Aranda: Dignificar el Campo de Prisioneros de Guerra
Por Acacio Puig*
El inicio de 2024 propicia apuntar elementos para un balance de las actividades relacionadas con la dignificación de los restos del Campo de Prisioneros de Guerra que subsisten en la periferia de Aranda de Duero
Años de avances y estancamientos
Restos significativos dada la contundencia de las dos naves dormitorio que se mantienen en pie (algo excepcional entre los Campos de Concentración existentes en España) y considerando el abundante material documental que acompaña su historia y que se recopila pacientemente localizando objetos, fotografías, expurgando archivos… con idea de alimentar el futuro Centro de Interpretación.
Avances. Los avances son resultado de la acción social continuada que impulsa la Asociación En Medio de Abril y que paulatinamente impregna la conciencia cívica e impacta en medios de comunicación locales sensibles a la memoria histórica y la solución de los muchos retos pendientes.
Los primeros tanteos reivindicativos sobre la importancia del Campo de Prisioneros de Guerra fueron apuntados por En Medio de Abril en debates internos habidos durante los años 2018 y 2019, reflexiones que se ralentizaron en 2020 por la pandemia, confinamientos y restricciones de la vida asociativa.
Finalmente, durante el año 2021 se dio forma a una meta política precisa: el Campo debería ser recuperado para la Memoria Histórica que poco después, una vez promulgada la Ley de Memoria Democrática en octubre de 2022, se concretó apuntando a la lucha por su institucionalización como Lugar de Memoria Democrática de acuerdo con el correspondiente articulado de la Ley (artículos 49, 50, 51, 52 y 53).
El proyecto implicaba pues la recuperación arquitectónica, consolidando las dos naves de obra amenazadas de ruina, la dotación de un espacio adecuado para ubicar el Centro de Interpretación y la integración del proceso y resultados en las actividades de difusión de la Verdad, ampliando la construcción del discurso de difusión pedagógica de valores republicanos y antifascistas respetuosos con la verdad histórica.
Cierto es que las permanentes iniciativas desplegadas al respecto por la Asociación En Medio de Abril están rompiendo el muro de silencio y olvido sobre el lugar y que la constante acción social sensibiliza a sectores crecientes de población y también a organizaciones y partidos que desconocían la importancia de esos restos cargados de memoria e historia.
La apertura de espacios de Información y debate público cobró un impulso importante a partir de marzo de 2022, tras la conferencia impartida en Aranda por Carlos Hernández de Miguel y la presentación de su estudio Los Campos de Concentración de Franco, un trabajo que se detiene en las peculiaridades del campo arandino.
Días más tarde, a partir de abril de ese año 2022, los restos del Campo de Prisioneros se incorporaron a las actividades anuales dedicadas en Aranda a las conmemoraciones y homenajes a la Segunda República. Se procedió primero a limpiar y rotular como “Campo de Prisioneros del franquismo 1937-1939” una de las fachadas de la gran nave dormitorio que se mantiene en pie y se filmaron allí los saludos de las organizaciones que acompañaron entonces la iniciativa de En Medio de Abril; en aquella primera ocasión, los sindicatos CGT y CNT y las organizaciones Izquierda Unida y Podemos.
Ese homenaje fue el punto de partida para la inclusión del Campo en el anual itinerario memorialista arandino, aunando las concentraciones y discursos a pie del Memorial del cementerio, dedicado a los asesinados en la Ribera de Duero, con el homenaje ante los restos del Campo de Prisioneros de Guerra.
En cada convocatoria es constatable el aumento de participación social y de presencias sindicales y políticas (también UGT, PSOE, CCOO se han ido incorporando a las conmemoraciones) y a esas actividades se añadieron las visitan guiadas de periodicidad mensual iniciadas en octubre del pasado año 2023. Se trata de visitas convocadas públicamente y explicadas in situ por el Secretario de la asociación En Medio de Abril, explicaciones acompañadas con la presentación de documentos y fotografías, documentos relativos a la vida en el Campo.
