¿Tiene el arte alguna función social?
Noe Acedo*. LQS. Diciembre 2018
¿Te imaginas un mundo sin arte?
No pretendo hacer apología de cómo debe ser el arte en toda su extensión, ni siquiera me planteo la posibilidad de afirmar que toda manifestación artística deba ir acompañada de un concepto socio-político. Por mi parte sería totalitario e incongruente. Aunque sí creo que el arte se debería producir pensando a nivel social, lo cierto es que, no todo el arte es político ni tampoco todo el arte que se produce es social. Esto se debe a la naturaleza capitalista del mercado artístico contemporáneo y la industria cultural que son quienes marcan las pautas y las
normas de cómo ‘’se supone’’ que tiene que ser el arte y la cultura.
Con la creación del Capitalismo, se generó a mayores niveles lo que denominamos ‘’el arte por el arte’’, sin ningún sentido social ni (muchos menos) político, abriendo una brecha notable entre la cultura y las clases más bajas de la escala social. Casi todas las manifestaciones artísticas han sido completamente engullidas por el mercado del arte que es voraz y su base se encuentra en el espectáculo, como bien dijo Guy Debord en 1967.
En su libro La Sociedad del Espectáculo, Debord comenta que “Toda la vida en lassociedades donde rigen las condiciones modernas de producción se manifiesta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que antes se vivía directamente, se aleja ahora en una representación” (Guy Debord, 1967).
El sistema capitalista burgués, por ejemplo, ha conseguido que el arte con cargasocio-política sea excluido en ferias y galerías, ya que nos encontramos frente a una herramienta que intenta crear una conciencia crítica y una independenciapersonal sobre los individuos. Es importante no olvidar que lo que menos sequiere en este sistema, y en concreto en este país en el que vivimos, es que un sujeto sea independiente, pues lo que desean es una sociedad que no pueda valerse ni pensar por sí misma. Quieren sujetos que no se quejen y acepten todo lo que se les impone sin rechistar.
Aceptando la idea que no todo arte es político, ni debe serlo, creo que la práctica artística tiene que caminar por el sendero de la libertad total y absoluta del autor en la producción de la obra, con esto me refiero a que el artista en estos momentos no se encuentra en total libertad de producir si quiere vivir de esta profesión y entrar en el mercado artístico. Hay unas pautas marcadas que se han de seguir para ‘’triunfar’’. No hay que salirse de sus cánones o estás perdido.
En nuestro contexto histórico, lo que se le exige al artista que quiere entrar en la industria cultural es que realice productos (con unas temáticas y una estética concretas) que puedan ser consumidos por las clases más altas, que son los que pueden acceder a comprar arte, ya que los precios de las obras dentro del mercado capitalista adquieren un precio demasiado elevado para que cualquier persona con un sueldo normal pueda obtenerlo. Lo que lleva al desinterés de la mayoría de la sociedad a querer involucrarse en el ámbito artístico y cultural, ya
que lo percibe como un mundo al que solo pueden acceder unos pocos.
Sinceramente, bajo mis criterios, si se deja total libertad de acción al artista estoy segura de que se producirían piezas de arte y exposiciones más asequibles para todos y con un contacto más directo con las clases sociales más bajas. Es más, me atrevería a decir, que seguramente muchos artistas optarían por la opción de utilizar el arte como vía de expresión de su contexto social y político.
La única libertad que tienen los artistas en nuestro momento histórico es en elegir si quiere ser un vástago más de la industria cultural o hacer arte con un sentido social. En este caso no meto el concepto político, ya que creo que el autor que produce objetos artísticos para la contemplación elitista tiene intrínseco una mirada política aunque ésta sea la de demostrar que es un sujeto social pasivo que no muestra ningún interés por lo que le rodea.
Como creadores se nos ha olvidado que somos seres sociales y que el arte y la cultura deben pertenecer a la herencia de la humanidad. Esta premisa no es obvia para todos, ya que, aún hay muchas piezas que se encuentran en manos de familias adineradas o de entidades privadas a las cuales no tenemos acceso.
También se ha creado la concepción de que el arte solo puede ser disfrutado para supuestos entendidos, han eliminado por completo la unión arte sociedad haciendo que la experiencia artística solo se encuentre a manos de unos pocos.
