 años de las quemas de libros, de la llegada de los primeros internacionales a España, de las depuraciones de maestros leales al Gobierno republicano; del triunfo del Frente Popular, de la muerte de Sanjurjo -cuando éste se disponía a sumarse a la rebelión militar franquista.
80 años de la matanza de Badajoz. 80 años de aquella locura colectiva que produjo hermosos libros que jamás debieron escribirse -si no hubiese sido por la intransigencia del fascismo, apoyado por la Iglesia, el capital y la Monarquía-, como España, aparta de mí este cáliz, España en el corazón.
80 años de la pérdida de la inocencia en Paracuellos, en Granada, en Galicia, en Extremadura, en Castilla, en Córdoba. 80 años de luto para las dos Españas -gracias, sin duda alguna-, a la intransigencia de aquellos que no se resignaron a perder sus privilegios de casta.
80 años de la elección de Manuel Azaña como presidente de la República Española; y Chaplin estrena en Londres Tiempos modernos; y Alejandro Casona su Nuestra Natacha; y se vota y aprueba el Estatuto Gallego; y se disuelven las Misiones Pedagógicas, se crea el 5º Regimiento de Milicias Populares Antifascistas y caen las primeras ciudades leales; mientras muere en el frente de Majadahonda Pablo de la Torriente Brau. 80 años de los juegos Olímpicos de Berlín, y de la Olimpiada Popular antifascista de Barcelona. 80 años de la inútil ejecución de José Antonio.
80 años de aquella hermosa pancarta en la calle Toledo, de Madrid, con aquel poderoso: “¡NO PASARÁN! EL FASCISMO QUIERE CONQUISTAR MADRID. MADRID SERÁ LA TUMBA DEL FASCISMO”, cuyo espíritu sigue alentando a tanto antifascista español hoy, tras la conquista de París, tras la derrota nazi en Berlín; más allá de la misma muerte de los generales franquistas, del imborrable recuerdo de los campos de concentración de Alicante, Barcarés, Dachau, Auschwitz, Guantánamo, Abu Ghraib y de todas las concertinas y los muros de la vergüenza del mundo.
80 años de derrotas y de conquistas.
80 años.
80 cosechas.
80 años muriendo en el exilio la España peregrina. Mas allá de la vergüenza de Gernika, de Hiroshima, de Vietnam, de la Marcha Verde, de Irak, de los campos de refugiados; del hambre en el mundo, de la disolución de la antigua URSS; de aquellos cementerios, aquellos pinares, donde reside la memoria de tantos y tantos pueblos; más allá de los restos de vidrio de las copas quebradas, enterrados, que contenían los frágiles sueños de paz de todos los que murieron un día en una batalla; la mujer que pereció en un bombardeo, viendo quizás como se consumía también, devorado por las llamas, el vestido de novia que nunca llegó a estrenar. Más allá de los barrios obreros minados por la marginación, el desaliento y la droga.