Tiempo de ausencias
Silvia Delgado*. LQSomos. Agosto 2017
Aún chirrían demasiadas cosas, pero los muertos de las Ramblas son los que son.
Y la ausencia es la que es.
Ausencia de furia en las calles.
Ausencia de preguntas, que como tambores incesantes, retumban en los oídos de quienes patrocinan, instigan, planean todos estos cadáveres.
Tiempo de ausencias.
Las semanas pasarán, el dolor quedará impregnado en aquellos que vivieron de primera mano el espanto y nosotros, el pueblo manso, seguiremos hasta la siguiente atrocidad y hasta la siguiente.
Tiempo de ausencias.
Me pregunto dónde se perdió nuestra rabia, en qué caminos extraños quedó dormida o en qué momento preciso fue narcotizada a base de mentiras y confusión.
Me pregunto qué fue de nosotros, de los emputecidos, tiroteados, atropellados, hambreados, qué fue de nuestros labios.
Qué fue de las palabras, de los gestos.
Qué fue de la sangre derramada.
Qué fue de la memoria.
Del puño, de los dientes apretados.
Ausencia. Tiempo de ausencias.
Pueden ir a peor las cosas, pueden engañarnos más, pueden asesinarnos más, pueden reprimirnos más, asfixiarnos más.
Tiempo de ausencias.
Vacíos de rabia los pueblos claudican ante la barbarie que ya es demasiado cotidiana.