El artista debe, como profesional y como sujeto consciente, practicar el libre ejercicio de emancipación tanto propia como ajena. En mi caso, al menos, me siento en la necesidad de ser completamente sincera y declarar que simpatizo más con el arte que conceptualmente es socio-político que con el arte conceptual estético. El arte con carga política representa más mi forma de existir y ver el mundo, es mi manera de expresarme como ser humano pero también como artista, mujer, individuo, ciudadana y sujeto social.
Son datos curiosos, a modo casi de anécdotas, saber que muchos de los artistas (muertos) que realizaron las obras por los cuales se pagan inmensas cantidades de dinero hoy día, en el transcurso vital de su vida fueron pobres y no vieron ni la cuarta parte de la valoración económica que tiene ahora su obra, como pasó con Rembrant, fue muy demandado en su época pero una mala crítica a su obra hizo que acabara en la pobreza. Muchos de ellos no eran reconocidos por la Academia como artistas, propiamente dicho, como por ejemplo Vicent Van Gogh o Paul Gaugin que no fueron reconocidos hasta después de su muerte. Es más, actualmente, los mecenas artísticos utilizan estas piezas para generar la compraventa de arte consiguiendo así una evasión de impuestos considerable.
También hay muchas obras robadas en periodos totalitarios de los que la sociedad no tiene constancia si quiera de que existen porque no están
catalogadas. Un ejemplo de esto, es el caso español de la familia Franco, la cual, en su trascurso como dictadores adquirieron a base de ‘’regalos’’, caprichos y extorsiones un centenar de esculturas, cuadros y piezas de arte que tienen guardadas en sus diferentes palacios (a los cuales no se pueden acceder) cuando son y deberían ser patrimonios de la humanidad. Toda pieza producida en cualquier etapa histórica es importante, tener un conocimiento de su existencia y poder analizarla es un privilegio, ya que, nos sirve para comprender mejor la historia pasada, puesto que, el arte es un reflejo de su sociedad contemporánea.
‘’No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia’’. (Karl Marx).
En este primer ensayo hago un análisis, valiéndome de un recorrido histórico sobre el papel del arte y el artista en las diferentes épocas transcurridas en la historia hasta el siglo XIX. Hablo sobre nuestro contexto y la posibilidad de la utilización del arte como una herramienta de militancia política, realizando unacrítica al arte basado en la reproducción sin sentido, la economía y la sociedad del espectáculo.
Me gustaría aclarar que es para mí la noción ‘’conceptual’’ en el ámbito artístico y en mi obra personal, opino que la parte conceptual o concepto de una pieza es el alma de la obra de arte, es la idea principal de la que parte el artista. Es la primera fase de la producción, es donde se encuentra la parte teórica de la pieza y en ella es donde el creador se hace varias preguntas; por qué hace lo que hace y por qué quiere producir dicha obra, cual es el sentido de la pieza y su interpretación, cual es su camino como artista y que cual es la unión de esa obra con las demás, que materiales va a utilizar y como los va a utilizar, las dimensiones de la obra y porqué, los bocetos previos….
Se presupone que todo tiene que tener un porqué para el artista en la explicación que de sobre su pieza, por ello existen las memorias y los porfolios.
También, como artista, añado que a parte de tener todo un porqué para el espectador, es importante no olvidar el porqué para nosotros mismos, como profesionales.
No es lo mismo que yo conciba producir una pieza para que la sociedad se entere de alguna desigualdad existente en mi entorno, donde doy agencia a los que no la tienen, que producir una obra pensando en el precio que le vas a poner antes de terminarla y buscar el mejor sitio de la capital donde pueda ser vendida al mayor precio. Es ahí donde la parte conceptual, o lo que yo catalogo como concepto de
a obra, cobra sentido puesto que dotan a la pieza artística de tener carácter social o ser solo mercancía.