Añadimos a continuación un extracto de la información general que se transmite en las visitas:
“El Campo de Prisioneros de Aranda fue abierto en 1937 y se mantuvo funcionando hasta 1939. Inicialmente previsto para albergar unos 2.700 prisioneros, rápidamente se desbordó pasando a albergar 3.700 y en algunos momentos más de 4.000 provenientes casi todos de las zonas de guerra de Levante y Cataluña. La vida en este campo era muy difícil por ser tierra de climas extremos, insuficiente alimentación, sin limpieza y como contaban los prisioneros, asediados por enjambres de chinches y pulgas.
El investigador memorialista Carlos Hernández de Miguel señalaba en referencia al Campo de Aranda, en su estudio Los Campos de Concentración de Franco, que “el maltrato físico y las palizas eran parte del día a día en el Campo de Aranda de Duero” (pág. 78) y en la pág. 80 que “al menos hubo allí 66 muertos por enfermedades, tres por disparos y uno por asfixia en suspensión”.
El Campo arandino fue instalado aprovechando un espacio existente en la estación del ferrocarril Madrid-Bilbao y se definió como Campo de Clasificación; constaba de dos naves de mampostería, ya entonces construidas como parte de la instalación ferroviaria a las que se añadieron otras de madera, los lavaderos, capilla, puestos de vigilancia… similares a las diseñadas para todos los campos de concentración levantados entonces en España.
El lugar fue elegido por su lejanía del frente, por su emplazamiento en tierra conquistada rápidamente por los golpistas, por las enormes dificultades de fuga de presos y además por la proximidad de agua -el río Duero pasa a escasos 50 metros- junto a la facilidad de acceso por ferrocarril, al contar con el eje Zaragoza- Valladolid. No obstante el lugar estaba circundado por alambradas.
Desde allí se impusieron trabajos forzados en condiciones de sobre explotación laboral: “el Ayuntamiento de Aranda solicitaría un batallón de trabajo para realizar algunas obras: las obras de adoquinado de la carretera de la Estación serían terminadas por un grupo de 40 presos. También trabajarían en un tramo del adoquinado de Carrequemeda y en la pavimentación del tramo urbano de la carretera Valladolid-Soria, que corresponde a la calle Ruperta Baraya y el principio de la calle Burgo de Osma”.
De aquellas naves sólo quedan en pie las dos de mampostería que se encuentran en precarias condiciones y sin uso alguno desde hace varias décadas.
En el curso del año 2023 En Medio de Abril integró la temática del Campo de Prisioneros en las charlas-debate impartidas en institutos de la región, junto a explicaciones esclarecedoras sobre la República y contenidos de su Constitución, de sus logros y avances democráticos y sociales que fueron brutalmente interrumpidos por el golpismo franquista y el desarrollo de la Guerra de España, por la represión generalizada ejercida por la dictadura desde 1936 en los primeros territorios conquistados –Castilla, Andalucía…- y a partir de 1939 en todo el país; así como información de la resistencia obrera y popular desde las primeras huelgas iniciadas en los años 40 hasta el crescendo de movilizaciones populares que determinaron la agonía de la dictadura y las salidas “pactadas” hacia un régimen de libertades sí, pero lastrado por el pasado y con abundantes limitaciones, dependencias y servidumbres.
El pasado 13 de enero de 2024 se retomaron las visitas mensuales al Campo de Prisioneros y progresivamente se proyecta la incorporación de visitas específicas de alumnado y profesorado de institutos que han manifestado interés en conocer esa parte de la historia… borrada de la Historia.
La visita de ese día 13 contó con la presencia de Nahuel González, diputado de Sumar y uno de los portavoces de memoria democrática, que expresó ante los medios locales y el alcalde de Aranda, su apoyo a estas actividades.
Estancamientos
En el ámbito de la acción social hay propuestas que, sin embargo, no avanzan lo suficiente, que están en cierto sentido estancadas. En Aranda falta materializar el encuentro presencial, de trabajo, con colectivos sociales, sindicales y organizaciones políticas para acordar denominadores comunes que impulsen la difusión y acción conjunta.
En el marco burgalés sigue pendiente la defensa unitaria del Campo de Prisioneros como Lugar de Memoria de interés provincial, es decir una defensa en que se impliquen la Coordinadora Memorialista Provincial de Burgos, el colectivo de Valdenoceda, el de Miranda de Ebro, Las Merindades en la Memoria…en definitiva el conjunto del Memorialismo organizado de Burgos para el que el Campo de Prisioneros de Guerra es un hito relevante.
