Todos fichados: la Gestapo te da la bienvenida
Urania Berlín*. LQSomos. Diciembre 2014
Quieren morir matando. El régimen cadavérico del 78, según he leído en el Diario de Navarra, ha implementado una base de datos en la que figurarán “sospechosos” que, supuestamente, tengan algún tipo de relación con actividades delictivas en base a conjeturas, suposiciones y elementos ultrasubjetivísimos de los miembros de la Gestapo de turno, tanto que el control neohitleriano de Estado alcanzará incluso a simples “infracciones” y a personas sin antecedentes penales de ningún tipo. A pesar de que esa supuesta conexión con el “delito” parece salvaguardar la cara fascista de esta medida, no lo es tal puesto que como se señala en la noticia en ningún momento la instrucción especifica quién decide si un sujeto está “implicado” en una actividad delictiva o en una “infracción”. O qué es estar “implicado” en un hecho ilegal o ser “objeto de investigación”, conceptos que no son ni jurídicos ni administrativos, quedando, como decimos, al particular “criterio” del jefecillo policíaco de turno el incluir o no a esa persona en la lista negra. Pero hombre…¡cómo no la va a incluir si recibirá una gratificación por ello! Muchos sabemos que existe la incentivación por objetivos en los departamentos policiales. Ya se sabe, siempre resulta más “productivo” sumar que restar.
Al crear un fichero masivo de “sospechosos”, en realidad lo que pretenden es ejercitar un control integral sobre toda la ciudadanía para mantener prietas las filas y que el régimen otánico español, que está a los pies de EEUU y el Estado etnicista de Israel, no se descomponga más de la cuenta. Con razón se habla y no se para del NWO, Bilderberg, Soros y Rothschild, aunque huelan a conspiraciones de nigromantes. El hecho de que el periclitado y podrido régimen del biparticidio PPSOEGAL haya puesto sobre la mesa policial el controlar masivamente a sus súbditos no quiere decir que el siguiente gobierno entrante (presumiblemente, diferente a este) fulmine esta maniobra represiva (lo podría hacer sobre el papel o maquilándola para calmar a una ciudadanía ya de por sí narcotizada). Este tipo de decisiones de mantener bajo la bota policíaca al personal, una vez incrustadas en los bajos fondos de la “seguridad del Estado”, son un pastel muy goloso para los conspiradores y, en general, para los gobiernos.
La novedad, si es que puede llamarse así, de esta delictiva, totalitaria y conculcatoria disposición, realizada al calor de otra fascistada ppinochetista, la Ley Mordaza, es la posibilidad añadir “información no estructurada” de todo tipo: número de la Seguridad Social, teléfono, “datos biométricos”, fotografía, dactilogramas, vehículos, cuentas bancarias, armas, joyas, coches…. “o cualquier otro dato que pudiera ser identificativo de la persona”. Cualquiera no diría, literalmente, que estamos en manos de la Gestapo si es que no lo hemos estado siempre…puesto que las actividades ilegales de las cloacas del Estado siempre han gozado de un amplio margen de impunidad (y no sólo en el País Vasco), sólo que ahora tienen el aval oficial (a nivel subterráneo) del Estado. No olvidemos que con el escándalo” del espionaje masivo de la Gestapo norteamericana (la NSA) se supo que España (su filial CNI) había remitido miles de datos personales de ciudadanos (por decenas o centenares) a la banda de gángsters del imperio. La organización de espías española sabe lo que es no ajustarse, con sus prácticas mafiosas, a lo que pomposamente llaman Estado de derecho.
Esto no es algo que se haya improvisado de la noche a la mañana y tampoco es una idea que se haya gestado, aquí en España, a lo largo del tiempo. En primer lugar, porque el factor sorpresa al leer este tipo de noticias está atenuado en el sentido de que la impunidad de las cloacas del Estado español siempre han actuado al margen de toda supervisión judicial o administrativa a la hora de mantener un fichero B de personas presumiblemente “sospechosas” de “algo”. En segundo lugar, quien manda y ordena en España, es decir, EEUU, es el que puso en práctica esta medida de control masivo sobre “sospechosos” en propio territorio americano, con su dictatorial Patriot Act y a raíz de la falsa bandera terrorista del 11-s, donde todo ciudadano norteamericano pasaba a ser un potencial terrorista o sospechoso de realizar actividades “antiamericanas”. Todo se ha planificado cuidadosamente en los cuchitriles de la CIA-NSA-FBI-MI5-Mossad para ser exportado a sus vasallos europeos y a otras partes del mundo. Si lo sabremos muchos después de la orgía de crímenes de falsa bandera (11-s, 11-m, 7-j…) que han perpetrado esta gentuza en los últimos veinte años, a cuenta del “negocio” islamista que tienen montado.
Para intentar dulcificar el alcance de la medida todavía nos dicen que el órgano al que se pueden dirigir los ciudadanos para ejercer sus derechos es la División de Cooperación Internacional, algo que parece improbable porque los ciudadanos no tienen forma de saber si su nombre y datos están o no en ese archivo. Que es como decir, me río de usted primero y luego vuelvo a mofarme de nuevo.
Siempre será una especie de orgullo saberse fichado en un régimen delictivo como éste.
“Ninguna dictadura puede sobrevivir sin violencia”
“¿No has estado en la cárcel? Por quién me has tomado? No hay español decente sin ella”, dejó dicho nuestro gran Max Aub