Para que se pueda entender mejor mi crítica hacia el arte capitalista y conformista, que convierte las piezas de arte contemporáneo en simples objetos que tienen como fin la decoración de las casas más poderosas del mundo, y no confundirlo con un ataque hacia el arte de la experiencia estética / visual (el cual creo que es igual de social que el que se hace políticamente), sugiero tres tipos de conciencia diferentes en torno al ámbito artístico las cuales me gustaría aportar; Conciencia Conceptual Crítica [1], Conciencia Conceptual Estética [2] y
Conciencia Conceptual Monetaria [3].
[1] C. C. C Es el principio que sigue una obra de arte en la cual la parte conceptual tiene bastante carga socio – política; se expresa mediante la reivindicación y la lucha de clases, denuncia las injusticias sociales a través de la subversión y acción artística directa. Intenta crear una conciencia y una emancipación del espectador que lo mantenga alejado de su alienación. Es un canal de contra- información. Se da tanto a nivel individual como colectivo.
Para discernir mejor que quiero decir voy a dar ejemplos de obras realizadas por mí o en las que he tenido el placer de colaborar; En este caso hablaré de la performance ‘’Miradas que no ven’’ (1), 2017, una acción directa realizada en colectivo y en la calle (salida del Metro de Príncipe Pío – Madrid), con 4 personas más de mi entorno universitario. Esta acción en concreto consistía en reivindicar y darle una cena digna a personas sin hogar que se encontraban en la calle viviendo; llevamos una mesa grande, la decoramos como si fuera una cena de navidad (la acción se llevó a cabo en invierno), llevamos comida caliente con entrantes, primer plato y postre. Esta obra pertenece a la C.C.C y es socio-política porque denuncia e intenta crea en el espectador, con la acción directa, un momento de crítica y análisis sobre la problemática que sufren las personas que viven en la calle.
Esta acción se diferencia de una acción caritativa al uso porque nosotros no les dimos de comer por su situación de exclusión, sino que comimos con ellos en la misma mesa, la misma comida, compartimos vivencias, les escuchamos, hicimos un ejercicio de comunidad y reivindicamos, como si fuéramos uno de ellos, su derecho universal a tener tres comidas al día calientes. Allí no éramos los que les daban la comida, sino, los que comían con ellos, como una familia, sin jerarquías sociales ni personales, allí del primero al último éramos iguales, sin distinción de sexo, condición o país.
[2] C. C. E. Es la obra de arte que concede más relevancia a la estética y a la experiencia sensorial (necesaria para la formación de los seres humanos como especie). Su parte conceptual suele ir más centrada en ofrecer una mirada hacia los sentidos y el placer, no intenta crear una conciencia sobre un contexto socio-político, más bien desarrolla una conciencia sobre uno mismo. Incentiva la creatividad y el bienestar de los espectadores.
Un ejemplo donde la conciencia conceptual estética cobra sentido es en el esteticismo, movimiento artístico nacido en Inglaterra en el siglo XIX. Este movimiento se caracteriza por la exaltación de la belleza, la cual, se prioriza frente a la temática social y política. Tengamos en cuenta que el esteticismo nace como contra posición a las filosofías imperantes utilitaristas que había en ese momento, haciendo de ello una reacción hacia el materialismo que nace de la época industrial. Immanuel Kant será quién asiente las bases de este movimiento, según el autor la conciencia estética puede separase del arte que tiene una utilidad o una moral implícita.
En 2016 gané la convocatoria de Luminaria 02 que consiste en una plataforma cultural que acerca el arte contemporáneo al barrio de Usera en Madrid. Existe una colaboración directa entre los artistas participantes, sus proyectos y el barrio ya que se realiza dentro de los mercados de la zona. Trabajan para crear redes de cultura en entornos urbanos haciendo que el arte sea accesible a toda la sociedad. En palabras del artista Gordon Matta-Clark; “En un contexto social, entiendo el arte como un acto humano esencialmente generoso, un intento individual positivo de encontrarse con el mundo real a través de la interpretación expresiva […] Al decir tejido urbano me refiero tanto a las condiciones sociales, económicas y morales como al estado físico de las calles o de las estructuras que jalonan la ciudad. Tengo una profunda sensación de la ciudad como hogar, y una auténtica preocupación por su estado y por la calidad de vida que ofrece”.
