El capitalismo se enriquece, el hambre crece

El capitalismo se enriquece, el hambre crece

Por Cecilia Remis. LQSomos.

El hambre sigue en aumento y, en algunos países, empuja a comer langostas del desierto o cactus para sobrevivir

Las cifras del hambre siguen en aumento, estamos en los 45 millones de personas al borde la inanición, cuando eran 42 millones a principios de año y 27 millones en 2019.
La agencia de la ONU, que siempre pone precio, calcula que el coste de evitar la hambruna en el mundo asciende ahora a 7000 millones de dólares, frente a los 6600 millones estimados a principios de 2021. Sinceramente algo sigue fallando y de manera constante, detrás de las buenas palabras, y supuestas, intenciones, se esconde una realidad en el tiempo, desde el pasado, presente y futuro. Igual es hora de pensar que el problema es el capitalismo, y poner sobre la mesa soluciones reales, lejos de las campañas temporales y las hipócritas llamadas a la solidaridad de los países que son parte y causa del hambre mundial. Riqueza, pobreza, capitalismo.

Las cifras han vuelto a encender las alarmas, al menos en intenciones. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas advirtió este pasado lunes 8 de noviembre, que sigue creciendo el número de personas que se encuentran al borde de la hambruna, mientras el número de personas que sufren un problema de hambre aguda se ha disparado y ha crecido en alrededor de tres millones de personas desde el inicio de año.

La cifra de quienes pasan hambre de forma aguda ha aumentado desde los 42 millones de principios de año, y los 27 millones de 2019, hasta los actuales 45 millones en 43 países.

Tras un viaje a Afganistán, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley afirmó que “decenas de millones de personas se asoman a un abismo. Los conflictos, el cambio climático y el COVID-19 están aumentando el número de personas que padecen hambre aguda, y los últimos datos muestran que ahora hay más de 45 millones de personas que están al borde de la inanición”.

Beasley apuntó que la pandemia y los enfrentamientos no son la única fuente de problemas y apuntó a otros factores externos que aumentan la inestabilidad alimentaria.
“Ha subido el coste del combustible, se han disparado los precios de los alimentos, los fertilizantes son más caros, y todo esto alimenta nuevas crisis como la que se vive ahora en Afganistán, así como en las emergencias de larga duración en Yemen y Siria”, añadió.

Acabar con la hambruna ya cuesta 7000 millones de dólares

El Programa Mundial de Alimentos y sus socios humanitarios continúan intensificando sus esfuerzos para ayudar a millones de personas que se enfrentan al hambre. Sin embargo, las necesidades superan ampliamente los recursos disponibles en un momento en el que las fuentes de financiación tradicionales están sobrecargadas.

El coste de evitar la hambruna en el mundo asciende ahora a 7000 millones de dólares, frente a los 6600 millones estimados a principios de año.

“A medida que el coste de la ayuda humanitaria aumenta exponencialmente, necesitamos más fondos para llegar a las familias de todo el mundo que ya han agotado su capacidad para hacer frente al hambre extrema”, añadió.

El hambre obliga a las familias a comer menos o saltarse comidas

Las complicaciones que sufre el Programa se extienden también a las familias que se ven obligadas a tomar decisiones devastadoras para hacer frente al aumento del hambre.

Un análisis de vulnerabilidad de la agencia de la ONU en 43 países demuestra que las familias se ven obligadas a comer menos, o a saltarse las comidas por completo, a alimentar a los niños en lugar de a los adultos y, en algunos casos extremos, a comer langostas, hojas silvestres o cactus para sobrevivir, como en Madagascar.

En otras zonas, las familias se ven obligadas a casar a los niños a una edad temprana o a sacarlos de la escuela, a vender sus bienes como el ganado o lo poco que les queda.

Enviar un contenedor de comida cuesta cuatro veces más que hace un año

La subida de los precios de los alimentos recientemente anunciada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación no solo provoca que los alimentos estén fuera del alcance de millones de las personas más pobres del mundo, sino que también aumenta el coste de la adquisición de la comida en los mercados mundiales.

A esta coyuntura se suman los altos precios del combustible, que aumentan los costes de transporte y suponen una mayor presión sobre las cadenas de suministro mundiales: cuando hace un año el envío de un contenedor costaba 1000 dólares ahora cuesta 4000 o incluso más.

El informe hace una radiografía a las principales crisis alimentarias presentes ahora mismo en: Afganistán, Etiopía, Madagascar, Sudán del Sur, Siria y Yemen.

Al mencionado incremento del precio de los combustibles, hay que sumar la espectacular subida en el precio de los alimentos, el coste de la comida se disparó el mes de octubre alcanzando su nivel más alto desde el mes de julio de 2011. Todo esto nos llena de muchas preguntas, por ejemplo: el trigo y los cereales, básicos en la alimentación mundial, son parte de esa subida de precios espectacular, y sin embargo en este 2021 se bate el record de producción mundial en cereales ¿Qué es lo que pasa? Pues algo mencionaba al principio, la ley de la oferta y la demanda marca el precio ¡Es el capitalismo amigos! Mientras, en el mundo se siguen tirando o quemando cosechas enteras de alimentos, simplemente para mantener esa inexorable ley: oferta-demanda.

El Programa Mundial de Alimentos intenta proporcionar asistencia alimentaria de emergencia a casi 13 millones de personas, ya sea en forma de raciones en especie, vales o dinero en efectivo.

Más artículos de la autora

Síguenos en redes sociales… Facebook: LoQueSomos Twitter@LQSomos Telegram: LoQueSomosWeb Instagram: LoQueSomos

LQSomos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nos obligan a molestarte con las "galletitas informáticas". Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar