Cuaderno de Bitácora. Diario de a bordo. Bitákora
Iñaki Alrui*. LQS. Mayo 2020
El hombre que ha experimentado un naufragio,
se estremece incluso ante el mar en calma.
Ovidio
Ayer retiramos el “Kontinuará” del Kuaderno de Bitákora y fue como poner un “The End” de las viejas pelis de cine de sesión continua. Cincuenta días de relato con sus cincuenta ilustraciones. Cincuenta días compartiendo la travesía de un barco en secano, con las velas desplegadas y guiados por las estrellas.
En el relato último la autora y proa en este barco, Tania Pasca, nos contaba cómo se parió la idea y la necesidad de ponerle un fin, empezar y terminar un circulo que seguirá rodando, cincuenta diarios de a bordo.
Día tras día, Tania nos ha introducido en una planta del hospital 12 de Octubre, nos ha llevado a los pies de las camas de l@s enferm@s, nos ha hecho sudar embutidos en un mono de seguridad, nos ha llorado la muerte, el dolor, nos ha gritado la impotencia. Muchos días por breves momentos hemos sido Tania y hemos querido estar con ella. Su relato lo ha hecho sin florituras, lejos de erudiciones, ha sido directa y sobre todo sincera, ha opinado, ha dejado escrito lo que piensa, no ha querido jugar el papel del “neutral”, ella lleva por bandera el compromiso y la ética y así nos lo hacía saber día tras día. Cincuenta días a los que ha arañado un poco de su limitado tiempo, para contarnos la historia a través de su ojos, cincuenta días de presión total en plena pandemia, en la primera línea, y siempre con ilusiones, con su positivo “¡Venceremos!” y escrito en letra grande y clara: SANIDAD PÚBLICA Y UNIVERSAL.
Al otro lado, y nunca mejor dicho, a más de 500 kilómetros del hospital protagonista de nuestra narración, Juan Kalvellido agitaba los colores, movía las líneas, daba luz o ponía sombra y se partía la Kabeza para sacar el dibujiko del día que acompañaría al relato. Doy fe como un vulgar notario de la corte, de que la Web recibía las ilustraciones de Kalvellido entre las tres y las cinco de la madrugada.
Dibujos en los que ha buscado la perfección, el pequeño detalle, trazados llenos de historias, de personajes, de fantasmas, y dibujos dobles, que del revés cuentan una historia distinta.
Kalvellido lleva muchas horas de navegación armado siempre con sus colores, y en estos cincuenta días ha sabido predecir por dónde soplaría el viento y dónde golpearía el oleaje, y siempre sujetando con fuerza el timón.
Ayer recogimos las velas.
Ha sido un placer poder tener un camarote en esta historia, y subir la persiana de esta Web arrancado la mañana con el Kuaderno de Bitákora… ya lo empezamos a echar de menos. Nos gustan las historias rebeldes, los dibujos disidentes y sabemos que detrás hay un proyecto para plasmarlo en papel ¡Que así sea!
Siempre quedan las puertas abiertas, me comentaba Kalvellido que si volviera la pandemia igual tendríamos que retomarlo… ¡Ojalá que no! Nos ha encantado seguir la historia de Tania hasta ahora, pero tenemos la esperanza e ilusión de volver a pisar la calle con mucha salud y libertad.
Y si vuelve el Kuaderno de Bitákora, que sea porque su autores nos relatan un viaje por océanos llenos de aventuras o el regreso de intrépidos piratas que asaltan los barcos del reino para repartir el botín entre el pueblo.
Gracias. The End
#MasSanidad
#MenosCorona
– Aquí puedes seguir la historia desde el primer relato: Kuaderno de bitákora.
– Aquí puedes descargarte las ilustraciones de J. Kalvellido
– Para conocer a la autora de los relatos…Tania Pasca Parrilla
* Miembro del Colectivo LoQueSomos
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