Para este exposición colectiva produje una instalación de cinco metros de larga por tres metros de alta y dos de ancha, recreando un espacio que denominé ‘’Domo’’ (empleé madera e hilos muy suaves y gordos de muchos colores para crear la estructura). Utilicé estas medidas porque mi intención era que el espectador irremediablemente tuviera que pasar por en medio de la obra y ser parte de ella si quería seguir su camino. Catalogo esta obra dentro de la C.C.E porque su concepción no era la de reivindicar nada político, pero si personal y por tanto social, ya que, su parte conceptual partía de la existencia en una sociedad donde el ritmo es muy rápido, monótono y atropellado. Quise hacer un proyecto que ayudase a tener un momento íntimo y una experiencia sensorial, que hiciera conectar a la persona consigo misma y le hiciera sentir ser parte de la obra que estaba viendo, partiendo de la premisa que el espectador no es un simple objeto y que es necesario para que la obra puede cobrar vida.
El escritor, filósofo y enciclopedista ilustrado Denis Diderot, padre de la crítica del arte en el siglo XVIII, sobresalía de sus contemporáneos por sus conocimientos sobre la práctica artística y la teoría de arte. Además era conocedor en profundidad de la tradición estética del XVIII en Francia y el pensamiento británico. Rocío de la Villa, investigadora madrileña de arte contemporáneo y estudios de género en relación a las prácticas artísticas contemporáneas, en su libro El origen de la crítica de arte y los salones, escribe sobre el autor y su pensamiento acerca de la experiencia; ‘’Al igual que Montesquieu, Voltaire y Rousseau, Diderot fue influido decisivamente por el Essay Concerning the Human Understanding (1690) de John Locke, el primer manifiesto del empirismo que, refutando la doctrina cartesiana, afirmaba la experiencia como origen de todo conocimiento y cuyo éxito se vio respaldado por el del método experimental o inductivo de Newton’’.
Está claro que la mente ilustrada, es una mente que se lo cuestiona todo, donde la razón y lo sensible no entran en conflicto si no que juntas crean la base para ejercer la libertad individual. ‘’Diderot es, entre los Ilustrados, el pensador de la sensibilité, y no puede extrañarnos el que su primera obra significativa sea la Carta sobre los ciegos (1749), un tratado sobre la percepción en línea lockeana, tras su versión anotada de la Inquiry concerning Merit and Virtue de Shaftesbury, sin duda y pese a su título, uno de los tratados más importantes para el giro hacia la autonomía de la estética en la Modernidad, en tanto presenta al sujeto (hombre virtuoso), y sus sentimientos e impresiones, como el auténtico protagonista de la experiencia estética, desplazando así al objeto y con él, la belleza objetiva. De modo que la experiencia desinteresada de lo bello se convierte en origen de superación moral para el sujeto, y a la vez en dimensión soberana, en tanto que sólo el sujeto la puede juzgar en función exclusivamente de su sensibilidad’’. (Rocío de la Villa, 2003).
Por ejemplo, para el autor un cuadro se tenía que leer bajo unas nocionesretóricas; ¿Quién hay o que hay en el cuadro? ¿Quién comete la acción? ¿Cuáles son las causas de esa acción? ¿Qué intención tiene el autor de la acción? ¿Con que sentimientos se está encontrando el espectador cuando analiza la situación? ¿En que momento está ocurriendo dicha acción? ¿Qué medios utiliza el protagonista? Este es el método que te enseñan en el ámbito académico para leer y analizar los cuadros y piezas de arte; haciéndonos toda clase de preguntas, al igual que nos las hacemos, por ejemplo, cuando leemos un libro o vemos una película.
[3] C. C. M. Es la obra que se produce pensando en el ‘’arte por el arte’’. En este tipo de piezas el sentido estético y el sentido social del arte se
pierden por completo. Es un arte al servicio de las clases más altas y el Capitalismo, un siervo de la ‘’maravillosa’’ Industria Cultural, lo que
denominaríamos en ‘’petit comité’’ como ‘’la élite’’. Por así decirlo, este tipo de arte es solo para unos pocos ‘’pudientes’’ [esto no significa que entiendan de arte contemporáneo, pero como tienen Capital Económico no les importa carecer de Capital Cultural real, se compran un cuadro y parece que han comprado un Grado en Bellas Artes. En este tipo de conciencia, por ejemplo, importa más el apellido del autor (convertido en marca capitalista; son como Nike o Adidas) que la obra en sí. Es el arte de la nada, que va desde la banalidad estética más absoluta a la insustancial y poco relevante base conceptual, la cual creo, que tiene más forma de talón o de billete que de ensayo académico.
