8 de abril de 1973: fallecimiento de Pablo Picasso
Por Daniel Alberto Chiarenza*
Pablo Picasso, considerado universalmente como uno de los artistas más importantes en la historia del arte, revolucionó las artes plásticas durante su larga carrera (falleció a los 92 años, el mismo año que pasaron a otro plano Pablo Neruda y Pablo Casals, por eso a 1973 se lo conoce como el año de la desaparición física de “los tres Pablos”).
Pablo Picasso: “Un prestigitador, un bromista, un parodista, a partir de la oposición a los románticos, con la «voz interior» de él mismo, su «tómalo o déjalo».” A. Hauser
Picasso nació en Málaga, España, en 1881. Su nombre completo es de una gran curiosidad, debido a la cantidad de onomásticos que lo integran: Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Crispín Crispiniano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso. Pero el nombre con el cual se hizo conocido, es aquel que usaba, simplificadamente, nada más añadiendo a Pablo –su primer nombre-, el apellido de su madre: Picasso.
Pablo sintió una gran atracción hacia la cultura Chavín, en Perú, en la que se basaron algunas de sus obras. Su vida está marcada por las guerras y su estilo supera todo lo conocido. “El eclecticismo de Picasso significa la destrucción deliberada de la unidad de la personalidad; sus imitaciones son protestas contra el culto a la originalidad; su deformación de la realidad, que siempre se está revistiendo de nuevas formas para demostrar más convincentemente la arbitrariedad de éstas, está orientada, sobre todo, a confirmar la tesis de que ‘naturaleza y arte son dos fenómenos eternamente desemejantes’”. (Arnold Hauser: Historia social de la literatura y el arte)
Vivió varios años en La Coruña y llegó a Barcelona en 1895. Su padre fue nombrado allí profesor de la escuela de Bellas Artes. Pablo colaboró como dibujante en revistas catalanas y fundó Arte Joven. Allí pintó diversas telas que estaban relacionados con el círculo bohemio en el que Picasso se movía: el café de Els Quatre Gats. Se hizo amigo de personajes interesantes del ámbito artístico.
Entre sus relaciones se encontraban: Eugenio D’Ors, que creó el arte del Novecentismo; Jaume Sabartés, su alma gemela y que más tarde sería su secretario; Carlos Casagemas, importante compañero de Picasso, luego en París, y poeta decadentista…
En 1901, a causa del suicidio en París de su amigo –el recién mencionado, Casagemas- comienza el período -denominado “Azul”- en el que utiliza el ambiente bohemio de las calles parisinas, también mostraba en sus cuadros la gente en los salones de baile y en los cafés, producto de la asimilación del post-impresionismo.
En sus obras siempre utiliza tonos azules y representa personajes escuálidos (trabajadores extenuados, mendigos, alcohólicos y prostitutas), con expresión trágica: el cuestionado Dama en Eden Concert (1903), al que algunos atribuyen a su padre; La Vida (1903); Las dos hermanas (1904). Este período termina en este último año.
En 1905 se inclina hacia los tonos rosas y rojos, lo que dura hasta 1906. Se lo conoce como período Rosa. Es la época del Picasso menos trágico y representó escenas de circos, comediantes, etcétera. Algunas de estas obras son: Familia de Arlequín (1905) y produjo una obra maestra, Gran holandesa.
En 1906, en Gósol, su obra tendría una influencia africana, se la llamaría “protocubista”. El retrato de Gertrude Stein, con un tratamiento especial del rostro; luego Las señoritas de Avignon, tan radical en su estilo. Trata en esta obra la profundidad espacial y la representación del desnudo femenino, reestructurándolo por medio de líneas y ángulos. Picasso se desvincula de los cánones de arte relacionados en mostrar representaciones exactas de la realidad, transformándolas con parámetros geométricos.
El “período Cubista” transcurre entre 1908 y 1916. En él Picasso tiene una manera de pintar neoclásica, como La Mujer sentada y La Griega, y en los delicados retratos de su hijo Paulo. A esta época pertenecen: El Retrato de Ambroise Vollard (1910), Le guitariste (1910) y El aficionado (Le Torero) (1912).
En escultura dio la sensación de volumen. Se basó en botijos y elementos de barro cocido, esculpido y después pintado. “…reniega no sólo del Romanticismo, sino incluso, del Renacimiento, que con su concepto del genio y su idea de unidad de la obra y de estilo, anticipa en cierta medida el Romanticismo” (A. Hauser).
El “período Neoclasicista” comenzó en 1917 y terminó en 1927. En él hay una tendencia a volver al clasicismo. Su caso es una vuelta al desnudo monumental, al dibujo de línea precisa como los retratos de Ingres (Mujer con un libro, etcétera), al equilibrio.
El “período Surrealista” dura desde 1928 a 1932. Las pinturas que se destacan son Bañista de pie (1929), Bañista al borde del mar (1930) y El sueño (1932). Las formas son distorsionadas, representando lo monstruoso o remitiéndose a evocaciones mitológicas y las esculturas estaban hechas de hilo y de láminas de metal. “Picasso representa una ruptura completa con el individualismo y el subjetivismo, una absoluta negación del arte como expresión de una personalidad inconfundible” (A. Hauser).
El “período expresionista” coincide con el comienzo de la Guerra Civil Española, Picasso fue nombrado director del Museo del Prado por el gobierno republicano. En 1937 pintó uno de sus cuadros más famosos, el Guernica, es un alegato contra la guerra y el terror infligido a la población civil durante el bombardeo aéreo alemán sobre esa ciudad vasca. En estos años sus obras expresan un sentimiento de angustia, como consecuencia de la problemática situación que vivía España y como prólogo de la Segunda Guerra Mundial.
Inició una serie de cuadros de Françoise sentada, con el título Femme assise (Mujer sentada). Esa dolorosa época está marcada por Mujeres llorando y Mujeres sentadas, que reflejan la tragedia de la guerra. El punto culminante de su expresionismo lo marcan sus cabezas de dos caras. En la Segunda Guerra Mundial no se movió de Francia, y siguió pintando en el París ocupado por los nazis. Cuando terminó la guerra se unió al partido comunista. “Sus obras son notas y comentarios sobre la realidad; no pretenden ser consideradas como pintura de un mundo y una totalidad, como síntesis y epítome de la existencia” (A. Hauser).
En una de sus escapadas a Vallauris, compró una fábrica de esencias abandonada para usarla como estudio, valiéndose de algunas habitaciones para almacenar su trabajo en cerámica. También comenzó a recolectar objetos y cachivaches, que posteriormente reutilizaría en distintas piezas. Intensificó su trabajo en escultura, que había reanudado en el año anterior: Femme enceinte (Mujer embarazada) figura una forma femenina a partir de una vara de metal larga, a la que añadió dos brazos arriba y dos piernas abajo, y un vientre hinchado con dos pequeños pechos en el centro.
Se trasladó definitivamente a Vallauris (1947), en la Costa Azul francesa. Allí terminó su escultura El hombre del cordero que mide 2,20 m. de altura. Luego, se dedicó por completo a la cerámica, material con el cual realizó cerca de dos mil piezas. E hizo también importantes esculturas: La cabra (1950, “Museo de Arte Moderno”), también en bronce; más tarde: maqueta de cabeza de mujer, una monumental escultura, de 1966, realizada en acero soldado; en sólo siete meses, creó notables series de grabados con los que retornó a sus primitivos temas: el circo, escenas eróticas…
En febrero de 1949 Louis Aragon acudió al estudio parisino de Picasso a seleccionar un dibujo para el cartel del Congreso Mundial de Partisanos por la Paz que había de celebrarse en París en abril del mismo año. La colombe, un dibujo a lápiz azul sobre papel, fue el motivo escogido por Aragon, y la imagen fue conocida rápidamente como La paloma de la paz.
El 19 de abril de 1949 había nacido su segunda hija, el día de la apertura del Congreso por la Paz, y decidió llamarla Paloma en honor al símbolo que creó para los carteles que aparecían por todas las calles de París. Tras el parto, su compañera Françoise Gilot retomó su trabajo como pintora –luego, abandonaría a Pablo y moriría en 2023 a los 102 años-. Picasso, por algunos años, centró su inspiración en sus hijos Claude y Paloma.
El 6 de agosto de 1950 Laurent Casanova inauguró la exposición L’Homme au mouton (El hombre del cordero) en Vallauris. Picasso hizo La cabra –como ya se refirió-, La mujer del cochecito y Niña saltando a la cuerda.
En Vallauris nacieron sus dos hijos, lo que favoreció para la presentación de cuadros más infantiles y maternales. También pintó enormes murales: La Guerra y La Paz (1952) para decorar la capilla de Vallauris; Massacre en Corée (15 de enero de 1951) –llamado también el Guernica de la Guerra Fría-, La Baignade (1957). Escribió una segunda obra de teatro: Les Quatre Petites Filles. “Picasso compromete los medios artísticos de expresión con su uso indistinto de los diferentes estilos artísticos tan completa y voluntariamente como hacen los surrealistas con su renuncia a las formas tradicionales” (A. Hauser).
En abril de 1954 hizo los retratos de Sylvette David. En diciembre comenzó la serie de variaciones sobre Las mujeres de Argel de Delacroix. Se instaló en mayo de 1955 con Jacqueline Roque en la villa La California en Cannes. En junio, se celebró una retrospectiva en el Museo de Artes Decorativas. Durante el verano trabajó con Henri-Georges Clouzot para la película Picasso Mystère.
El 17 de agosto de 1957 empezó a trabajar en una serie de 58 interpretaciones sobre Las Meninas (Barcelona, Museo Picasso). El 29 de marzo de 1958 se presentó la decoración para la Unesco: La caída de Ícaro. En septiembre, Picasso compró el castillo de Vauvenargues y pintó La bahía de Cannes.
Se casó con Jacqueline en Vallauris el 2 de marzo de 1961, y en junio se trasladó a Notre-Dame-de-Vie en Mougins (cerca de Cannes). Hizo: La Femme aux bras écartés, La silla, La mujer y los niños, Los Futbolistas. En noviembre de 1962 pintó El rapto de las sabinas del cual una versión está en el Museo Nacional de Arte Moderno de París. La inauguración de la retrospectiva en el Grand Palais y en el Petit Palais tuvo lugar el 19 de noviembre de 1966.
Como se relató, las últimas pinturas de Picasso están basadas en las obras de los grandes maestros del pasado como Velázquez, Delacroix y Manet. En 1963 se inauguró en Barcelona el Museo Picasso. La más inusual de su producción artística, fue la obra Autorretrato (1967); es una de las últimas que hizo, sintiéndose identificado por el post-impresionismo. Forma parte del “periodo rosa”. Los tonos rojizos dominan, oscuros o claros, en las distintas partes de cuadro.
En enero de 1970, el Museo Picasso de Barcelona recibió la donación de las obras conservadas por su familia. Una exposición suya tuvo lugar en el Palacio de los Papas de Avignon, de mayo a octubre. En abril de 1971 la Galería Louise Leiris expuso 194 dibujos realizados entre el 15 de diciembre de 1969 y el 12 de enero de 1971. Nueva exposición en la galería Louise Leiris en enero de 1973, mostrando los 156 aguafuertes realizados entre fines de 1970 y marzo de 1972.
En 1971 Pablo Picasso celebró sus 90 años y le hicieron numerosos homenajes.
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