Y también urge el tender puentes hacia quienes en otros territorios del país defienden la institucionalización de tantos Lugares de Memoria y establecimiento de Centros de Interpretación que llenen el vacío histórico y pedagógico que reclama la imposición de la Verdad, La Justicia y la Reparación.
Pero donde EL ESTANCAMIENTO ES MAYÚSCULO es en la falta de respuestas institucionales, en el silencio de las instancias del estado –las altas instancias, las que tienen capacidad ejecutiva- ante las propuestas y argumentos que han sido reiteradamente formuladas por escrito desde el Memorialismo arandino respecto al Campo de Prisioneros. Desde el año 2022, la Asociación En Medio de Abril ha reiterado por escrito y en repetidas ocasiones, la oferta de diálogo y visita al lugar y lo ha hecho mediante cartas dirigidas al Secretario de Memoria Democrática, a la Dirección de Adif y al Ministerio de Transportes. A todos ellos se ha informado con precisión del proceso, las propuestas y el aval a las mismas desde el articulado correspondiente de la Ley de Memoria Democrática.
Sin embargo, no ha habido respuestas del Secretariado ni del Departamento de Memoria, tampoco del Ministerio de Transportes y la que tardíamente comunicó Adif ha sido fragmentaria y de amenazador carácter, concluyendo en la prohibición de las vistas basándose en supuestas transgresiones de las condiciones de seguridad y aludiendo a peligros como el mal estado de la nave dormitorio y la existencia de vías próximas (…) en definitiva, presuponiendo un comportamiento descuidado e irresponsable de la asociación impulsora de esas visitas.
En Medio de Abril comunicó este despropósito argumental de Adif al Secretario de Memoria Democrática hace meses (en carta de octubre de 2023) y lo hizo en los términos siguientes: “sabemos muy bien que la nave principal –ante la que desarrollamos nuestra labor memorialista- está en mal estado y no es prudente entrar en ella. De modo que no lo hemos hecho y explicamos la historia del lugar desde el exterior y evidentemente nadie cruza las vías” (…) “por eso solicitamos su pronta intervención ante la Dirección de Adif para resolver esa traba en nuestra actividad”.
La respuesta de entonces (y a la última carta fechada el 13 de noviembre de 2023) ha sido el SILENCIO ADMINISTRATIVO, una expresión de falta de sensibilidad, de arrogancia y de dejación de funciones y responsabilidades impropias del cargo.
Finalmente, iniciada la XV Legislatura y constituido el nuevo Gobierno de España, SUMAR formuló en octubre de 2023 una pregunta parlamentaria relacionada con la situación del Campo de Prisioneros de Aranda pero el Gobierno, en su respuesta, se limitó a ser portavoz de la opinión de Adif: problemas de seguridad por posible derrumbe de los restos de las naves-dormitorio, proximidad de vías y riesgo de cruzarlas… añadiendo que si bien las instalaciones arandinas fueron utilizadas como campo de concentración de prisioneros de la Guerra Civil, “su mal estado imposibilita el desarrollo de cualquier actividad en ellas, sin que previamente se acometa una profunda intervención de consolidación y rehabilitación”. Como conclusión el Gobierno indicaba que el conjunto “puede ser cedido siempre que se garantice su rehabilitación y conservación por parte de las administraciones o corporaciones interesadas, pero sin que quepa acometer esas obras de rehabilitación o consolidación con carácter previo a su posible cesión”: una forma de arrinconar el problema, sin abordarlo en su raíz y sin ánimo de resolverlo.
¿Dónde queda entonces la responsabilidad gubernamental en la recuperación de lugares de interés memorialístico?: pues en mera retórica y el “paso de la patata caliente” a instituciones locales sin recursos suficientes o a las asociaciones cívicas.
Además, la aceptación gubernamental de la versión de Adif sobre las pequeñas instalaciones solicitadas (como el botiquín o la sala de viajeros) alegando que están en uso… aunque bien se sabe que no lo están (botiquín sin función alguna, antigua sala de espera de estación, que ya no lo es) supone rechazar su cesión como estructura donde instalar -siquiera provisionalmente- un Centro de Interpretación del antiguo Campo de Concentración.