Un ejemplo de artista y obra que estaría dentro de esta categoría para mí sería Jeff Koons y su «Balloon Dog (Orange)», expuesto en Guggenheim Bilbao Museoa (El Museo Guggenheim Bilbao).
En este caso me es imposible dar un ejemplo de mi obra, porque si analizo más atentamente mis piezas y la parte conceptual de cada una de ellas, nunca he hecho una obra sin un sentido socio-político para mí. Aunque haya realizado obras con C.C.E (la gran mayoría son de C.C.C) siempre las he elaborado con una mirada política concreta y con un pensamiento social intrínseco.
Sostengo que bajo mis criterios, la conciencia conceptual crítica y la conciencia conceptual estética van de la mano. Esto no quiere decir que en una obra artística vaya haber de las dos conciencias, pueden complementarse pero no es obligado su uso conjunto ni una depende de la otra, aún así, las dos aceptaciones acaban siendo arte social. Esta premisa es la que mantendré durante todo el ensayo, a través de hechos históricos del ámbito artístico, piezas o acciones de arte concretas y escritos de pensadores, como León Trotsky, que apoyan mi hipótesis.
Alan Woods, político marxista, escritor británico y dirigente galés de la Corriente Marxista Internacional, en el escrito El marxismo y el Arte, nos introduce a los textos de Trostky sobre arte, escribe que ‘’Desde el principio el arte tubo un carácter social. Las maravillosas pinturas rupestres de Francia y España, fueron pintadas en las zonas más profundas e inaccesibles de las cuevas. No era una simple decoración, formaban parte de un ritual destinado a fines muy prácticos, conseguir el control de los bisontes, ciervos y caballos salvajes cazados para comer. La danza y las canciones tenían el mismo propósito’’.
Además, añade que; ‘’el arte es importante para las personas, siempre ha sido así, desde las primeras sociedades humanas, cuando el arte estaba indisolublemente unido a la magia – los primeros intentos primitivos de hombres y mujeres de comprender y controlar el mundo que les rodeaba –. Y aunque parezca que el arte en la sociedad actual no juega ese papel central, realmente no es así’’. (Alan Woods, 2000). Creo que esta es una de las afirmaciones en las que se acepta que el arte siempre ha tenido una función social, no es anexo a su sociedad contemporánea, ni siquiera en nuestro contexto capitalista.
De todos es sabido que el arte político se aleja bastante de querer una estética bien formada, importa más el contenido que el continente. En la conciencia conceptual estética ocurre al contrario, importa más el continente que el contenido, aunque esto sea así, en mis palabras no quiero que se note una crítica hacia esta perspectiva, ya que, me parece tan importante la calidad del mensaje de las obras, como la calidad estética de las mismas. Añadiré que, como artista, aunque haga arte con carga socio-política no puedo ser hipócrita y tengo que expresar que, si me importa la calidad estética de mi obra y que mido todo con sumo cuidado para que quede perfecto, porque así es como trabajo yo personalmente, así que, por mi parte no me atrevería a separar la conciencia estética de la crítica, ya que, como acabo de decir se complementan entre sí.
Por ejemplo, en mi proyecto ‘’Galaxys’’, con el cual hice mi primera exposiciónindividual en 2016, encontramos las dos conciencias complementadas. Consistía en una reivindicación de la naturalidad de enseñar el pecho femenino al igual que lo hacen los hombres, haciendo una denuncia sobre el veto hacia los pezones de las mujeres en fotografía en las redes sociales incluso en cuadros pintados, y a la vez la hiper – sexualización que sufrimos en la sociedad contemporánea. En este proyecto la parte estética no está exenta de la parte crítica, si no que, juega un papel fundamental en ella, ya que consistía en la edición gráfica de fotografía jugando con la combinación de múltiples colores y diferentes texturas para conseguir un efecto visual impactante.
Al igual que hago con mis obras plásticas, en mis obras escritas lo que intento es crear un espacio para la reflexión a partir de la experiencia y subvertirme comosujeto social. Este es uno de los objetivos claros de este ensayo. Creo necesario que el arte y la cultura deben ser una plataforma para trasladar al resto del mundo los sucesos que ocurren en nuestro entorno más inmediato, además, es lo que me gusta, me siento útil si puedo dar voz a todas aquellas personas a las cuales le han robado la agencia. También, creo que sirven para sacar a las personas de su letargo, el cual, los vuelve mentalmente débiles y poco críticos.
Acabo de terminar un proyecto que se llama ‘’¿Y dónde está Palestina?’’, trata elconflicto creado por Google, al quitar el nombre de Palestina de Google Maps, ahora tan solo aparece el nombre de Israel, Jordania y Franja de Gaza, lo han querido eliminar de la historia sin ningún remordimiento. Cuando se le pregunta a Google por este hecho, sus declaraciones no dejan indiferente a nadie: ‘’No está Palestina en el mapa, porque nunca estuvo ahí’’. Evidentemente, esto es una falacia, ya que, si investigamos en diferentes mapas mundi antiguos, aparece el
nombre de Palestina, porque existe y este hecho hace que se elimine su agencia como pueblo y como seres humanos, hecho que creo bastante grave y que no puede quedar impune.
El proyecto se presenta como una instalación, donde el mapa de Google Maps, en el que no aparece el nombre de Palestina, se encuentra en el suelo, de tamaño 3A y repetido muchas veces para hacer una pasarela, la cual hay que pisar para llegar a la pared donde irán pegados carteles de diferentes mapas mundi donde sí aparece el nombre de Palestina pero en un tamaño menor, para que el espectador tenga que pisar los carteles de Google Maps para llegar a los otros y verlos bien. Intento que el espectador tome conciencia de que intentan eliminar un pueblo por completo sin que nos demos cuenta. Mucha gente aún no sabe que esto está ocurriendo, quiero que como ser humano y persona tome posición y pise la realidad que nos quieren vender para poder llegar a la realidad real, que es que Palestina existe.
Algo a tener en cuenta, para empezar a desarrollar mi tesis sobre el artista y su obra, es que a pesar de estar condicionado por su contexto social, histórico y cultural es un ser humano, al cual le caracteriza una sensibilidad especial que le hace desarrollar su pensamiento propio, tiene una mayor capacidad de análisis frente a otros individuos y es alguien que tiene conciencia de sí mismo, ergo tiene conciencia de que existe un ‘’otro’’, lo que genera empatía y solidaridad. Creo que el verdadero artista, lejos de postureos modernos e intelectualoides, lleva dentro de sí estas tres cualidades innatas.
Pongo un ejemplo muy sencillo, Warhol y su icono en la pintura ‘’Coca-Cola (3)’’, aunque puedo extrapolar esta opinión al resto de su obra, toda me parece insustancial y banal. Pintar una lata de refresco, de una bebida capitalista, como si fuera una pieza inédita y algo trasgresor, me parece algo anodino. Entro en escándalo cuando investigo su precio y aparece que cuesta entre 40 y 60 millones de dólares. Pero más escandalosas son las declaraciones del artista al hablar de esta pieza en concreto; ‘’Todas las Coca-Colas son iguales, y todas son buenas. Lo sabe Liz Taylor, lo sabe el presidente, lo sabe un vagabundo y lo sabes tú’’. Esto es más un anuncio mercantil que una obra de arte, ya existe la publicidad como herramienta para la difusión de los valores capitalistas, no se necesita manchar una actividad cultural y social como es el arte.
Este ensayo se abre con dos preguntas; ¿Tiene alguna función social el arte? ¿Te imaginas un mundo sin arte? Estas cuestiones se irán respondiendo a medida que vaya avanzando el artículo, aunque ya he dado algunas primeras razones por las que pienso que esta premisa es real. Las preguntas, parecen sencillas a primer término pero son bastante profundas e intrincadas en mi parecer, son las que planteo diariamente a diferentes tipos de personas, creando un debate tanto en mi vida cotidiana como en redes, como puede ser Facebook o Instagram.
