12 de octubre: el MASUFA escuchará como pitan a Sánchez

Por Domingo Sanz.

Construya usted todas las metáforas que quiera mientras siga leyendo para que nadie se sienta ofendido, pero a mí me importa un bledo si mañana le rompen los tímpanos a Sánchez y los trozos de sus membranas, rotos en el ejercicio de una libertad de expresión gritada también por algunos que arrancarían lenguas si pudieran, terminan ensuciando el impecable uniforme militar que vestirá el MASUFA, y ya sabe usted que me refiero al Mando Supremo de las Fuerzas Armadas porque así lo dice el artículo 62.h de la Constitución vigente, aunque la ministra Robles se siga negando a emplear un acrónimo inventado sin la menor acritud.

En cambio, me preocuparé mucho si miles de personas salen a la calle reclamando algo tan normal como lo de convertir este Reino en una República y, de repente, se escuchan, rumores procedentes de las salas de banderas, reales o virtuales, como la que visitaba aquel general que proponía fusilar a 26 millones y que, si alguna autoridad competente le hubiera interrogado, quizás muchos “hdp” nos habríamos olvidado del personaje y sus “contactos”.

Porque llegará un día en el que la mayoría considerará pagada la deuda histórica que Felipe González contrajo con el MASUFA hoy emérito cuando, incapaz el sevillano de vencer en las urnas a un Suárez que se lo empezaba a creer, y por tanto a molestar, desde La Zarzuela el recién restaurado se dedicó a intrigar con militares amigos y de costumbres muy franquistas para, tras un susto resuelto con alegrías más falsas “que un duro sevillano”, facilitar el desembarco en la Moncloa a un PSOE que todo lo adeudaría desde entonces.

Y si no les pidió lo de borrar de sus estatutos lo de “republicano” fue porque se habría notado demasiado. Muy metafórico todo, pero muy cierto.

Conseguido el objetivo, jamás le llamaría al orden ningún presidente socialista, por mucho que los espías del Estado informaran de sus vicios y corrupciones, que algún ex ministro de Defensa algo ha insinuado para parecerse al Suárez que en 1995 tapó el micrófono mientras le contaba encuestas a Victoria Prego.

Me cuenta un amigo de la misma capital de la provincia donde vivo, que aquí, lo del día 12 se ha adelantado a hoy, día 11, y supongo que también en las demás para que a lo de Madrid no falte nadie de los que tengan que acudir.

Dice la noticia que el comandante general ha apelado al “orgullo de sentirse español desde la pluralidad” y yo le digo que me parece muy bien, aunque hubiera preferido que no ocuparan el centro urbano para decirlo, con las muchas molestias que supone para la ciudadanía que todo se lo paga.

Y ya que estamos, mi general, quiero aprovechar estas líneas para pedirle a usted que, por la fama de valiente que como militar se le supone, sea el primero de su glorioso ejército en salir por la tele para pedir perdón por cada una de las víctimas defensoras de la legalidad vigente que sus predecesores, los de usted, mi general, provocaron a partir del 18 de julio de 1936.

Si usted mismo, mi general, se atreviera, además de ser el primero conseguirá que este mismo curso muchos estudiantes de ESO de España, incluso aunque siga siendo un Reino, descubran sorprendidos que sus profesores de Historia, por fin, sí expondrán en clase las lecciones correspondientes al periodo que se inició, precisamente, en la sangrienta fecha que le acabo de recordar.

Es que, mi general, resulta que lo manda la programación educativa, pero nuestras autoridades civiles son muy cobardes, aunque hayan sido elegidas.

Pero mi general, no le pida usted permiso al MASUFA. Lo más probable es que le diga que “no es el momento oportuno”, pues fue lo mismo que, a través de la “Casa Real”, le contestó a Carmen Calvo cuando le pidió permiso para acabar con ese privilegio de “inviolabilidad” que, al igual que al MASUFA anterior, también a este de ahora le permite seguir cometiendo delitos con total impunidad. Sin duda, la ex vicepresidenta había olvidado lo de la deuda de Felipe González, que no me extraña lo muy anti sanchista que se muestra el sevillano. Creo que quiere a Pedro agarrotado por la misma deuda y él no tiene ningún interés en que alguien decida cancelarla, pues en el mismo paquete podría entrar la derogación de la Ley de Secretos franquista, esa que tanto le protege.

Insisto, mi general, no le estropee usted el día al MASUFA con tonterías. Él sigue imaginando a su hija mientras juraba la bandera en un sitio militar con algún símbolo franquista, dicen, pero pelillos a la mar.

De hecho, acabo de recibir una página del BOE con su propia firma en el Real Decreto 783/2023 del 10 de octubre por el que “se concede el Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III a Su Alteza Real la Princesa de Asturias, doña Leonor de Borbón y Ortiz”.