Insistiremos: En ningún caso el Gobierno (o su nuevo Ministerio de Política Territorial y Memoria) establecieron comunicación con el Memorialismo arandino sobre los asuntos propuestos. En este caso, concluimos: ¡se rechazó cualquier atisbo del tan cacareado “diálogo social”!
¿Adif con patente de corso?
Resulta imprescindible subrayar que Adif es una “entidad público empresarial adscrita al Ministerio de Transportes… con tareas de dinamizar el sector ferroviario mediante la gestión de infraestructuras”… (De aquellas que no son competencia de RENFE como maquinaria y talleres). También que del “Órgano de Gobierno” de Adif forman parte el Ministerio de Transportes y altos representantes sindicales de CCOO y UGT. Es decir, Gobierno y sindicatos mayoritarios son fundamentales en la gobernanza de Adif, que no es por tanto una empresa sin compromisos con lo público, sino que es “una entidad público empresarial”.
La “Carta de Compromisos” de Adif tiene una enorme carencia, la de obviar su compromiso con la Memoria Democrática, como debiera ser obligado en una entidad en la que el peso de “lo público” es fundamental y en un país como España, en que la recuperación de la Verdad, Justicia y Reparación es una tarea de máxima importancia; tarea que a día de hoy, está respaldada por la Ley 20/2022 de Memoria Democrática y por tanto es de obligado cumplimiento.
Pues bien, las trabas de Adif al proceso en marcha, su actitud obstruccionista más propia de una entidad privada-privadísima- requiere, en justicia, que su Órgano de Gobierno integre en su Carta de Compromisos las demandas memorialistas propias del presente. Es más, resulta injustificable que Adif no asuma ninguna responsabilidad en el mantenimiento de una infraestructura llena de interés memorialista y que desplace esa responsabilidad hacia “las administraciones o corporaciones interesadas” como comunicó el Gobierno a Sumar en respuesta a la pregunta parlamentaria citada arriba…porque Adif es (o debe ser) precisamente “la corporación interesada” y porque siendo la gestora de infraestructuras es responsable del deterioro de los restos del Campo de Prisioneros que, año tras año, dejó deslizarse hacia un estado próximo a la ruina.
¿Quién con más responsabilidad y recursos que Adif para abordar esa modesta tarea de consolidación-rehabilitación en tanto que entidad publico privada, financiada en gran medida por los presupuestos Generales del Estado y que ha recibido nada menos que 2.555 millones de euros de la UE a través de los Planes Next Generation?
Con un presupuesto bajo puede abordarse una primera fase de consolidación de las dos naves dormitorio, porque las paredes han resistido el paso de los años y su restauración es factible con poco coste; en cuanto al tejado, bastaría sustituirlo por un tejado metálico de tipo industrial. No se trataría por tanto de “rehabilitar” (es decir de poner a punto las naves dormitorio dotándolas de todo lo que exige una rehabilitación) sino de poner los medios para que se conserven como vestigios arquitectónicos del Campo y evitar riesgos derrumbe, en definitiva se trata de “consolidarlas”.
Por el contrario, el Centro de Interpretación –dada la cerrazón de Adif, a ceder alguna de las pequeñas construcciones solicitadas- podría, en última instancia, ubicarse bien en una construcción ad-hoc en el suelo municipal anexo o bien en un vagón de ferrocarril vacío (o dos) y habilitado para exponer los materiales que informen sobre las que fueron condiciones de existencia en el Campo.
En definitiva, el estancamiento mayúsculo en la entronización del Campo de Prisioneros de Guerra como Lugar de Memoria, radica en el obstruccionismo institucional, su apatía y su negativa a asumir el pertinente diálogo con el bloque social memorialista que en Aranda de Duero defiende el objetivo político de que el Campo de Prisioneros de Guerra sea protegido, rehabilitado y declarado Lugar de Memoria Democrática y forme parte de itinerarios y referencias pedagógicas de la Historia Contemporánea de la España del siglo XX.
* Artista plástico. Militante de la izquierda revolucionaria, represaliado por el franquismo, activista memorialista de la Asociación “En Medio de Abril”. Miembro del Colectivo LoQueSomos
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