¿Por qué hago esto? Porque si intento demostrar mi hipótesis, declarando que el arte es social, desde el principio de los tiempos tanto teóricamente como en la praxis, donde debo llevar mis investigaciones y mis teorías es precisamente a los lugares donde se encuentra y congrega la mayor parte de la sociedad, la calle, creando un debate colectivo que nos acerque más a la cultura y nos sirva para crear comunidad.
Tengo la suerte de rodearme de un entorno bastante ligado a la cultura y el arte; tengo colegas poetas, escritores, intelectuales, teóricos, la gran mayoría de mis amigos son músicos, Dj’s, artistas plásticos y visuales, graffiteros, artesanos….
También pertenecer a un colectivos artístico, como al que pertenezco, llamado CAS -à Colectivo de Artistas del Sur, hace más plausible tener un contacto directo con el arte contemporáneo creando de una forma más fácil un debate en torno a esta temática.
Aunque bien es cierto, que no todo mi entorno gira en torno a la cultura, también me rodeo de personas que no tienen contacto directo con el arte pero que tienen una conciencia crítica desarrollada a nivel general. Esto hace que se pueda generar ese espacio de comunidad y debate en cualquier parte y en cualquier momento. Por ejemplo, cuando acudimos a una rave2, siempre hay un momento de esa experiencia que acabamos hablando de arte, sociedad y política, tanto de la mano de personas del ámbito artístico como personas exentas al él, en este
espacio hay lugar para todo el mundo, lo importante es aprender los unos de los otros y seguir desarrollando nuestra percepción crítica hacia el mundo que nos rodea.
Este tipo de tesituras me hace sentir más unida a mi entorno, a la sociedad y al mundo, siento que estoy haciendo algo más que ver pasar las calamidades de mi clase social sin poder hacer nada. Primero cambiemos nuestro entorno más cercano y así lograremos cambiar toda nuestra sociedad. Y es de manual, que para cambiar algo por pequeño que sea tanto en nuestro entorno como en la sociedad masa lo que tenemos que conseguir es que se tenga más conciencia en el hecho de crear comunidad, la unión entre todos hace la fuerza. Los artistas deberíamos tener en cuenta esta premisa a la hora de producir nuestra obra. Si caemos en el individualismo y solo vemos nuestra producción como un objeto mercantil haremos que todo el sentido de la palabra arte desaparezca. La historia nos enseña como desde las civilizaciones antiguas la cultura y el arte no se han podido dar sin su sociedad contemporánea, eranparte del desarrollo de su civilización.
[¿Qué es el Arte? Vs ¿Para qué sirve?]
Si el arte NO sirve para nada, ¿Porque hay presos políticos españoles e internacionales?
Notas:
*.- Artista Multidisciplinar. Perteneciente al Colectivo de Artistas del Sur y al Colectivo Audiovisual Katakumba Records.
1.- ’Miradas que no ven’’ Video Performance:
2.- Rave: Del inglés to rave, “delirar”, “desvariar”; y de ahí rave party que empieza a usarse en Londres en los 50 en referencia a las fiestas salvajes de las secciones más extravagantes de la generación Beat. El término desaparece un poco durante los 70 y resurge con la electrónica,
asociado a las fiestas de acid-house de los 80. En los 90, con la expansión de la música electrónica, el término rave empieza a parecerse más a lo que entendemos ahora, con fiestas en espacios abandonados o bosques. Es en estos años cuando comienza la represión contra las fiestas ilegales, especialmente en Reino Unido, y también cuando empiezan a adquirir mayor contenido político, ligado al movimiento ‘’reclaim the streets’’. Son los años dorados de Spiral Tribe y compañía. Para hablar de este tipo de eventos, quizás sea más correcto hablar de free parties que de raves, aunque en español utilicemos ‘rave’ como equivalente del free party anglosajón. Como movimiento social y político, Freetekno es el término más apropiado y que marca claramente su esencia anti-club, que en inglés rave no tiene. Podríamos adaptarlo al castellano como ‘’movimiento rave’’. (Guillermo Astiado; Politólogo y Filólogo inglés).
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(Ediciones del Serbal ed.)
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